Reconstrucci¨®n de la noche en la que un adolescente mat¨® a dos personas en Wisconsin
Kyle Rittenhouse, de 17 a?os, hab¨ªa abandonado el instituto y quer¨ªa ser polic¨ªa. Acudi¨® a Kenosha para poner orden en los disturbios. La polic¨ªa no le oblig¨® a identificarse pese a ir con un rifle
¡°El secreto mejor guardado de Antioch, Illinois¡±. La frase, reclamo publicitario de esta ¡°exquisita y bella comunidad de apartamentos ajardinados¡±, en un pueblo a medio camino entre Chicago y Milwaukee, adquiri¨® el martes un nuevo y dram¨¢tico significado. En uno de estos seis bloques de edificios marrones de dos plantas, en un apartamento de dos habitaciones, viv¨ªa con su madre Kyle Rittenhouse, un chico de 17 a?os capaz de acudir armado a poner orden en la ciudad vecina y abrir fuego con su fusil de asalto, al sentirse acorralado, matando a dos personas e hiriendo a otra que estaba en pie con los brazos en alto.
Rittenhouse fue arrestado a las cinco de la ma?ana del mi¨¦rcoles en su apartamento de Antioch y trasladado al centro de detenci¨®n juvenil del condado de Lake (Illinois), donde espera su extradici¨®n a Wisconsin. Se enfrenta a seis delitos, entre ellos uno de homicidio imprudente en primer grado, otro de homicidio doloso en primer grado y otro m¨¢s de tentativa de homicidio en primer grado. Este jueves, levantado ya el cord¨®n policial que lo proteg¨ªa la v¨ªspera, ¡°el secreto mejor guardado de Antioch¡± luc¨ªa desierto. Un hombre sali¨® de un coche para pedir al visitante que se fuera: ¡°D¨¦jennos vivir tranquilos¡±. ¡°Este pa¨ªs se ha vuelto loco, y esta vez la locura nos ha tocado en nuestro jard¨ªn trasero¡±, resum¨ªa una mujer, que no quiso dar su nombre, mientras se alejaba con una amiga hacia el parque contiguo, vestidas con ropa deportiva.
Se necesitaban ¡°ciudadanos armados¡±. ¡°La polic¨ªa est¨¢ superada en n¨²mero y nuestro alcalde ha fracasado. ?Tomemos las armas y defendamos nuestra ciudad!¡±, escribi¨® en las redes sociales un grupo autodenominado Guardia de Kenosha. La ciudad, a apenas 25 kil¨®metros de Antioch, ard¨ªa en la tercera noche de protestas despu¨¦s de que un agente de polic¨ªa blanco disparara siete veces por la espalda al afroamericano Jacob Blake, mientras tres de sus hijos lo ve¨ªan desde el coche.
Rittenhouse acudi¨® el pasado martes a la llamada. El chico adoraba a la polic¨ªa. Se enrol¨® como cadete en un programa para adolescentes que quieren ser polic¨ªas. En una foto de perfil de Facebook sal¨ªa empu?ando sonriente su fusil semiautom¨¢tico junto a otro amigo armado, rodeados por una leyenda: ¡°Deber. Honor. Coraje. Las vidas azules Importan¡±. Se trata de un lema surgido en respuesta al movimiento contra la injusticia racial Black Lives Matter (Las vidas negras importan), que cambia el color negro por el azul del uniforme policial.
As¨ª que, cuando ley¨® que la polic¨ªa necesitaba ayuda, meti¨® en el coche su fusil de asalto y un botiqu¨ªn de primeros auxilios y se dirigi¨® a Kenosha. Pas¨® por los pol¨ªgonos industriales de Antioch. Dej¨® atr¨¢s el instituto que abandon¨® antes de tiempo, el Lakes Community High School, en cuya entrada ondeaban el jueves a media asta cuatro grandes banderas estadounidenses, y donde su madre, auxiliar de enfermer¨ªa, pidi¨® una orden de protecci¨®n para ¨¦l en enero de 2017 porque un compa?ero de clase le llamaba ¡°bobo¡± y ¡°est¨²pido¡± y le amenazaba con hacerle da?o.
Su primer destino al llegar este martes a Kenosha fue otro instituto, en el centro de la ciudad, en cuyo exterior se le vio ayudando a limpiar los destrozos de la noche anterior. Lo que sucede a partir de aqu¨ª ha podido ser reconstruido por la Fiscal¨ªa gracias a docenas de v¨ªdeos de testigos que han ido saliendo a la luz. En las grabaciones se ve a Rittenhouse limpiando grafitis, atendiendo a gente, integrado con miembros de diversos grupos armados. No est¨¢ probada la relaci¨®n del joven con ninguna de las milicias que acudieron a tomarse la justicia por su mano, y a las que la polic¨ªa permiti¨® permanecer armadas en la calle a pesar del toque de queda.
En un v¨ªdeo, se ve c¨®mo agentes de polic¨ªa desde una tanqueta dan las gracias a Rittenhouse y a otros milicianos armados, les preguntan si necesitan agua y les lanzan un botell¨ªn. A continuaci¨®n, los mismos agentes ordenan a otros civiles que se vayan del lugar porque ¡°la zona est¨¢ cerrada para todos¡±. A pesar de su aspecto ani?ado, ninguno le pidi¨® la documentaci¨®n del aparatoso fusil de asalto que portaba, ni se interes¨® por si ten¨ªa la edad de 18 a?os que se requiere en el Estado para adquirir ese tipo de armas.
En otro de los v¨ªdeos, grabado en el exterior de un establecimiento vandalizado la v¨ªspera, Rittenhouse explica en qu¨¦ consiste su ¡°trabajo¡±. ¡°La gente est¨¢ herida y nuestro trabajo es proteger este negocio. Parte de mi trabajo es tambi¨¦n proteger a la gente. Si alguien resulta herido, ir¨¦ hacia el peligro. Por eso tengo mi rifle. Tambi¨¦n para protegerme, obviamente. Pero tambi¨¦n tengo mi botiqu¨ªn m¨¦dico¡±, cuenta.
A apenas dos manzanas est¨¢ Car Source, un establecimiento de coches usados, que este jueves era un dantesco solar con decenas de veh¨ªculos reducidos a amasijos de hierro calcinado. All¨ª, poco antes de la medianoche, Rittenhouse se enfrent¨® con los manifestantes. Uno de ellos, Joseph Rosenbaum, de 36 a?os, le arroj¨® un objeto. Forcejearon. Se oyeron disparos y Rosenbaum qued¨® tendido en el suelo.
Rittenhouse cogi¨® el tel¨¦fono y, seg¨²n se ve en otro v¨ªdeo, realiz¨® una llamada. ¡°Acabo de matar a alguien¡±, dice. Un grupo de manifestantes fue a por el joven, que ech¨® a correr por la calle, hasta que se tropez¨® y cay¨® al asfalto. Desde esa posici¨®n volvi¨® a abrir fuego. Anthony Huber, de 26 a?os, se abalanz¨® sobre ¨¦l, le golpe¨® con su monopat¨ªn y trat¨® de arrebatarle el fusil. Pero Rittenhouse logr¨® zafarse y le dispar¨® en el pecho. Apenas pudo Huber dar unos pasos antes de caer muerto.
Entonces Rittenhouse, sentado en el suelo, apunta con su rifle a otro joven, Gaige Grosskreutz, de 26 a?os, que tambi¨¦n hab¨ªa ido a por ¨¦l, pero que al ver c¨®mo Rittenhouse hab¨ªa matado a Huber, se alej¨® unos pasos y se qued¨® paralizado con los brazos en alto. A pesar de ello, le dispar¨®, hiri¨¦ndole en el brazo derecho. Los tres hombres atacados por el menor eran blancos.
Rittenhouse se alej¨® del lugar caminando hacia atr¨¢s y apuntando con su rifle a las personas que quedaban en la calle. Otro v¨ªdeo muestra c¨®mo pasa, con los brazos en alto y el arma colgada de un hombro, junto a un grupo de veh¨ªculos policiales. Acaba de matar a dos personas pero nadie lo detiene. Solo se escucha c¨®mo un agente le dice por un meg¨¢fono: ¡°T¨², el del rifle, no vengas por aqu¨ª abajo, est¨¢ cerrado¡±. Rittenhouse sale caminando de la zona caliente de Kenosha y regresa en coche a su casa.
El sheriff de condado explic¨® a los periodistas que el hecho de que dieran agua a los milicianos armados no implicaba un permiso t¨¢cito para actuar. ¡°Damos agua a todo el mundo¡±, asegur¨®. ¡°No necesitamos m¨¢s armas en las calles de nuestra comunidad¡±, dijo el alcalde la ciudad, John Antaramian. El jefe la polic¨ªa, Dan Miskinis, defendi¨® que los civiles armados estaban all¨ª ¡°ejerciendo su derecho constitucional¡±. Algunos grupos de milicianos pusieron en marcha en Internet colectas de fondos para contribuir a la defensa legal de Rittenhouse.
En sus redes sociales, adem¨¢s de las armas y la polic¨ªa, el joven mostraba una tercera pasi¨®n: Donald Trump. Comparti¨® im¨¢genes en TikTok desde la primera fila de un mitin del presidente en Iowa, el pasado mes de enero. ¡°No somos responsables de la conducta privada de la gente que viene a nuestros m¨ªtines, como tampoco Obama y Joe Biden lo son de la de la gente loca que va a los suyos¡±, dijo a los periodistas Kellyanne Conway, consejera del presidente.
Entre aquellos que segu¨ªan este jueves congreg¨¢ndose para protestar pac¨ªficamente, a la furia por los disparos de un agente de polic¨ªa a Jacob Blake se sumaba la rabia provocada por los disparos de Rittenhouse el martes por la noche. ¡°Mi madre no deber¨ªa tener miedo por mi vida¡±, dec¨ªa la pancarta que portaba Jane, una joven afroamericana de la misma edad que Rittenhouse. ¡°No ten¨ªa derecho a estar aqu¨ª, nadie le pidi¨® que viniera¡±, explicaba. ¡°?Qu¨¦ tipo de pa¨ªs permite a un chico de mi edad ir con esa arma por la calle? Solo piense qu¨¦ habr¨ªa pasado si un chico negro se hubiera paseado esa noche con ese rifle¡±.
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