Las movilizaciones de mujeres cobran fuerza en Bielorrusia y descolocan a Lukashenko
Las multitudinarias protestas femeninas por la democracia pueden suponer un impulso a la agenda sobre igualdad en un pa¨ªs donde el Estado defiende un sistema patriarcal

Las mujeres est¨¢n en primera l¨ªnea de las protestas en Bielorrusia. Miles de ellas han vuelto a marchar por las calles en Minsk y otras ciudades este s¨¢bado para exigir el fin de la represi¨®n y la salida de Aleksandr Lukashenko. En un pa¨ªs profundamente patriarcal, donde su l¨ªder autoritario no escatima en comentarios sexistas y no hay leyes espec¨ªficas contra la violencia machista, muchas mujeres se descubren ahora como sujetos pol¨ªticos y de derechos. Y aunque la igualdad de g¨¦nero no ocupa a¨²n un lugar sustancial en la agenda, sus movilizaciones constantes por la democracia plantan los cimientos de una incipiente ola feminista.
La primera ¡®protesta de mujeres¡¯ surgi¨® de manera espont¨¢nea en un grupo de Telegram al inicio de las manifestaciones contra el supuesto fraude electoral, cuando la represi¨®n policial trataba de sofocar violentamente las protestas y miles de detenidos, en su mayor¨ªa hombres pero tambi¨¦n muchas mujeres, relataron vejaciones y torturas bajo custodia. Aquel grupo atrajo la atenci¨®n de cientos de bots y trolls y tuvo que cerrarse. R¨¢pidamente, la feminista Marina Mentusova y otras ciudadanas lanzaron Mujeres Bielorrusas, un canal de Telegram que hoy tiene m¨¢s de 12.500 suscriptores y que adem¨¢s de tratar de coordinar marchas canaliza noticias. ¡°Quer¨ªamos poner el foco en la situaci¨®n de Bielorrusia, pero destacando la idea de superar el miedo, cambiarlo por esperanza y por el deseo de salir a luchar por los propios derechos¡±, comenta Mentusova, directora de eventos de 27 a?os.
Las marchas femeninas y su poder descolocaron por completo al Gobierno, incide Marina Mentusova. Como tampoco esperaba que la candidata presidencial Svetlana Tijan¨®vskaya, unida a otras dos mujeres, encabezara y unificara a la oposici¨®n. Aleksandr Lukashenko las llam¨® ¡°pobrecillas¡± y asegur¨® que estaban siendo manipuladas. ¡°La dej¨® participar en las elecciones porque no cre¨ªa que pudiera de ganar, ni siquiera atraer a la ciudadan¨ªa; y eso muestra lo alejado que esta de la realidad. En el fondo, sus frases despectivas hacia todas las mujeres y espec¨ªficamente hacia Svetlana nos ayudaron a unirnos¡±, dice. Aunque Tijan¨®vskaya siempre se ha presentado como una madre de familia que no ten¨ªa ambiciones pol¨ªticas sino que se postulaba a la presidencia porque su esposo, arrestado, no pod¨ªa hacerlo e insist¨ªa en que estaba deseando ¡°volver a fre¨ªr chuletas¡±. Hoy, la l¨ªder opositora, exiliada en Lituania, ha cambiado un poco su discurso y ya habla de igualdad de derechos.
¡°Marchamos por la paz en Bielorrusia, lo que est¨¢ sucediendo en este pa¨ªs es inadmisible y en nuestra mano est¨¢ cambiarlo¡±, comenta Anna Pustovaya en la marcha de Minsk. Esta maestra de 53 a?os participa en las protestas de mujeres desde el primer d¨ªa, cuando se llamaban ¡°cadena de solidaridad¡± o ¡°marchas solidarias¡± y cientos de mujeres vestidas de blanco y con flores reclamaban el fin de la violencia. Ahora, la marcha de mujeres se repite a diario. Este s¨¢bado ha congregado a unas 10.000, seg¨²n los medios independientes; 5.000, seg¨²n la organizaci¨®n Vesna.
Acuden mujeres de todos los perfiles y bagajes. Las que se identifican como feministas y las que no; la que, como Pustovaya, participan en sus primeras protestas y quienes est¨¢n acostumbradas al activismo. Como la feminista Dasha Vitushka. ¡°Esto es una protesta para exigir elecciones justas, por la democracia, pero democracia significa tambi¨¦n la igualdad¡±, se?ala Vitushka de 36 a?os. Este s¨¢bado, la acci¨®n de protesta ten¨ªa el lema ¡°la marcha del mundo¡±, y se han lucido algunas banderas de otros pa¨ªses; tambi¨¦n, y por primera vez, varias banderas arco¨ªris, por los derechos de las personas LGTBI+.
Lena Aharelysheva, investigadora en temas de g¨¦nero que ha analizado el desarrollo de la campa?a desde que Tijan¨®vskaya se postul¨® a presidenta, cree que lo que se est¨¢ viviendo Bielorrusia no es una ¡°revoluci¨®n feminista¡±. ¡°Seg¨²n los estereotipos, las mujeres tenemos que hacer m¨¢s en situaciones cr¨ªticas, y en este caso el impulso para muchas ha sido salir por sus esposos, padres, hermanos, amigos detenidos, apalizados, perseguidos; porque dentro de esos estereotipos tambi¨¦n est¨¢ el de que las mujeres son sujetos d¨¦biles hacia las que est¨¢ mal visto usar la fuerza policial¡±, comenta. Aunque tambi¨¦n hay multitud de casos documentados de brutalidad policial hacia detenidas y las opositoras, activistas y cr¨ªticas son amenazadas y acosadas constantemente, como han denunciado organizaciones de derechos civiles como Amnist¨ªa Internacional.
¡°Lo que est¨¢ sucediendo tiene m¨¢s que ver con una primera ola feminista o con las marchas sufragistas de principios del siglo XX¡±, opina la investigadora. En las protestas no hay reclamaciones de g¨¦nero, aunque ese empoderamiento, hermandad entre mujeres que se est¨¢ experimentando y cuestionamiento de los papeles de liderazgo pueden ser el fuelle para poner la igualdad en la agenda, comenta Aharelysheva.

De hecho, indica la experta en igualdad bielorrusa, como las reclamaciones feministas no destacan sobre la mesa y no se est¨¢n planteando abiertamente los roles de g¨¦nero, las protestas femeninas no reciben ataques sustanciales de la propaganda oficial. ¡°Muchos comentaristas y observadores, la mayor¨ªa hombres, dentro y fuera de Bielorrusia, ponen como ejemplo estas manifestaciones y el papel en ellas de las mujeres solo porque defienden a los hombres, se ponen en pie para protegerles, evitan sus detenciones. Lo consideran el feminismo ¡¯ejemplar¡¯, volviendo a decirnos c¨®mo tenemos que protestar y dando su ¡¯aprobaci¨®n¡¯ porque no sienten en peligro sus privilegios¡±, a?ade. Cuando empiecen a destacar las todav¨ªa incipientes reclamaciones de igualdad, dice, probablemente no les parezca tan ejemplar. ¡°Probablemente se diga que no es el momento, que hay otras cuestiones ¡¯prioritarias¡¯ antes¡±, remarca Aharelysheva.
Con un ideario conservador igual que otros pa¨ªses del entorno, como Rusia, la propaganda del r¨¦gimen ha identificado el feminismo como algo relacionado con los valores occidentales que puede ¡°poner en peligro¡± lo que considera la familia tradicional y su concepto de Estado. Y aunque cada vez m¨¢s las mujeres j¨®venes se identifican como feministas, la palabra arrastra a¨²n un importante estigma. La igualdad de g¨¦nero no est¨¢ en la agenda del pa¨ªs europeo, donde hay un 34% de diputadas ¡ªuna cifra mayor que en Alemania o el Reino Unido¡ª pero que se encuentra entre los peores del mundo en cuanto a participaci¨®n de la mujer en el Gobierno, seg¨²n el ¨²ltimo informe de ONU Mujeres, de 2019. No ha podido salir adelante una ley contra la violencia dom¨¦stica ¡ªy ni siquiera est¨¢ sobre la mesa una ley contra la violencia machista¡ª; hace dos a?os, el l¨ªder autoritario Aleksandr Lukashenko remarc¨® que no hac¨ªa falta y se aparc¨®.
¡°No puedo hablar de las razones de todas las mujeres para salir a protestar. Se movilizaron y se unieron por sus derechos, pero lo que estar¨¢ despu¨¦s debe decidirse en nuevas elecciones justas¡±, dice Marina Mentusova. Y a?ade: ¡°No s¨¦ si se puede llamar marcha feminista o marcha de mujeres, pero lo que est¨¢ claro es que en Bielorrusia la revoluci¨®n tiene rostro de mujer¡±.
Otra figura de la oposici¨®n Bielorrusia sale del pa¨ªs
Otra figura de la oposici¨®n ha salido de Bielorrusia. La activista y abogada Olga Kovalkova, miembro destacado el consejo de coordinaci¨®n de la perseguida oposici¨®n bielorrusa, ha llegado este s¨¢bado a Polonia tras haber permanecido diez d¨ªas detenida en un centro de detenci¨®n de Minsk. Kovalkova asegur¨® en Varsovia que las autoridades bielorrusas la hab¨ªan obligado a abandonar el pa¨ªs. La abogada se une as¨ª a la candidata presidencial Svetlana Tijanovskaya, forzada a exiliarse en Lituania, al sentir amenazada su familia y a otras destacadas voces cr¨ªticas que han tenido que marcharse de Bielorrusia ante el acoso y la represi¨®n de la Administraci¨®n de Aleksandr Lukashenko.
¡°Representantes de las fuerzas de seguridad y del ministerio del Interior de Bielorrusia se acercaron a m¨ª y me dijeron que si no aceptaba irme me enfrentar¨ªa a largas detenciones... Me aseguraron que habr¨ªa [arrestos] hasta el infinito¡±, dijo Kovalkova en una conferencia de prensa en Varsovia. Cont¨® que la hab¨ªan sacado de prisi¨®n enmascarada, la acostaron en el asiento trasero de un coche y la trasladaron hasta la frontera con Polonia, donde cruz¨® a pie.
La abogada Kovalkova, que ha asegurado que volver¨¢ a Bielorrusia para seguir luchando en la oposici¨®n, fue detenida el pasado 25 de agosto fuera de una f¨¢brica estatal, donde hab¨ªa acudido a apoyar a los empleados que hac¨ªan huelga para exigir la salida de Lukashenko y nuevas elecciones. Fue acusada de organizar protestas y disturbios ilegales. El sindicalista Sergei Dilevsky, arrestado junto a ella, permanece en un centro de detenci¨®n de Minsk desde entonces.
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