Las lluvias extremas causan unos 200 muertos en el Sahel y ?frica central

Un hombre con el agua por la cintura carga con un beb¨¦ sobre sus hombros. Unos metros m¨¢s atr¨¢s, dos ni?os se encaraman al alfeizar de una ventana para salir de una casa en la que flotan todos los muebles. En la calle de al lado, muros derrumbados, corderos muertos y una mujer que llora porque lo ha perdido todo. ¡°Cada a?o la misma historia, estamos desesperados¡±, asegura el panadero Makhtar Ndiaye. Esto es Keur Massar, un populoso barrio del extrarradio de Dakar, hace unos d¨ªas. Pero ocurre tambi¨¦n en N¨ªger, Burkina Faso, Mauritania, Nigeria, Chad y Sud¨¢n. Las inundaciones han provocado este a?o unos 200 muertos y cerca de un mill¨®n de afectados en el Sahel y ?frica central, que se convierten cada verano en una trampa mortal por el cambio clim¨¢tico, el ¨¦xodo rural y una construcci¨®n sin ning¨²n tipo de regulaci¨®n.

Las tormentas de ?frica no tienen nombre. No se llaman Mitch, Katrina o Sally ni se suele hablar de ellas en los medios de comunicaci¨®n. Y sin embargo, en cada estaci¨®n de lluvias provocan decenas de muertos y destrozan miles de hogares. Este a?o est¨¢n siendo especialmente intensas. Con m¨¢s de un centenar de fallecidos y 550.000 damnificados, Sud¨¢n declar¨® hace dos semanas el estado de emergencia durante tres meses. El r¨ªo Nilo ha crecido como no se recuerda en 100 a?os y amenaza con anegar la antigua ciudad de Bajrawiya, a medio kil¨®metro del cauce. En N¨ªger, la lluvia ha provocado 71 muertos y 300.000 siniestrados, muchos de ellos en los arrabales de Niamey, la capital, y en las riberas de un desbocado r¨ªo N¨ªger. En Burkina Faso, con 13 muertos desde comienzos de septiembre, el Gobierno ha declarado el estado de cat¨¢strofe natural.

Crecimiento urbano desmedido

¡°En los ¨²ltimos a?os se percibe un aumento recurrente de la cantidad de personas afectadas por las inundaciones¡±, asegura Jocelyn Lance, experto en reducci¨®n de riesgos, agua y saneamiento de la Agencia Europea de Ayuda Humanitaria y Protecci¨®n Civil en ?frica occidental, ¡°y esto est¨¢ relacionado con una mayor intensidad de los eventos de lluvia pero sobre todo con los movimientos de poblaci¨®n hacia zonas urbanas, en donde se instalan en lugares de riesgo y construyen de forma an¨¢rquica¡±. A juicio de este experto, existe un enorme d¨¦ficit en planificaci¨®n territorial e incluso si los gobiernos introducen alg¨²n tipo de mejora en la materia, la realidad les supera. ¡°El crecimiento urbano es m¨¢s r¨¢pido y Dakar es el ejemplo perfecto¡±, a?ade.

Durante el primer fin de semana de septiembre, la capital senegalesa vivi¨® un fuerte episodio de precipitaciones. Seg¨²n el ministro de Saneamiento, Serigne Mbaye Thiam, solo en unas horas del s¨¢bado cay¨® tanta agua en Dakar como en toda una estaci¨®n de lluvias normal, unos 124 litros por metro cuadrado. Como en ocasiones anteriores fueron los habitantes del extrarradio quienes se llevaron la peor parte. Barrios como Keur Massar, Pikine o Camberene vieron sus calles convertirse en r¨ªos. En cuanto pas¨® la lluvia surgieron protestas espont¨¢neas en las que el presidente Macky Sall se convirti¨® en el blanco de las cr¨ªticas. ¡°?D¨®nde est¨¢ mientras nuestras casas se hunden? ?Qu¨¦ ha pasado con la inversi¨®n prometida?¡±, se preguntaba el jueves un internauta.

¡°Expreso mi solidaridad con todos los que han sufrido p¨¦rdidas durante las abundantes lluvias del fin de semana. He pedido al ministro del Interior poner en marcha el plan Orsec¡±, respondi¨® Sall en su cuenta de Twitter. Esta iniciativa permite movilizar recursos financieros y materiales en caso de emergencia, pero las quejas de los ciudadanos van mucho m¨¢s all¨¢. ¡°Cuando lleg¨® al poder en 2012 prometi¨® acabar con el calvario de las inundaciones. Y no ha hecho nada¡±, comenta Mbaye Lo, un habitante de Pikine. Porque no es solo la estaci¨®n de lluvias. Distritos de la periferia como Guinaw Rail Nord pasan todo el a?o bombeando agua y cientos de casas se han perdido para siempre. El ex primer ministro y ahora opositor Abdoul Mbaye asegura que los 1.145 millones de euros previstos para el decenio 2012-2022 nunca se invirtieron.

El Gobierno se escuda en la intensidad de las lluvias a causa del cambio clim¨¢tico. El jefe de Estado senegal¨¦s pidi¨® a los ciudadanos que evitaran construir sobre cursos de agua para reducir el impacto de estos episodios.

El pasado mes de abril, la agencia regional Agrhymet especializada en la medici¨®n de la pluviometr¨ªa en el Sahel ya hab¨ªa advertido acerca de una estaci¨®n h¨²meda con precipitaciones ¡°superiores a la media¡±. Pero, ?es el cambio clim¨¢tico? Para el meteor¨®logo Christopher Taylor del Centro de Ecolog¨ªa e Hidrolog¨ªa del Reino Unido, no cabe duda. En 2017 public¨® un estudio en la revista Nature en el que se?alaba al calentamiento global como el responsable de que se hubieran triplicado las ¡°tormentas extremas¡± en el Sahel en los ¨²ltimos 35 a?os. Un infierno tambi¨¦n para los agricultores.

Sin embargo, las lluvias por s¨ª solas no generan los da?os devastadores. Alexandre Santini, ingeniero hidr¨¢ulico que lleva a?os trabajando en Senegal, asegura que desde la d¨¦cada de los setenta hasta el 2000 hubo un prolongado ciclo de sequ¨ªas, lo que propici¨® que amplias zonas inundables se desecaran. ¡°En un continente con el potencial demogr¨¢fico de ?frica, que doblar¨¢ su poblaci¨®n en 2050, mucha gente se desplaz¨® del campo a la ciudad y se fueron instalando en las periferias, donde pod¨ªan. Al principio en sitios seguros, pero luego en las partes m¨¢s bajas, todo de manera muy an¨¢rquica, sin redes de evacuaci¨®n de aguas pluviales¡±, explica.

Pero no todo se puede achacar a lo viejo. La nueva autopista que sale de Dakar hacia el Lago Rosa por la costa se inund¨® por completo hace una semana. ¡°Hay mucha improvisaci¨®n¡±, a?ade Santini, quien pese a todo muestra cierto optimismo. ¡°Percibo una toma de conciencia. Hay muchas organizaciones que movilizan fondos para combatir las consecuencias del cambio clim¨¢tico y se est¨¢n desarrollando herramientas t¨¦cnicas de modelizaci¨®n y documentos de planificaci¨®n que pueden ayudar¡±, explica.