Suiza se asoma a un ¡®Swixit¡¯ en un refer¨¦ndum que podr¨ªa limitar la entrada de ciudadanos de la UE
La propuesta de divorcio de la Uni¨®n, que eman¨® de la derecha populista, amenaza los acuerdos de acceso al Mercado ?nico

El mapa de Suiza agrietado porque alguien con un cintur¨®n de la bandera de la Uni¨®n Europea est¨¢ sentado sobre ¨¦l. Junto al dibujo, una frase: ¡°?Demasiado es demasiado! S¨ª a la iniciativa de la limitaci¨®n¡±. Este es uno de carteles de la campa?a del Partido Popular Suizo (SVP, en sus siglas en alem¨¢n) y su iniciativa ¡°para una inmigraci¨®n moderada¡± que se votar¨¢ este domingo.
Es el asomo a un Swixit al votar si suspende el acuerdo de libre circulaci¨®n de personas con la Uni¨®n Europea ¨Cde la que no forma parte¨C, lo que implicar¨ªa anular tambi¨¦n otra media docena de pactos bilaterales que regulan el amplio acceso sin barreras del pa¨ªs al Mercado ?nico. De salir adelante, la iniciativa ¡°pone en peligro el ¨¦xito de las ciudades suizas y de toda Suiza¡±, advierte Corine Mauch, alcaldesa de Z¨²rich, la ciudad que es motor financiero del pa¨ªs; y ¡°de la innovaci¨®n y la investigaci¨®n a largo plazo¡±, asegura Jo?l Mesot, presidente de la Escuela Polit¨¦cnica Federal (ETH) de Z¨²rich (sexta en el ranking mundial y primera de la Europa continental).
Aunque el Gobierno suizo pide votar no a la propuesta de la derecha populista y las encuestas se?alan que la iniciativa no saldr¨¢ adelante, muchos no se conf¨ªan teniendo en cuenta los antecedentes de las votaciones en otros pa¨ªses con resultados sorpresa al final, como sucedi¨® en el Reino Unido con el Brexit en 2016.
Una muestra de las inconformidades latentes en la Confederaci¨®n Helv¨¦tica, con 8,6 millones de habitantes, y donde uno de cada tres es de origen migrante. Un 61% de los suizos est¨¢ en contra de esta iniciativa y el 35% a favor, seg¨²n la encuesta del Instituto GFS Bern. La regi¨®n ling¨¹¨ªstica que m¨¢s se opone es la franc¨®fona, con el 71%; le sigue la alemana, con el 59% y luego la italiana, con el 49%.
¡°El Gobierno de Z¨²rich rechaza la iniciativa¡±, afirma la alcaldesa de la ciudad con m¨¢s habitantes del pa¨ªs (434.000). Mauch asegura que ¡°la libre circulaci¨®n de personas ha fortalecido el poder econ¨®mico de las ciudades suizas, aumentado la diversidad social y promovido la investigaci¨®n y la innovaci¨®n¡±. Precisamente, las grietas que se abrir¨ªan en el ¨¢mbito cient¨ªfico, lamenta Mesot, agregar¨ªan incertidumbre innecesaria a una situaci¨®n ya fr¨¢gil. Solo el SVP, que considera que la inmigraci¨®n desde los pa¨ªses comunitarios es excesiva y quiere imponer barreras, pide el voto a favor: ¡°Queremos dejar a nuestros hijos una Suiza hermosa y limpia¡±, proclama en un v¨ªdeo Matthias Ritter, consejero regional del partido en el cant¨®n de Baselland.
La consulta popular sobre la libre circulaci¨®n estaba prevista para mayo, pero la covid-19 oblig¨® a su aplazamiento. La campa?a ha sido discreta. Hay m¨¢s movimiento en las p¨¢ginas webs y redes sociales del partido de ultraderecha. En uno de sus sites hay v¨ªdeos de sus pol¨ªticos y votantes que piden el s¨ª, b¨¢sicamente, por los siguientes supuestos factores: Suiza es peque?a y el espacio es limitado y el tr¨¢fico ha aumentado considerablemente, tanto en las carreteras como en el transporte p¨²blico; la presi¨®n sobre el mercado laboral y los sistemas de seguridad social aumenta; muchas de las familias extranjeras van directamente al sistema de seguridad social, y el pa¨ªs debe seguir siendo tan soberano como sea posible y, a pesar de los tratados bilaterales con la UE, no debe permitirse aguantar todo. ¡°Suiza es un pa¨ªs independiente y fuerte¡±, rematan.
La frustraci¨®n de muchas personas con el Estado, sobre todo desempleados (el pa¨ªs tiene tradicionalmente una tasa de paro baja), tiene que salir por alg¨²n lado, advirti¨® Daniel Maerki al peri¨®dico Tages-Anzeiger: ¡°Al votar s¨ª, quieren enviar una se?al que los pol¨ªticos no puedan ignorar. Finalmente tendr¨ªan que actuar¡±. Para el actor y comediante Mike M¨¹ller, es ¡°una propuesta est¨²pida dejar de trabajar con la UE. Es una maniobra t¨ªpica de la derecha: lo que dicen en las discusiones p¨²blicas y muestran en las redes sociales y los anuncios es el viejo racismo suizo. Esto no conduce a nada¡±.
Contra la iniciativa est¨¢n casi todos los partidos, incluidos los de derecha moderada, explica Marco Ferrara, secretario general del PSOE en Lausana: ¡°Es una medida xen¨®foba del cuento de nunca acabar con la extrema derecha. No creo que prospere la iniciativa, y de hacerlo ser¨ªa de un impacto econ¨®mico brutal para Suiza. Muchas regiones, sobre todo las fronterizas tienen una dependencia clara de los extranjeros¡±.
P¨¦rdidas
La relaci¨®n UE-Suiza interesa m¨¢s a este ¨²ltimo, asegura Ferrara. Recuerda que, por ejemplo, la mitad de las exportaciones de Suiza van a Europa y dos tercios de lo que importa Suiza viene de Europa. Algunos expertos, agrega, calculan que las p¨¦rdidas para el pa¨ªs har¨ªan caer hasta un 7% su PIB.
Gonzalo Casas, un inform¨¢tico argentino que trabaja en la Universidad ETH, conf¨ªa en que el SVP siga perdiendo fuerza ¡°con gran parte del electorado movi¨¦ndose hacia los partidos verdes y verde-liberal¡±. La mayor¨ªa de este tipo de votaciones de tono xen¨®fobo, a?ade, ¡°est¨¢n impulsadas por la necesidad como sociedad de tener un enemigo com¨²n. Hoy el enemigo com¨²n de la sociedad es el coronavirus, por ende, la relevancia de apuntar a un enemigo distinto es m¨ªnima¡±.
Para Juan Alejandro Arbel¨¢ez Mart¨ªnez, un chef colombiano de 38 a?os que vive en Z¨²rich y con permiso B (trabajo y residencia), la iniciativa no saldr¨ªa adelante por un factor clave: ¡°Hay que tener en cuenta que la movilidad de personas va ligada a la movilidad de capital, con lo cual, restringir la circulaci¨®n de personas es una restricci¨®n al capital que los suizos no estar¨¢n dispuestos a permitir¡±.
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