Bolivia vota partida en dos a la sombra de Evo Morales
Luis Arce, candidato del expresidente, se mide en primera vuelta con el centrista Carlos Mesa, en unos resultados que seg¨²n las encuestas estar¨¢n muy re?idos y con la amenaza de que estalle de nuevo la violencia
Bolivia llega a las elecciones de este domingo dividida por una fuerte polarizaci¨®n pol¨ªtica y social. Las tres principales fuerzas pol¨ªticas que se disputan el poder han advertido que sus rivales desconocer¨¢n los resultados o har¨¢n fraude y causar¨¢n violencia. El Gobierno interino de Jeanine ??ez ha tomado abiertamente partido en contra de uno de los candidatos, Luis Arce, del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales. Las fuerzas del orden est¨¢n ¡°listas para evitar la convulsi¨®n¡± que supuestamente causar¨¢n los simpatizantes de este candidato. La poblaci¨®n, nerviosa, se ha aprovisionado de combustibles y alimentos en los ¨²ltimos d¨ªas, lo que ha causado filas en busca de comida y carest¨ªa.
Aparte de este panorama, se suma la expectativa de que los resultados electorales pueden estar muy re?idos. Este s¨¢bado por la tarde, el Tribunal Electoral ha anunciado que prescindir¨¢ de la transmisi¨®n del recuento r¨¢pido de votos, que en las elecciones de octubre del a?o pasado fue interrumpida desencadenando las denuncias de un supuesto fraude. En aquella ocasi¨®n, el recuento se reanud¨® 22 horas despu¨¦s, con una estrecha victoria en primera vuelta para el expresidente Morales. ¡°Los resultados de las pruebas no nos permiten tener la seguridad de la difusi¨®n completa de los datos que le ofrezcan certidumbre al pa¨ªs", ha dicho el presidente de la autoridad electoral, Salvador Romero, durante una conferencia de prensa. ¡°Es por esto que, con seriedad t¨¦cnica y motivados por la responsabilidad con el pa¨ªs, el Tribunal Supremo Electoral ha decidido el retiro de la difusi¨®n de resultados preliminares de la jornada de votaci¨®n¡±, ha afirmado Romero, que un d¨ªa antes hab¨ªa asegurado que la transmisi¨®n de los datos no ser¨ªa interrumpida. El tribunal, seg¨²n ha dicho Romero, difundir¨¢ resultados parciales tras el cierre de las urnas.
Todos los sondeos dan la victoria a Arce, exministro de Hacienda durante 11 de los casi 14 a?os de Gobierno de Morales (dej¨® brevemente el cargo para tratarse un c¨¢ncer de ri?¨®n). La duda es si Arce triunfar¨¢ con suficiente ventaja como para volverse presidente en primera vuelta o si deber¨¢ enfrentar en un balotaje, agendado para el 29 de noviembre, al expresidente Carlos Mesa (2003-2005), un candidato de centro que se presenta como el ¨²nico capaz de alcanzar la reconciliaci¨®n de los bolivianos. En caso de desempate, las encuestas otorgan una ventaja a Mesa.
Bolivia vive una grave crisis pol¨ªtica desde hace un a?o. Las elecciones del 20 de octubre de 2019, en las que Evo Morales renov¨® su mandato por tercera vez consecutiva, fueron rechazadas por protestas en todas las ciudades del pa¨ªs. Los manifestantes se hicieron eco de la denuncia de fraude electoral realizada por el candidato que sali¨® segundo, el mismo Carlos Mesa, pero fueron dirigidos por un l¨ªder regional entonces poco conocido, Luis Fernando Camacho, oriundo de Santa Cruz, baluarte de la oposici¨®n a Morales. Durante 21 d¨ªas, la econom¨ªa del pa¨ªs qued¨® paralizada. Finalmente, la Polic¨ªa se amotin¨® y las Fuerzas Armadas se volcaron contra el Gobierno. Morales renunci¨®, huy¨® a M¨¦xico y, finalmente, se refugi¨® en Argentina, donde a¨²n vive. La semana siguiente a su exilio se produjeron actos de violencia y represi¨®n que se saldaron con m¨¢s de 30 muertos y cientos de heridos.
??ez, una senadora opositora que llega al cargo por sucesi¨®n constitucional, prometi¨® que llamar¨ªa a un proceso electoral cuanto antes, pero la pandemia lo impidi¨®. Las elecciones ¨Cen las que sorpresivamente A?ez decidi¨® participar¨C fueron postergadas dos veces. En agosto, el MAS organiz¨® un bloqueo de carreteras en contra de la ¨²ltima dilaci¨®n. El MAS representa sobre todo a los sectores ind¨ªgenas ¨Crurales y urbanos¨C del pa¨ªs.
En septiembre, tras una muy criticada gesti¨®n de la crisis sanitaria, ??ez se convenci¨® de que ya no pod¨ªa subir en los sondeos y renunci¨® a su candidatura para facilitar la concentraci¨®n del voto anti-MAS. Esta estrategia tuvo un ¨¦xito parcial, ya que mejor¨® la posici¨®n de Mesa en las encuestas, pero no logr¨® involucrar a Camacho, ¡°el vencedor de Evo Morales¡±, quien tambi¨¦n compite por la presidencia. Por el contrario, este novel pol¨ªtico aprovech¨® la salida de A?ez para proyectarse como el candidato del oriente, una zona tradicionalmente enfrentada a La Paz, la capital administrativa del pa¨ªs, de donde proviene Mesa.
El discurso regionalista le ha permitido a Camacho atraer a un electorado muy motivado y aparentemente inmune a la pr¨¦dica del ¡°voto ¨²til¡± para quien pueda detener al MAS (es decir, para Mesa). En un video que se hizo viral en estos d¨ªas aparece un joven elector cruce?o que dice: ¡°Antes de echarle la culpa a Santa Cruz por lo que pase en la campa?a, par¨¢ y analiz¨¢ un poquito (¡) Se supon¨ªa que el masismo sin Evo Morales y un fraude electoral no iban a ser una amenaza, pero ah¨ª los ves, punteando en las encuestas. ?Culpa del cruce?o? ?No pues pariente! (¡) ?Acaso Santa Cruz no tiene derecho a tener gente que lo represente en este Gobierno centralista?¡±. El joven concluye pregunt¨¢ndose por qu¨¦ los cruce?os deber¨ªa entregarle ¡°la corona¡± a alguien que no los representa, incluso al costo de un triunfo del MAS en primera vuelta, como en efecto puede ocurrir. El mi¨¦rcoles pasado, Camacho cerr¨® su campa?a con un discurso en el que llor¨®, pidi¨® que Dios ¡°gobierne Bolivia¡± y rog¨® que este 18 de octubre ¡°se haga su voluntad¡±.
Tanto ??ez como su poderoso ministro de Gobierno, Arturo Murillo, y otros altos cargo del Gobierno y del partido de la presidenta han adherido a la estrategia del ¡°voto ¨²til¡±. Varios l¨ªderes de opini¨®n locales han pintado con colores tr¨¢gicos la posibilidad de un nuevo Gobierno del MAS. Dicen que este partido planea vengarse de quienes participaron en su derrocamiento el a?o pasado. Y aseguran que el expresidente Morales, la personalidad m¨¢s rechazada en las encuestas, volver¨¢ al pa¨ªs inmediatamente despu¨¦s de la victoria de Arce y lo manejar¨¢ como un ¡°t¨ªtere¡±.
En el terreno de la ¡°guerra sucia¡±, un gran n¨²mero de mensajes circulan por WhatsApp para atemorizar a las clases medias anti-MAS. Sus autores buscan asegurarse de que estas vayan a votar, dejando de lado al riesgo de contagio, o simplemente crear un ambiente de zozobra. Uno de estos mensajes ¡°informa¡± de que los campesinos se est¨¢n armando para atacar las ciudades. Otro afirma que Arce renunciar¨¢ tras jurar a su cargo, le entregar¨¢ el poder a Morales, y este, como presidente dictatorial del pa¨ªs, disolver¨¢ las Fuerzas Armadas y la Polic¨ªa. Y as¨ª.
Del otro lado, algunos voceros del MAS declararon que solo puede haber una segunda vuelta en un caso: si ¡°la derecha golpista¡± hace fraude. Por tanto, llamaron a los sindicatos a estar listos para movilizarse en cualquier momento. Respondiendo a las acusaciones, Arce ha prometido que gobernar¨¢ solo y ¡°para todos los bolivianos¡±, y que Morales tendr¨¢ que defenderse en la docena de procesos que tiene en su contra por delitos que van del estupro al terrorismo. En su cierre de campa?a, el candidato del MAS se encomend¨® a los dioses tutelares ind¨ªgenas.
Un asunto que puede ser la chispa que incendie el polvor¨ªn es el voto de los bolivianos en el extranjero. Este voto representa m¨¢s del 3% del padr¨®n electoral y normalmente ha favorecido en alrededor de un 70% al MAS. Por esta raz¨®n, este partido teme que en esta ocasi¨®n se lo restrinja de alguna manera. El Tribunal Electoral ha afirmado que har¨¢ todo lo necesario para garantizar que los bolivianos emigrados voten, pero se sabe que las restricciones sanitarias de algunos pa¨ªses impedir¨¢n que se abran algunos puntos de votaci¨®n, como por ejemplo en Panam¨¢, las ciudades del norte de Chile y en la provincia argentina de Mendoza.
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