Todos los hombres de la corrupci¨®n en Per¨²
Los esc¨¢ndalos han acorralado a los ¨²ltimos seis presidentes del pa¨ªs. Tres siguen privados de libertad y uno se suicid¨® antes de ser detenido. Varios l¨ªderes opositores tambi¨¦n est¨¢n bajo arresto
El f¨¦retro recorri¨® unos dos kil¨®metros rodeado de una multitud hasta la plaza de San Mart¨ªn, en el centro de Lima. Los simpatizantes de Alan Garc¨ªa no estaban dispuestos a creer las acusaciones que vinculaban al expresidente al caso Odrebrecht. La fotograf¨ªa de ese d¨ªa de finales de abril de 2019 resum¨ªa la tormenta pol¨ªtica que azota peri¨®dicamente a Per¨² desde hace d¨¦cadas. Los ingredientes de ese c¨®ctel de inestabilidad y polarizaci¨®n siempre han tenido un com¨²n denominador: las acusaciones de corrupci¨®n. Garc¨ªa, que hab¨ªa gobernado el pa¨ªs en dos ocasiones -primero entre 1985 y 1990 y despu¨¦s de 2006 a 2011-, se acababa de suicidar cuando iba a ser detenido por su implicaci¨®n en la trama de sobornos de la constructora brasile?a.
Ese fue el momento m¨¢s tr¨¢gico para un sistema pol¨ªtico consumido por un grave problema estructural. Desde 1985, todos los mandatarios con la salvedad de Valent¨ªn Paniagua, presidente interino entre 2000 y 2001, han tenido problemas con la justicia. El Congreso peruano destituy¨® este lunes al presidente Mart¨ªn Vizcarra en un clima de profunda divisi¨®n despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa abriera una investigaci¨®n por pagos irregulares presuntamente recibidos cuando este era gobernador del departamento sure?o de Moquegua a principios de la d¨¦cada. En septiembre el Parlamento ya hab¨ªa ensayado, sin ¨¦xito, una moci¨®n de censura alegando el trato de favor concedido a un cantante amigo del mandatario en unos contratos p¨²blicos. Vizcarra neg¨® su responsabilidad en todos los se?alamientos.
Se trataba, por encima de todo, de una lucha de poder en la que la ejemplaridad pas¨® a un segundo plano. La paradoja es que varios de los pol¨ªticos opositores que apoyaron o impulsaron la iniciativa tambi¨¦n est¨¢n bajo la lupa de la justicia por lavado de activos y corrupci¨®n. La l¨ªder del partido opositor Fuerza Popular y excandidata presidencial, Keiko Fujimori, se encuentra en prisi¨®n domiciliaria por la financiaci¨®n de sus campa?as electorales. Y el fundador de Podemos Per¨², Jos¨¦ Luna G¨¢lvez, otro de los partidos que promovi¨® la moci¨®n de censura, fue detenido el pasado s¨¢bado por sus v¨ªnculos con la trama corrupta del sistema de justicia conocida como Cuellos Blancos del Puerto.
Los peruanos, que volver¨¢n a las urnas el pr¨®ximo mes de abril, no hab¨ªan elegido a Vizcarra como presidente. El pol¨ªtico asumi¨® el cargo en 2018 tras la renuncia de su antecesor, Pedro Pablo Kuczynski, de quien fue primer vicepresidente. Este se vio forzado a dimitir por un caso de compra de votos y, sobre todo, por la investigaci¨®n de sus relaciones con Odebrecht. Hoy est¨¢ en arresto domiciliario despu¨¦s de que la justicia dictara en su contra una medida de prisi¨®n preventiva de tres a?os.
El banquero de inversi¨®n fue el ¨²ltimo mandatario en ser privado de libertad, pero tambi¨¦n pis¨® la c¨¢rcel el que lo antecedi¨® en el cargo, Ollanta Humala. El gobernante, que estuvo en el poder entre 2011 y 2016, est¨¢ investigado por aportaciones de la constructora a la campa?a electoral que le aup¨® a la presidencia. Antes que ¨¦l, esas sospechas hab¨ªan alcanzado no solo a Garc¨ªa sino tambi¨¦n a Alejandro Toledo. Este exmandatario es pr¨®fugo de la justicia peruana desde 2017. Huy¨® a Estados Unidos para evitar la prisi¨®n preventiva impuesta y dos a?os m¨¢s tarde fue detenido en California. La petici¨®n de extradici¨®n a las autoridades estadounidenses antes de su arresto mantiene que un exdirectivo de Odebrecht en Per¨² prometi¨® a Toledo 36 millones de d¨®lares a cambio de la concesi¨®n a dedo de obras.
La corrupci¨®n carcomi¨® tambi¨¦n al aparato gubernamental de Alberto Fujimori tras el golpe que el pol¨ªtico dio en 1992. De hecho, ese fue su principal resorte. Su r¨¦gimen se manch¨® tambi¨¦n de delitos de expolio y cr¨ªmenes de lesa humanidad. A principios de 2019 Fujimori, padre de Keiko, volvi¨® a la c¨¢rcel a pesar de haber sido indultado por otras condenas debido a las graves violaciones de los derechos humanos perpetradas de la mano de su asesor de confianza y jefe de las Fuerzas Armadas, Vladimiro Montesinos.
El caudillismo que sufri¨® Per¨² durante toda la d¨¦cada de los noventa fue m¨¢s all¨¢ de la corrupci¨®n. Pero ese germen acab¨® de penetrar profundamente las instituciones y la gesti¨®n pol¨ªtica. Todos los expresidentes y dirigentes implicados en casos relacionados con el caso Odebrecht, tambi¨¦n conocido como Lava Jato, y a otras redes corruptas han rechazado las acusaciones. En cualquier caso, esas tramas han derivado en un ciclo de inestabilidad en el que se suceden medidas cautelares, liberaciones, vueltas a prisi¨®n o arresto domiciliario. En el que todos enarbolan la idea de regeneraci¨®n y, sin embargo, esta acaba a menudo confundida con intereses particulares o partidistas. Y, sobre todo, un ciclo que ha puesto al desnudo un sistema que necesita una reconstrucci¨®n radical y dejar atr¨¢s las sospechas, esto es, el legado de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
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