Richard Nixon: ¡°Si hay una forma de desbancar a Allende, mejor hazlo¡±
50 a?os despu¨¦s de la llegada del socialista a la presidencia de Chile en 1970, el Archivo de Seguridad Nacional estadounidense difunde documentos in¨¦ditos que desvelan las estrategias de Washington para desestabilizarlo
Cincuenta a?os despu¨¦s de la llegada de Salvador Allende al poder, el 3 de noviembre de 1970, han salido a la luz unos documentos del Archivo de Seguridad Nacional estadounidense que echan por tierra la versi¨®n oficial sobre el papel que desempe?¨® el Gobierno de Richard Nixon (1969-1974) en la Administraci¨®n del socialista chileno. Durante d¨¦cadas, Estados Unidos explic¨® que su intenci¨®n no fue desestabilizar a la Unidad Popular de Allende, sino que ?intervino en el pa¨ªs sudamericano para mantener a los partidos opositores con miras a una elecci¨®n que se celebrar¨ªa en 1976. En definitiva, para ¡°preservar¡± la democracia y sus instituciones. El propio Henry Kissinger, asesor de Seguridad Nacional, asegur¨® que su pa¨ªs no ten¨ªa conocimiento del golpe de Estado de 1973 que termin¨® con los 1.000 d¨ªas de la v¨ªa chilena al socialismo y la muerte del presidente. Tambi¨¦n sostuvo Kissinger que Estados Unidos no ten¨ªa relaci¨®n con quienes impulsaron el golpe desde el frente interno. Los ¨²ltimos papeles sobre ese episodio, difundidos ahora por la ONG que investiga y disemina los documentos sobre Chile desclasificados por Estados Unidos, evidencian, sin embargo, una agresiva estrategia de hostilidad y presi¨®n.
¡°Estos documentos registran el prop¨®sito deliberado de los funcionarios estadounidenses de socavar la capacidad de gobernar de Allende y derribarlo para que no pudiera establecer un modelo exitoso y atractivo de cambio estructural que otros pa¨ªses podr¨ªan emular¡±, explica Peter Kornbluh, analista senior encargado de Chile en la organizaci¨®n Archivo de Seguridad Nacional, con sede en Washington, que ha analizado los documentos desclasificados por Estados Unidos tras la detenci¨®n en Londres de Augusto Pinochet en 1998. ¡°Es una historia de un pa¨ªs pionero, Chile, y de un poderoso imperio que quer¨ªa controlar los pa¨ªses, sus instituciones y las vidas de sus ciudadanos, pero no en el nombre de la democracia, sino de una dictadura militar y su represi¨®n. En nuestro mundo actual, en plena crisis, debemos estar vigilantes a esa historia tr¨¢gica¡±, dice este experto.
Kornbluh se refiere a uno de los principales temores del Gobierno de Nixon y, en especial, de Kissinger: que el camino del socialismo a la chilena ¨Calcanzado por la v¨ªa democr¨¢tica¨C expandiera su influencia no solo en Am¨¦rica Latina, sino en otras regiones del planeta. ¡°Creo firmemente que esta l¨ªnea es importante con respecto a su efecto en la gente del mundo¡±, le dijo Nixon a Kissinger en una conversaci¨®n telef¨®nica en noviembre de 1970, de acuerdo a los papeles que ha publicado por primera vez el Archivo de Seguridad Nacional. ¡°Si [Allende] puede demostrar que puede establecer una pol¨ªtica marxista antiamericana, otros har¨¢n lo mismo¡±, expres¨® el presidente estadounidense. Kissinger estuvo de acuerdo: ¡°Tendr¨¢ efecto incluso en Europa. No solo en Am¨¦rica Latina¡±.
Tras la detenci¨®n de Pinochet, el Gobierno estadounidense, entonces presidido por Bill Clinton, empez¨® a desclasificar documentos hasta entonces desconocidos relativos al golpe militar que acab¨® con Allende. La organizaci¨®n Archivo de Seguridad Nacional ha divulgando sus hallazgos de manera intermitente desde entonces.
Los documentos divulgados ahora muestran que el asesor nacional de Seguridad influy¨® de manera decisiva en la pol¨ªtica que el Gobierno estadounidense despleg¨® hacia Chile, que incluy¨® un frustrado intento de Golpe de Estado para impedir que Allende asumiera la presidencia que hab¨ªa ganado democr¨¢ticamente. El 5 de noviembre de 1970 se iba a llevar a cabo en la Casa Blanca una reuni¨®n formal del Consejo de Seguridad Nacional para abordar la pol¨ªtica hacia Chile. Pero Kissinger se las arregl¨® para retrasar la cita 24 horas y, de esa forma, lograr reunirse a solas con el presidente para que desistiera de adoptar una pol¨ªtica amable hacia la Administraci¨®n de Allende, que acababa de arrancar en Sudam¨¦rica. ¡°Es esencial que deje muy claro cu¨¢l es su posici¨®n sobre este tema¡±, le dijo Kisssinger al presidente. No todos los funcionarios estadounidenses estaban de acuerdo con una estrategia hostil.
El Departamento de Estado tem¨ªa que hubiese un esc¨¢ndalo internacional si los esfuerzos para derrocar a Allende quedaban en evidencia y abog¨®, por lo tanto, por una pol¨ªtica prudente de coexistencia. Fue la llamada estrategia modus vivendi: apoyar a los partidos de la oposici¨®n chilena ¨Cde centro y de derecha¨C para ayudarles de cara a las elecciones de 1976. La Oficina de Asuntos Interamericanos, en tanto, sosten¨ªa que si Washington violaba su ¡°respeto por el resultado de las elecciones democr¨¢ticas¡±, reducir¨ªa su credibilidad mundial ¡°aumentando el nacionalismo¡± contra Estados Unidos. ¡°Ser¨¢ utilizado por el Gobierno de Allende para consolidar su posici¨®n con el pueblo chileno y ganar influencia en el resto del hemisferio¡±, explic¨® la oficina en un documento.
Chile y el temor a una ¡°Cuba en 1972¡±
Kissinger hizo gestiones de alto nivel para lograr reunirse a solas con Nixon antes de que lo hiciera el Consejo de Seguridad Nacional. De acuerdo a un memor¨¢ndum donde un funcionario del Gabinete del presidente justificaba el aplazamiento de la reuni¨®n, Kissinger hab¨ªa advertido: ¡°Chile podr¨ªa terminar siendo el peor fracaso de nuestra Administraci¨®n: ¡®nuestra Cuba¡¯ en 1972¡±.
El encuentro entre Nixon y su asesor nacional de Seguridad se celebr¨® finalmente en el Despacho Oval. Durante una hora, Kissinger present¨® un estudio completo para que ganara el enfoque agresivo a largo plazo hacia el Gobierno socialista. ¡°Su resoluci¨®n sobre qu¨¦ hacer al respecto puede ser la decisi¨®n de asuntos exteriores m¨¢s hist¨®rica y dif¨ªcil que tendr¨¢ que tomar este a?o¡±, advirti¨® a Nixon, dram¨¢ticamente. ¡°Lo que suceda en Chile durante los pr¨®ximos seis a 12 meses tendr¨¢ ramificaciones que ir¨¢n mucho m¨¢s all¨¢ de las relaciones entre Estados Unidos y Chile¡±.
Kissinger se refer¨ªa a la influencia mundial de la v¨ªa chilena al socialismo: ¡°El ejemplo de un exitoso Gobierno marxista electo en Chile seguramente tendr¨ªa un impacto en ¨Ce incluso un valor precedente para¨C, otras partes del mundo, especialmente en Italia. La propagaci¨®n imitativa de fen¨®menos similares en otros lugares a su vez afectar¨ªa significativamente el equilibrio mundial y nuestra propia posici¨®n en ¨¦l¡±, analiz¨®.
El asesor buscaba por todos los medios convencer a Nixon para que adoptara una postura partidaria del cambio de r¨¦gimen y no la estrategia modus vivendi, seg¨²n uno de los documentos desclasificados y que ya fue publicado en el libro de Kornbluh titulado The Pinochet File, al cumplirse los 40 a?os del golpe de Estado, en 2013.
¡°Podemos derribarlo¡±
La reuni¨®n del Consejo de Seguridad Nacional se celebr¨® finalmente un d¨ªa despu¨¦s, el 6 de noviembre. No todos los asistentes sab¨ªan que Nixon hab¨ªa ordenado a la CIA impulsar de forma encubierta -y sin ¨¦xito- un golpe de Estado preventivo para evitar que Allende asumiera la presidencia de Chile. En el encuentro, hab¨ªa un acuerdo importante: la elecci¨®n democr¨¢tica del chileno y su agenda socialista por un cambio sustancial amenazaba los intereses de Estados Unidos. Pero, como tem¨ªa Kissinger, no hab¨ªa consenso sobre el camino a seguir. El secretario de Estado, William Rogers, se opuso a la hostilidad y agresi¨®n abierta: ¡°Podemos derribarlo, tal vez, sin ser contraproducentes¡±. El secretario de Defensa, Melvin Laird, sostuvo: ¡°Tenemos que hacer todo lo que podamos para da?arlo [a Allende] y derribarlo¡±.
El director de la CIA, Richard Helms, present¨® un documento donde explicaba c¨®mo Allende hab¨ªa ganado la presidencia en una elecci¨®n estrecha, el curso probable de sus pol¨ªticas econ¨®micas y de relaciones exteriores y un an¨¢lisis de su equipo: ha seleccionado ¡°un gabinete militante de l¨ªnea dura¡± que ¡°refleja la determinaci¨®n de los socialistas de afirmar su pol¨ªtica m¨¢s radical desde el principio¡±, se?al¨® Holmes, que tambi¨¦n se dedic¨® a tomar apuntes.
¡°Si hay una forma de desbancar a Allende, mejor hazlo¡±, indic¨® Nixon en el encuentro, seg¨²n el manuscrito de Helms, que forma parte de los documentos publicados ahora. El presidente lo hab¨ªa decidido: se adoptar¨ªa un programa de agresi¨®n hostil, pero de bajo perfil, para desestabilizar la capacidad de gobernar de Allende. ¡°Nuestra principal preocupaci¨®n en Chile es la posibilidad de que [Allende] pueda consolidarse y la imagen proyectada al mundo ser¨¢ su ¨¦xito¡±, explic¨® Nixon al dar las instrucciones a su equipo de seguridad nacional. ¡°Seremos muy fr¨ªos y muy correctos, pero haciendo cosas que ser¨¢n un verdadero mensaje para Allende y otros¡±.
El 9 de noviembre, Kissinger distribuy¨® un memor¨¢ndum secreto con la decisi¨®n adoptada en el consejo. Pol¨ªtica hacia Chile, se titulaba. ¡°El presidente ha decidido que la postura p¨²blica de los Estados Unidos ser¨¢ correcta pero fr¨ªa, para evitar darle al Gobierno de Allende una base sobre la cual reunir apoyo nacional e internacional para la consolidaci¨®n del r¨¦gimen¡±, resum¨ªa el asesor nacional de Seguridad. ¡°Pero Estados Unidos buscar¨¢ maximizar las presiones sobre el Gobierno de Allende para evitar su consolidaci¨®n y limitar su capacidad para implementar pol¨ªticas contrarias a los intereses de Estados Unidos y del hemisferio¡±, agregaba.
El documento detalla los m¨¦todos empleados: funcionarios estadounidenses colaborar¨ªan con otros Gobiernos de la regi¨®n ¨Cen particular Brasil y Argentina¨C, para coordinar esfuerzos contra Allende; se bloquear¨ªan silenciosamente los pr¨¦stamos de los bancos multilaterales a Chile y se cancelar¨ªan los cr¨¦ditos y pr¨¦stamos a la exportaci¨®n de Estados Unidos; se reclutar¨ªa a empresas estadounidenses para que abandonaran Chile; y se manipular¨ªa el valor del mercado internacional de la principal exportaci¨®n de Chile ¨Cel cobre¨C para da?ar a la econom¨ªa chilena. Se autoriz¨® a la CIA, adem¨¢s, a preparar planes de acci¨®n relacionados con la futura implementaci¨®n de la estrategia.
En aquellas horas hubo una llamada telef¨®nica entre Nixon y su asesor, donde comentaron el discurso de la toma de posesi¨®n de Allende. ¡°Helms [director de la CIA] tiene que llegar a esta gente¡±, dijo el presidente. Kissinger respondi¨®: ¡°Lo hemos dejado claro¡±. Fue un di¨¢logo que qued¨® transcrito y que el Archivo de Seguridad Nacional ha difundido ahora por primera vez.
Los nuevos papeles publicados echan por tierra las tergiversaciones que, durante d¨¦cadas, han intentado construir diversos funcionarios de Estados Unidos para eludir su responsabilidad en el quiebre democr¨¢tico de Chile y los 17 a?os de dictadura militar, que se cobr¨® miles de v¨ªctimas. En septiembre de 1974, The New York Times revel¨® las operaciones encubiertas de la CIA para derrocar a Allende. El Congreso estadounidense abri¨® una investigaci¨®n sobre el asunto, el esc¨¢ndalo internacional deriv¨® en las primeras audiencias p¨²blicas sobre las operaciones de la CIA y se public¨® el estudio Covert Action in Chile 1963-1973, escrito por un comit¨¦ especial del Senado, presidido por el senador Frank Church (la comisi¨®n Church). Pero el Ejecutivo estadounidense retuvo parte de la documentaci¨®n y los senadores que investigaron no tuvieron acceso al registro completo a las deliberaciones y decisiones de la Casa Blanca en los d¨ªas previos y posteriores a la toma de posesi¨®n de Allende.
Las palabras del poder
¡°Si bien sab¨ªamos bastante acerca de las maquinaciones del Gobierno de Nixon para impedir o desestabilizar al Gobierno de Allende, resulta sumamente importante contar con estos documentos, incluyendo notas manuscritas y transcripciones de conversaciones telef¨®nicas¡±, opina el historiador chileno-estadounidense Iv¨¢n Jaksic. ¡°Es sorprendente ver c¨®mo lo que antes parec¨ªa ser especulaci¨®n era m¨¢s que cierto. La crudeza del lenguaje y las medidas que se proponen para presionar al Gobierno de Allende y mandar se?ales inequ¨ªvocas a otros pa¨ªses son francamente escalofriantes¡±, agrega el Premio Nacional de Historia 2020. ¡°Son las palabras del poder y, con estos documentos, no queda duda que detr¨¢s de cada palabra hay medidas concretas que tuvieron un impacto directo en la agon¨ªa que vivi¨® nuestro pa¨ªs en esos a?os¡±.
Jaksic conoci¨® el informe de la comisi¨®n Church apenas lleg¨® a Estados Unidos en 1976: ¡°Era verdaderamente demoledor¡±, recuerda el autor de t¨ªtulos como La lucha por la democracia en Chile. ¡°Pero la historia no queda all¨ª, puesto que ni siquiera esa comisi¨®n tuvo acceso a todos los documentos. La evidencia que ha surgido desde entonces y que sigue saliendo es fundamental para comunicar c¨®mo se urdi¨® una pol¨ªtica respecto de nuestro pa¨ªs y de Hispanoam¨¦rica¡±, reflexiona.
El historiador con residencia en Santiago de Chile desde 2006 considera ¡°notable¡± que se involucre a Europa en la pol¨ªtica respecto de Chile: ¡°Es evidente que para el Gobierno de Estados Unidos, Chile importaba sobre todo como un ejemplo que no deb¨ªa trascender, es decir, un marxismo que llega al poder mediante v¨ªas democr¨¢ticas¡±
De acuerdo a Ascanio Cavallo, periodista y uno de los autores de La historia oculta del r¨¦gimen militar, ¡°no hay nadie en Chile que dude de la voluntad del Gobierno de Nixon de que Allende no terminara su mandato¡±. ¡°Pero el propio Nixon y Kissinger ¨Cque en sus memorias hace una referencia muy breve a Chile¨C siempre negaron un papel activo de Estados Unidos una vez que Allende hab¨ªa asumido la presidencia, a diferencia de lo que indican estos papeles, que revelan que la Administraci¨®n estadounidense discut¨ªa c¨®mo lograr su derrocamiento¡±.
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