Johnson anuncia el mayor gasto en defensa del Reino Unido desde el fin de la Guerra Fr¨ªa

Boris Johnson est¨¢ dispuesto a hacer el amor y la guerra para rescatar al Reino Unido de la crisis econ¨®mica provocada por el coronavirus. Veinticuatro horas despu¨¦s de anunciar su ¡°revoluci¨®n verde¡± ¡ªla promesa de una inversi¨®n masiva en fuentes de energ¨ªa sostenible¡ª, el primer ministro brit¨¢nico ha presentado este jueves en la C¨¢mara de los Comunes sus planes para volver a ser ¡°la primera potencia naval de Europa¡± con una revisi¨®n de los gastos en defensa que promete incrementarlos durante los pr¨®ximos cuatro a?os en casi 16.500 millones de libras (18.000 millones de euros) m¨¢s de los ya previstos. La inversi¨®n anunciada es la mayor desde el fin de la Guerra Fr¨ªa y contiene un doble mensaje, interno y externo. El primero, con la promesa de m¨¢s empleo, va dirigido a la ciudadan¨ªa. El segundo, por el enorme simbolismo del compromiso, apunta expresamente al futuro ocupante de la Casa Blanca, Joe Biden. El Reino Unido podr¨¢ abandonar el club de la Uni¨®n Europea, s¨ª, pero mantendr¨¢ firme su compromiso con la OTAN y su aliado transatl¨¢ntico.

¡°Revitalizar nuestras Fuerzas Armadas es uno de los pilares de la ambici¨®n de este Gobierno por proteger los intereses y valores del Reino Unido, por fortalecer nuestra influencia global y por reforzar nuestra capacidad de permanecer junto a Estados Unidos y otros aliados para defender las sociedades libres y abiertas¡±, ha asegurado Johnson, en una intervenci¨®n carente de la ¨¦pica prevista, al verse obligado a hacer el anuncio por videoconferencia. El pol¨ªtico permanece aislado en Downing Street despu¨¦s de haberse reunido, la semana pasada, con un diputado conservador que acab¨® dando positivo por coronavirus.

Los planes de gasto buscan incrementar la capacidad del Reino Unido para hacer frente a las amenazas del siglo XXI, con un nuevo Comando Espacial de la RAF (Real Fuerza A¨¦rea) con el que se pretende aumentar el n¨²mero de sat¨¦lites brit¨¢nicos en el espacio, y hasta el lanzamiento de su primera misi¨®n espacial desde su base en Escocia en 2022. Johnson ha anunciado tambi¨¦n la creaci¨®n del Cuerpo Cibern¨¦tico Nacional, un centro dedicado al desarrollo de inteligencia artificial. Pero la joya de la corona ser¨¢ el prop¨®sito proclamado por el primer ministro de ¡°resituar al Reino Unido como la potencia naval l¨ªder de Europa¡±, aunque algunos de los grandes anuncios eran en realidad proyectos ya existentes. Ocho nuevas fragatas Tipo 26, cinco m¨¢s Tipo 31, un n¨²mero indeterminado de buques de guerra con defensas antisubmarinas, y hasta una remesa de nuevas naves auxiliares ¡ªpara el suministro de provisiones y munici¨®n a los buques principales¡ª para la Royal Fleet Auxiliary, un proyecto que el Ministerio de Defensa hab¨ªa abandonado previamente por su enorme gasto y reducida utilidad.

¡°Y todos estos planes ser¨¢n el est¨ªmulo para el renacimiento de la industria naviera brit¨¢nica a lo largo de todo el Reino Unido¡±, ha prometido Johnson. El sue?o de poner en pie los astilleros con los que acab¨® precisamente un Gobierno conservador, el de Margaret Thatcher, a finales de los a?os setenta y principios de los ochenta. Y el prop¨®sito de reconquistar el respaldo de territorios aut¨®nomos como Escocia, Gales o Irlanda del Norte con la promesa de hasta 40.000 nuevos puestos de trabajo. ¡°Proyectos para Glasgow, Rosyth, Belfast, Appledore y Birkenhead, para garantizar empleos e iluminar los beneficios de la unidad del Reino Unido con la luz blanca del soplete de los soldadores de arco¡±, proclamaba el primer ministro con su irrefrenable tendencia a introducir grandiosidad l¨ªrica a cualquier nueva promesa, desde la lucha por la vacuna del coronavirus a la reapertura de los pubs y restaurantes.

¡°Queda el asunto del dinero. ?C¨®mo piensa el Gobierno pagar todas estas inversiones? Porque la gesti¨®n de la pandemia ha provocado que el Reino Unido tenga el mayor descenso en su econom¨ªa de todas las naciones del G7¡å, ha preguntado a Johnson el l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Keir Starmer. ¡°Este compromiso del aumento del gasto carece de la necesaria estrategia. El Gobierno ha vuelto a echar atr¨¢s partidas vitales y no existe ninguna claridad sobre sus prioridades estrat¨¦gicas¡±. Starmer, sin embargo, no ha tenido m¨¢s remedio que expresar su respaldo a unos planes que han sido recibidos con alborozo por el estamento militar brit¨¢nico. ¡°El compromiso anunciado asegura la defensa de nuestro pa¨ªs, da sentido a la visi¨®n de una Global Britain [Gran Breta?a Global, el eslogan adoptado por Johnson para expresar su visi¨®n de un Reino Unido post-Brexit], y env¨ªa un poderoso mensaje a nuestros aliados y a nuestros enemigos¡±, ha dicho el jefe del Estado Mayor, el general Nick Carter.

El ministro de Econom¨ªa, Rishi Sunak, tiene que presentar la semana que viene una revisi¨®n del gasto p¨²blico, en la que se ver¨¢ obligado a admitir que el Reino Unido afronta el mayor hundimiento de las cifras econ¨®micas del pa¨ªs desde la Segunda Guerra Mundial. Y aunque el consenso entre las principales instituciones econ¨®micas aplaude que la recuperaci¨®n se logre a trav¨¦s de un esp¨ªritu keynesiano de inversiones masivas, tambi¨¦n tiene claro que, a medio plazo, ser¨¢ necesaria una subida de impuestos que espanta a la mayor¨ªa de diputados del Partido Conservador.

Pero Johnson necesita desplegar cuanto antes una visi¨®n de futuro que oculte la err¨¢tica gesti¨®n de la pandemia, deje atr¨¢s las guerras internas en Downing Street, ayude a rebajar la amenaza de fragmentaci¨®n territorial del Reino Unido y, sobre todo, proyecte una imagen de fortaleza en la soledad internacional del pa¨ªs que supondr¨¢ el Brexit. El compromiso de elevar el gasto en defensa hasta el 2,2% del PIB y de aumentar la contribuci¨®n a la OTAN, conf¨ªa Downing Street, ser¨¢ bien recibido por la nueva Administraci¨®n de Joe Biden, que hereda y comparte el deseo de anteriores Gobiernos estadounidenses de que Europa se comprometa m¨¢s en la defensa del orden internacional.