Arabia Saud¨ª juzgar¨¢ en un tribunal antiterrorista a una destacada defensora de los derechos de la mujer

El caso de la activista saud¨ª Loujain al Hathloul ha sido remitido este mi¨¦rcoles al Tribunal Penal Especializado, que juzga a los sospechosos de terrorismo. La decisi¨®n supone un jarro de agua fr¨ªa para su familia y los defensores de derechos tras la campa?a por su liberaci¨®n que lanzaron ante la ¨²ltima cumbre del G20 organizada por Riad. En la nueva sesi¨®n del juicio, convocada apenas con 24 horas de antelaci¨®n, tambi¨¦n han comparecido Nouf Abdelaziz, Nasima al Sada y Samar Badawi, todas ellas detenidas por sus actividades en favor de las mujeres, seg¨²n fuentes de organizaciones de derechos humanos.

¡°Loujain parec¨ªa d¨¦bil ante el tribunal, ten¨ªa continuas convulsiones y su voz era d¨¦bil y temblorosa¡±, ha descrito su hermana Lina en un tuit poco despu¨¦s de la audiencia. Lina, que vive en Bruselas, desde donde trabaja por la libertad de Loujain, anunci¨® la v¨ªspera que sus padres, que la representan legalmente, acababan de ser informados de la reanudaci¨®n del juicio sin apenas tiempo para prepararse.

Dada su desconfianza hacia el sistema judicial saud¨ª, la mayor preocupaci¨®n de la familia era poder comprobar el estado de salud de Loujain. No ten¨ªan noticias suyas desde que hace un mes inici¨® una huelga de hambre precisamente para protestar por la falta de acceso regular a sus allegados. La audiencia les daba la posibilidad de verla.

El Comit¨¦ de Derechos de la Mujer de la ONU dijo a principios de este mes que el deterioro de su salud era ¡°muy alarmante¡± y pidi¨® su ¡°inmediata¡± liberaci¨®n.

El env¨ªo del caso al Tribunal Penal especializado apunta a un juicio a¨²n m¨¢s duro y con menos garant¨ªas que en los tribunales ordinarios, seg¨²n los defensores de derechos. Esa instancia fue creada en 2008, fuera del sistema de Shar¨ªa (ley isl¨¢mica), para juzgar a presuntos terroristas. Pero desde la ley antiterrorista de 2014 eso incluye quienes critican al reino, a los activistas de derechos humanos e incluso a los ateos.

Loujain, de 31 a?os, fue detenida en 2018 junto a otras 11 activistas, incluidas las tres que han comparecido con ella hoy, acusadas de ¡°conspirar con organizaciones internacionales hostiles al reino¡±. El juicio contra ellas empez¨® en marzo del a?o pasado en medio de una campa?a de desprestigio de los medios estatales que les acusaba de ¡°traidoras¡± y ¡°agentes de las embajadas¡±, que alarm¨® a los diplom¨¢ticos extranjeros acreditados en Riad. Desde entonces, las sesiones, la ¨²ltima el pasado marzo, han sido anunciadas de forma arbitraria y celebradas a puerta cerrada.

Algunas de las encarceladas est¨¢n en libertad bajo fianza, al parecer tras haber sido forzadas a firmar confesiones. Loujain, la m¨¢s joven de ellas, adquiri¨® notoriedad en diciembre de 2014 cuando fue detenida al cruzar conduciendo la frontera de Arabia Saud¨ª desde Emiratos ?rabes Unidos, donde estudiaba. Pas¨® 73 d¨ªas en prisi¨®n por reclamar el derecho de las mujeres a conducir. Su segundo arresto se produjo pocos d¨ªas antes de que se levantara esa prohibici¨®n.

La familia de Loujain denunci¨® que durante los primeros tres meses tras su detenci¨®n estuvo incomunicada y fue sometida a descargas el¨¦ctricas, latigazos y acoso sexual. El Gobierno saud¨ª ha rechazado esas acusaciones. Tambi¨¦n ha hecho o¨ªdos sordos a los numerosos llamamientos a la liberaci¨®n de Loujain y el resto de las activistas que tanto grupos de derechos humanos como numerosos pol¨ªticos intensificaron ante la cumbre del G20 el pasado fin de semana.

Gracias al esfuerzo de sus hermanos, que viven fuera de Arabia Saud¨ª, Loujain se ha convertido en el s¨ªmbolo de los activistas encarcelados en el Reino del Desierto. Su movilizaci¨®n incansable ha hecho que su rostro sea el m¨¢s reconocido de todos ellos e incluso ha estado propuesta para el premio Nobel de la Paz. Justo ese respaldo internacional es lo que m¨¢s irrita a los dirigentes saud¨ªes, con el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n a la cabeza. El heredero y gobernante de hecho no ha dado muestras de flexibilidad ni siquiera tras el chaparr¨®n por el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi hade dos a?os.