Arabia Saud¨ª permite desde este domingo que las mujeres conduzcan
La medida, largamente esperada por las activistas, ha quedado eclipsada por la detenci¨®n de varias de ellas
Por fin ha llegado el d¨ªa. Desde este domingo, Arabia Saud¨ª permite conducir a las mujeres. Nueve meses despu¨¦s de que el rey Salm¨¢n levantara la anacr¨®nica prohibici¨®n con un decreto real, las saud¨ªes van a ponerse al volante. ¡°Voy a conducir. A cualquier sitio. De forma aleatoria. Quiero saber qu¨¦ se siente conduciendo de forma legal¡±, responde exultante Hatoon al Fassi al ser preguntada por sus planes para esta jornada. Sin embargo, la detenci¨®n de varias activistas que, como ella, lucharon para conseguirlo, empa?a la jornada y plantea dudas sobre la profundidad de la reforma que impulsa el hijo y heredero del monarca, el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n?(MBS).
¡°Significa mucho para nosotras¡ Vamos a tomar las riendas de nuestro destino¡±, asegura Al Fassi, profesora universitaria y veterana activista de los derechos de la mujer, tras canjear su carn¨¦ de conducir de un pa¨ªs vecino por el nuevo documento saud¨ª. Otras se han preparado en las autoescuelas (s¨®lo para mujeres) que funcionan desde marzo.
El cambio va mucho m¨¢s all¨¢ del simple hecho de poder ponerse al volante. La prohibici¨®n ha limitado la movilidad de las mujeres en un pa¨ªs sin transporte p¨²blico digno de ese nombre (a¨²n est¨¢ pendiente la inauguraci¨®n del metro de Riad) y dificultado su incorporaci¨®n al trabajo, a pesar de que su preparaci¨®n es de media superior a la de los hombres. Es un desperdicio de talento que el Reino del Desierto no puede seguir permiti¨¦ndose.
As¨ª lo ha reconocido el pr¨ªncipe Mohamed, a quien se atribuye la decisi¨®n. MBS, como se le conoce, est¨¢ impulsando un ambicioso programa de reformas para superar la dependencia del petr¨®leo que exige modernizar la sociedad y recortar la influencia del clero (basti¨®n de las posturas m¨¢s conservadoras, pero tambi¨¦n fuente de legitimidad de la monarqu¨ªa). Entre los objetivos de su Visi¨®n 2030 se encuentra lograr que para ese a?o las saud¨ªes sean el 30% de la fuerza laboral (frente al 10% actual). De ah¨ª la necesidad de acabar con la prohibici¨®n.
El precio de no conducir
Para poder ir cada d¨ªa a su trabajo, las saud¨ªes necesitan un ch¨®fer. Eso significa gastar entre 800 y 3.000 r¨ªales (entre 183 y 687 euros) al mes, dependiendo de la ciudad, los horarios y si comparten o no el veh¨ªculo. A muchas eso supone la mitad de su sueldo.
Seg¨²n cifras oficiales, Arabia Saud¨ª, un tercio de cuyos 33 millones de habitantes son inmigrantes, gasta 25.000 millones de riales (unos 5.750 millones de euros) anuales en los salarios de 1,38 millones de ch¨®feres privados, la mayor¨ªa extranjeros contratados para facilitar la movilidad de las mujeres.
Los analistas ya est¨¢n haciendo cuentas de los beneficios. Esperan que la medida abra el mercado laboral a las mujeres, algunas de las cuales ya se han inscrito en los programas de plataformas de transporte como Uber o Careem, en busca de un empleo. De entrada, la eventual reducci¨®n del n¨²mero de conductores privados tendr¨¢ un impacto positivo en el presupuesto de muchas familias. Adem¨¢s, se prev¨¦ que estimule la venta de coches y el sector de los seguros.
¡°No puedo esperar el momento. Siento que voy a llorar. Estoy convencida de que va a ser algo muy emotivo¡±, conf¨ªa N., la saud¨ª que hace tres a?os condujo a esta corresponsal por las calles de Riad. Se sac¨® el carn¨¦ en Estados Unidos cuando estudiaba Medicina. Sin embargo, en su propio pa¨ªs, esta reputada profesional en cuyas manos muchos saud¨ªes ponen su salud y hasta sus vidas, ten¨ªa prohibido conducir hasta este domingo, y todav¨ªa sigue bajo la tutela formal de su esposo. ¡°Es un sinsentido¡±, constata.
El hecho de que se mantenga el ominoso sistema de tutela suscita dudas sobre la profundidad del cambio. Para muchas saud¨ªes sirve de poco tener derecho a conducir mientras sigan necesitando el permiso de un hombre (padre, esposo, hermano o hijo) para ir a la Universidad, renovar el pasaporte y viajar al extranjero.
Ven con inquietud la reciente detenci¨®n de 17 activistas (incluidos tres hombres) que desde hace a?os han hecho campa?a por el derecho a conducir y la abolici¨®n de la tutela. Nueve mujeres, entre ellas las veteranas Aziza al Yusef, Eman al Nafyan y Loujain al Hathloul, contin¨²an encarceladas acusadas de delitos muy graves, incluido el de ¡°traici¨®n¡±, que adem¨¢s de castigarse con penas elevadas buscan da?ar su reputaci¨®n, seg¨²n varias ONG internacionales. Su caso preocupa al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.
Las autoridades del reino parecen temer que el activismo de las mujeres se extienda a otras reclamaciones. Desde el principio dejaron claro que el levantamiento del veto a que condujeran era una concesi¨®n real, no un derecho conquistado. No hubo ning¨²n reconocimiento a las numerosas saud¨ªes que durante tres d¨¦cadas han estado haciendo campa?a para conseguirlo. Al contrario, se les pidi¨® silencio.
¡°Cada paso nos recuerda la necesidad de pasar al siguiente nivel¡ a¨²n queda camino por recorrer¡±, admite Al Fassi que sin embargo se muestra esperanzada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.