Abogados en el punto de mira de Erdogan
Letrados defensores en procesos con trasfondo pol¨ªtico denuncian que se les intenta equiparar con grupos terroristas
La represi¨®n en Turqu¨ªa toca de lleno al colectivo de abogados. M¨¢s de 1.500 profesionales han sido procesados en los ¨²ltimos cinco a?os; m¨¢s de 600 han sido detenidos y enviados a prisi¨®n preventiva. Adem¨¢s, unos 440 han sido sentenciados y condenados a un total de casi 3.000 a?os de c¨¢rcel acusados de cooperar o de ser miembros de organizaciones terroristas. Son cifras del ¨²ltimo informe de la organizaci¨®n The Arrested Lawyers Initiative, que hace un seguimiento peri¨®dico sobre las presiones y obst¨¢culos a los que se enfrentan los letrados. Obst¨¢culos que, seg¨²n denuncian, forman parte de una estrategia del Gobierno de Recep Tayyip Erdogan para intimidar a la profesi¨®n. Es una muestra m¨¢s de la pol¨ªtica de mano dura que aplica el presidente desde el fallido golpe de Estado de 2016 y que se ceba en los defensores de acusados en procesos con trasfondo pol¨ªtico, como los vinculados con el nacionalismo kurdo, los g¨¹lenistas y la asonada de julio de 2016, por la que esta semana la justicia conden¨® a m¨¢s de 300 militares y civiles a cadena perpetua.
El caso de la letrada Raziye ?zt¨¹rk es ilustrativo de la presi¨®n constante sobre los letrados turcos. En marzo de 2016, efectivos de la unidad antiterrorista de la Polic¨ªa turca registraron la casa de ?zt¨¹rk. Buscaban pruebas que la vinculasen al grupo armado kurdo PKK, considerado terrorista en Turqu¨ªa y la Uni¨®n Europea. No se la llevaron detenida, pero otros nueve compa?eros suyos fueron arrestados y algunos pasaron meses en prisi¨®n preventiva antes del juicio. Todos eran miembros de la Asociaci¨®n de Letrados Libertarios (?HD, en sus siglas turcas), que presta asistencia legal a personas con pocos recursos y en procesos de alto contenido pol¨ªtico, especialmente en los relacionados con la cuesti¨®n kurda.
?zt¨¹rk contin¨²a enfrent¨¢ndose a cargos por esa causa -un macroproceso contra el entramado del PKK-, cuyas investigaciones se iniciaron la pasada d¨¦cada y que reaparecen peri¨®dicamente para imputar a pol¨ªticos, activistas y abogados. Las supuestas pruebas incriminatorias contra la letrada y sus compa?eros son, en realidad, actuaciones que son parte del trabajo habitual de un abogado: conversaciones con sus clientes, visitas a presos, denuncias sobre las condiciones carcelarias... ?zt¨¹rk, adem¨¢s, tiene otros juicios pendientes, por negarse a ser registrada o por una supuesta agresi¨®n a un guardia de seguridad, algo que ella niega. Ve estos procesamientos como una estrategia para ¡°intimidar¡± a los letrados. ¡°Se nos abren investigaciones, se dice en televisi¨®n que hemos sido detenidos por tal y tal cosa sin que haya habido una sentencia, se nos intenta marcar para que ning¨²n cliente quiera trabajar con nosotros¡±, asegura.
¡°La presi¨®n ha aumentado enormemente en los ¨²ltimos a?os. Ya no se sigue el proceso debido: el Gobierno se?ala y la Fiscal¨ªa act¨²a. El objetivo son los periodistas y los abogados, ya que son dos profesiones esenciales para la democracia¡±, sostiene el abogado Kemal Ayta?. Cita como ejemplo el centenar de letrados detenidos el pasado septiembre en varias provincias en operaciones policiales contra FET?, el acr¨®nimo utilizado en Turqu¨ªa para designar como terrorista a la organizaci¨®n pol¨ªtico-religiosa de Fetul¨¢ G¨¹len, convertida en principal enemigo del Gobierno: estuvieron involucrados en el intento de golpe de Estado de 2016 y al propio G¨¹len se le acusa de liderarlo. De hecho, esta semana, m¨¢s de 300 militares y cuatro civiles vinculados al g¨¹lenismo fueron condenados a cadena perpetua por su participaci¨®n en la asonada. ¡°A los abogados detenidos se les interroga sobre por qu¨¦ han recibido dinero de tal persona, su cliente, o por qu¨¦ han accedido a defenderle. Eso es inaceptable¡±, prosigue Ayta?, al que han abierto tres investigaciones y dos juicios por su participaci¨®n en protestas pac¨ªficas.
La presi¨®n que sufren los abogados turcos surte a veces efecto. Tras el intento de golpe de Estado y las purgas desatadas por el Gobierno, a las familias de los g¨¹lenistas detenidos les cost¨® encontrar letrados dispuestos a hacerse cargo de su defensa: ¡°Muchos abogados conservadores ten¨ªan miedo de que se les vinculase a FET?, as¨ª que al final los g¨¹lenistas acudieron a aquellos de conocidas credenciales izquierdistas o nacionalistas¡±, explica Elkan Albayrak, que ha representado a algunas de estas personas. ¡°Los he defendido porque se est¨¢ utilizando de manera muy amplia la acusaci¨®n de terrorismo, metiendo en el mismo saco a quienes s¨ª han cometido actos ilegales y a quienes simplemente ten¨ªan su dinero en Bank Asya [el banco de la cofrad¨ªa g¨¹lenista]. Y porque creo que todo el mundo tiene derecho a la defensa¡±, destaca.
Un derecho que est¨¢ siendo limitado en Turqu¨ªa, tal y como ha podido comprobar el propio abogado: ¡°Obtener permiso para examinar las pruebas de la acusaci¨®n se ha hecho casi imposible. Se restringe el acceso de los abogados a sus clientes, se restringen las visitas de familiares a los presos, todo ello para forzar a los detenidos a convertirse en colaboradores y que acusen a otras personas¡±.
Profesionales marcados
Albayrak lamenta tambi¨¦n que se mire con sospecha a quienes llevan los casos relacionados con ciertas organizaciones, especialmente desde los medios de comunicaci¨®n progubernamentales: ¡°Publican nuestros nombres y nos marcan como abogados del terrorismo con el objetivo de amedrentarnos¡±. Por ejemplo, tras la detenci¨®n de Raziye ?zt¨¹rk, el diario Sabah, vinculado a la familia del yerno de Erdogan, public¨® una noticia en la que dec¨ªa que era muy ¡°llamativo¡± que un abogado que llevaba casos de polic¨ªas acusados de ser g¨¹lenistas se encargase tambi¨¦n de la defensa de una ¡°sospechosa del PKK¡±, en referencia a la letrada, subrayando as¨ª la narrativa gubernamental de que todas las organizaciones terroristas -por mucho que sean de ideolog¨ªas enfrentadas- cooperan entre s¨ª para atacar a Turqu¨ªa.
Uno de los casos m¨¢s graves de esta estrategia es el de Ebru Timtik. Esta letrada, miembro del Bufete Legal del Pueblo (HHB, en sus siglas turcas), que defiende a imputados de la extrema izquierda, fue condenada junto a otros 17 colegas a 13 a?os y medio de c¨¢rcel bajo la acusaci¨®n de ser miembro del grupo armado DHKP-C. El juicio, que Amnist¨ªa Internacional calific¨® de ¡°golpe al derecho a un juicio justo¡±, se resolvi¨® en apenas tres vistas y a partir de testigos secretos y datos de los acusados a los que los abogados de la defensa no tuvieron acceso. Timtik falleci¨® el pasado agosto tras 238 d¨ªas de huelga de hambre en protesta por la negativa de las altas instancias judiciales a repetir el juicio con mayores garant¨ªas.
Partidos de la oposici¨®n y organizaciones internacionales criticaron el trato dado a Timtik, y el Colegio de Abogados de Estambul organiz¨® una ceremonia tras su muerte colgando un retrato de la letrada en su fachada, algo que no sent¨® nada bien al Gobierno turco, que orden¨® a la polic¨ªa retirar la imagen de una ¡°terrorista¡±. ¡°Es inaceptable que un Colegio de Abogados se convierta en el patio trasero de organizaciones ilegales y marginales¡±, critic¨® el ministro de Justicia, Abd¨¹lhamit G¨¹l.
Erdogan ya ha avisado de que las reformas que est¨¢ aprobando su Gobierno -como la divisi¨®n de los colegios de abogados y la modificaci¨®n de su normativa de elecci¨®n- est¨¢n destinadas a ¡°cortar el camino que lleva de ser abogado a terrorista¡±. ¡°Si otras personas pueden ser expulsadas de su profesi¨®n por apoyar el terrorismo, deber¨ªamos debatir la necesidad de hacerlo tambi¨¦n con los abogados¡±, a?adi¨®.
¡°Lo que se busca con la represi¨®n de los abogados es obstaculizar el derecho a la defensa. Por desgracia, la Justicia turca funciona solo bajo ¨®rdenes del Ejecutivo y ya hasta los votantes del partido del Gobierno han dejado de confiar en ella¡±, lamenta el abogado Ayta?: ¡°Y si nadie puede confiar en el proceso judicial, es imposible que funcione el resto¡±.
Con todo, en las ¨²ltimas semanas, el Gobierno turco ha dado un nuevo giro al anunciar una reforma para mejorar la aplicaci¨®n de la Justicia y garantizar los derechos humanos. Incluso el Ministerio de Justicia envi¨® una circular seg¨²n la cual los magistrados que contravengan las decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos quedar¨¢n excluidos de promociones. La raz¨®n fundamental es mejorar la mala imagen de Turqu¨ªa para atraer inversores en un p¨¦simo momento econ¨®mico. Esto ha llevado a varios comentaristas progubernamentales a aventurar la liberaci¨®n de algunos presos pol¨ªticos de renombre, como el l¨ªder kurdo Selahattin Demirtas, el fil¨¢ntropo Osman Kavala o el periodista Ahmet Altan. Sin embargo, Erdogan y su socio de gobierno, el ultraderechista Devlet Bah?eli, r¨¢pidamente han dejado claro que en ning¨²n momento aflojar¨¢n la mano frente a aquellos relacionados con el ¡°terrorismo¡±.
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