¡°Nadie oblig¨® a Polonia y Hungr¨ªa a firmar los tratados europeos que consagran el Estado de derecho¡±
El vicepresidente primero de la Comisi¨®n Europea conf¨ªa en que la UE superar¨¢ el veto de Varsovia y Budapest a los fondos de recuperaci¨®n y apuesta por acelerar la transici¨®n verde
A unas horas de la cumbre en Bruselas del jueves y el viernes, en la que la Uni¨®n Europea se enfrenta al veto de Hungr¨ªa y Polonia a los presupuestos europeos y, de rebote, a los nuevos objetivos en la lucha contra el cambio clim¨¢tico, el vicepresidente primero de la Comisi¨®n Europea, el holand¨¦s Frans Timmermans (Maastricht, 59 a?os) se muestra confiado en la posibilidad de llegar a un acuerdo. Pero alerta contra la tentaci¨®n de ceder ante Polonia y Hungr¨ªa, que persiguen con su veto abortar el nuevo mecanismo de vigilancia sobre el respeto al Estado de derecho en todos los socios de la UE. ¡°Renunciar al Estado de derecho ser¨ªa renunciar a la UE¡±, avisa Timmermans durante una entrevista con EL PA?S y el diario polaco Gazeta Wyborcza, en nombre del grupo de medios europeos LENA.
Pregunta. La cumbre europea de esta semana espera pactar el objetivo para 2030 de una reducci¨®n del 55% de las emisiones de CO2 en relaci¨®n con 1990. ?Es posible con el veto h¨²ngaro y polaco a los presupuestos para frenar el mecanismo del Estado de derecho sobre la mesa?
Respuesta. Los dos asuntos est¨¢n ligados. Para llegar al 55% de reducci¨®n en 2030 tenemos que disponer de los recursos financieros para invertir en la transformaci¨®n industrial y tecnol¨®gica. Pero dicho esto, soy bastante optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo sobre el 55%. Las discusiones previas muestran que hay voluntad en todos los Estados miembros para alcanzarlo.
P. ?Merecer¨ªa la pena renunciar al mecanismo de protecci¨®n del Estado de derecho para salvar el paquete financiero?
R. El compromiso sobre el mecanismo que han alcanzado el Consejo y el Parlamento Europeo es razonable y refleja todos los puntos de vista. Y es aceptable para casi todo el mundo. Renunciar al Estado de derecho ser¨ªa renunciar a la UE. La UE no se puede mantener en pie si no se apoya en el tri¨¢ngulo de democracia, respeto a los derechos humanos y Estado de derecho.
P. Hungr¨ªa y Polonia interpretan que la Uni¨®n est¨¢ invadiendo su soberan¨ªa con la vigilancia cada vez m¨¢s intensa del Estado de derecho.
R. Nadie oblig¨® a Polonia o Hungr¨ªa a firmar y ratificar los tratados europeos. Pacta sunt servanda. Si firmas un tratado, tienes que cumplirlo. Y el art¨ªculo 2 del tratado europeo es muy claro sobre el Estado de derecho y sobre la naturaleza de la sociedad europea. Y no es solo el Estado de derecho, es tambi¨¦n la independencia de los medios, el respeto por las minor¨ªas, el hecho de que nuestras sociedades son multiformes. Estos dos pa¨ªses han firmado libremente el tratado y lo han ratificado, incluso despu¨¦s de un refer¨¦ndum. Nadie les impone nada. Y los sondeos de opini¨®n indican que tanto en Polonia como en Hungr¨ªa hay un apoyo masivo a la pertenencia a la UE.
P. Si no levantan el veto, no habr¨¢ presupuestos, ni fondo de recuperaci¨®n ni dinero para el Pacto Verde.
R. Creo que es posible llegar a una soluci¨®n satisfactoria para todos basada en el acuerdo alcanzado por Consejo y Parlamento. Si se trata de aclarar la interpretaci¨®n del acuerdo, la canciller [alemana, Angela] Merkel puede ser de mucha ayuda para asegurar que todo el mundo tenga la misma lectura del texto y precisar lo que no est¨¢ incluido. Esa puede ser la base de una soluci¨®n. Si no, tendr¨ªamos que buscar una alternativa para sacar adelante el fondo de recuperaci¨®n con 25 Estados miembros, sin Polonia ni Hungr¨ªa.
P. Incluso si se logra el acuerdo sobre el 55% de reducci¨®n de emisiones, ?cree que bastar¨¢ para mantener el liderazgo europeo en la lucha contra el cambio clim¨¢tico? El Reino Unido, China y, en breve, los EE UU de Biden han entrado en la carrera.
R. Me gusta ese reto. Es una carrera hacia arriba. Y si alguien puede ganarnos, pues estupendo, aunque no veo que vaya a ocurrir. Pero no me importar¨ªa si alguien lo hace mejor y m¨¢s r¨¢pido porque ¨¦sta es una carrera en la que nadie puede perder si todos corremos en la direcci¨®n correcta.
P. ?Tiene sentido luchar contra el cambio clim¨¢tico en medio de una pandemia que ya ha provocado un mill¨®n y medio de muertos en el mundo y m¨¢s de 350.000 en Europa?
R. Las vacunas est¨¢n a punto de llegar a los Estados miembros y las campa?as de vacunaci¨®n empezar¨¢n pronto, de modo que en la covid-19 se ve la luz al final del t¨²nel. Pero no existe vacuna contra la crisis clim¨¢tica. No hay vacuna para la crisis de la biodiversidad. Y esas crisis son una amenaza a¨²n mayor para la humanidad que esta pandemia. As¨ª que no hay elecci¨®n. Debemos actuar ahora. Porque si queremos la neutralidad clim¨¢tica en 2050 hay que empezar ahora, dada la duraci¨®n de los ciclos de inversi¨®n y los plazos necesarios para reestructurar una econom¨ªa.
P. ?En qu¨¦ se traducir¨¢ el Pacto Verde para el ciudadano de a pie?
R. De entrada, dejar¨ªan de morir 400.000 personas al a?o de forma prematura por culpa de la mala calidad del aire. Eso ya ser¨ªa un gran ¨¦xito. Tendr¨ªamos tambi¨¦n energ¨ªa limpia a un precio asumible. Tendr¨ªamos empleos de nuevo cu?o, para los que podr¨ªamos formar al nuevo personal o a las plantillas actuales. Podemos tambi¨¦n ser l¨ªderes en econom¨ªa circular, en movilidad m¨¢s limpia, en agricultura con menos pesticidas. Es la Europa que podemos lograr en una generaci¨®n. 2050 parece que queda muy lejos. Pero son solo 30 a?os. Voy a cumplir 60 a?os en 2021 y ahora el mundo de hace tres d¨¦cadas me parece que est¨¢ a la vuelta de la esquina. A mis hijos les pasar¨¢ lo mismo dentro de 30 a?os.
P. Pero la gente afectada por la crisis actual quiz¨¢ no est¨¦ en condiciones de aceptar el cambio. ?C¨®mo va a convencerles?
R. Por supuesto, todo el mundo en Europa est¨¢ ahora pensando en su salud y en su trabajo. Pero la pandemia no va a frenar la revoluci¨®n industrial que se est¨¢ produciendo a nivel mundial. La tecnolog¨ªa ha dado un gran salto adelante y eso hace imparable la revoluci¨®n industrial. Nuestra tarea es que se haga de una manera justa y que nadie se queda atr¨¢s.
P. Los partidos populistas de extrema derecha o eur¨®fobos parecen dispuestos a explotar los miedos que genera esa transici¨®n, exacerbados por la crisis de la pandemia.
R. Lo que llamamos populismos o movimientos reaccionarios son el resultado de dos cosas. Primero, que mucha gente se siente abandonada y considera que se queda atr¨¢s. Eso es lo m¨¢s urgente que hay que resolver. Y para ello no basta con criticar a los populistas, aunque se lo merezcan. El problema seguir¨¢ ah¨ª. El liberalismo ha dejado en la cuneta a demasiada gente en los ¨²ltimos 20 a?os. El segundo problema, relacionado con el primero, es que estamos en medio de una revoluci¨®n industrial que va a transformar las sociedades. Y sabemos por anteriores revoluciones industriales que en esta situaci¨®n todas las instituciones, sean pol¨ªticas o econ¨®micas, son cuestionadas. Y eso es lo que vemos hoy d¨ªa. Y hay dos opciones. O te adaptas y das forma a la revoluci¨®n en beneficio de toda la sociedad. O la revoluci¨®n industrial te adapta. O te redefines o algo nuevo surge para afrontar el nuevo contexto. Pero Europa tiene una admirable capacidad de resistencia y de adaptaci¨®n. Y la UE tambi¨¦n. Siempre vamos hasta el precipicio y cuando todo el mundo piensa que vamos a caer, se llega a una soluci¨®n.
P. Pero, ?c¨®mo explica que en pa¨ªses tan ricos como el suyo, Austria o Alemania tambi¨¦n triunfe el populismo?
R. El ¨¦xito de los populistas siempre depende de la reacci¨®n de los otros partidos. Y creo que alguien que viene de Espa?a entender¨¢ bien a lo que me refiero. El ejemplo es Baviera. Cuando surgi¨® AfD, la reacci¨®n conservadora fue moverse en la misma direcci¨®n y utilizar el mismo lenguaje. Y el ¨²nico efecto que lograron fue el crecimiento de AfD. Hasta que una persona como Markus S?der, el presidente de Baviera, empez¨® a distanciarse de la extrema derecha. Y cre¨® espacio para un nuevo centro conservador, con pol¨ªticas sociales, medioambientales, como parte de una visi¨®n conservadora. Y tuvo ¨¦xito. Los extremistas dependen mucho de la voluntad de otros para trabajar con ellos. No creo que los radicales de derecha puedan lograr la mayor¨ªa por s¨ª solos en casi ning¨²n pa¨ªs. Pero en combinaci¨®n con otras fuerzas conservadoras, s¨ª lo pueden conseguir.
P. ?Y en los Pa¨ªses Bajos, donde los populistas ganan enteros a tres meses vista de las elecciones?
R. A pesar de que mi pa¨ªs es considerado rico y que disfruta de un ¨¦xito econ¨®mico y goza de una buena pol¨ªtica de redistribuci¨®n, hay una parte de la ciudadan¨ªa que no se siente part¨ªcipe de ese ¨¦xito y se considera abandonada. Para las clases medias, desde un oficial de polic¨ªa al personal sanitario o educativo, la situaci¨®n es mejor que anta?o, pero en t¨¦rminos relativos no se est¨¢n beneficiando tanto del crecimiento como otros. Tenemos, por ejemplo, carencia de profesores en algunas ciudades. Y no es por falta de personal. Es porque el profesorado ya no puede permitirse vivir en algunas ciudades por culpa del elevado precio de la vivienda. Ese es el tipo de problemas que debemos resolver.
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