La C¨¢mara de Representantes env¨ªa al Senado los cargos contra Trump y activa el juicio
El tercer 'impeachment' a un presidente en la historia de Estados Unidos durar¨¢ semanas y sacudir¨¢ las primarias dem¨®cratas
El tercer juicio pol¨ªtico a un presidente de Estados Unidos en la historia ha llegado al Senado. La C¨¢mara de Representantes envi¨® este mi¨¦rcoles a la C¨¢mara alta los cargos contra Donald Trump por el esc¨¢ndalo de Ucrania y aprob¨® el nombramiento de los siete congresistas dem¨®cratas que ejercer¨¢n como fiscales en el impeachment. Durante semanas, un centenar de senadores convertidos en miembros de un jurado escuchar¨¢n los argumentos de las partes, quiz¨¢ tambi¨¦n a testigos, y decidir¨¢n si hay que destituir al mandatario, algo improbable dada la mayor¨ªa republicana que lo arropa.
"Hoy hacemos historia y, mientras hacemos historia, logramos progreso para el pueblo americano", proclam¨® la presidenta de la C¨¢mara, la veterana dem¨®crata Nancy Pelosi, esta tarde en el Capitolio. El impeachment servir¨ªa, a?adi¨®, para que "ning¨²n futuro presidente" crea que puede hacer "lo que quiera".
El guion del d¨ªa demostr¨®, una vez m¨¢s, que este pa¨ªs carece de realeza, pero ama la pompa. Tras el hist¨®rico voto en el pleno, Pelosi? firm¨® el documento con los cargos ¡ªlos llamados art¨ªculos del impeachment¡ª, usando varios bol¨ªgrafos, convertidos autom¨¢ticamente en objetos de coleccionista. Acto seguido, entreg¨® los cargos a los reci¨¦n nombrados fiscales, la secretaria de la C¨¢mara y el sargento de armas. La comitiva march¨® despu¨¦s en procesi¨®n a presentar esos art¨ªculos ante el secretario del Senado y, una vez all¨ª, la secretaria, Cheryl Johnson, ley¨® la resoluci¨®n.
La ocasi¨®n merec¨ªa grandilocuencia. Solo hay dos precedentes de impeachment en Estados Unidos, el de Andrew Johnson en 1868 y el de Bill Clinton en 1998. Ninguno acab¨® con la ca¨ªda del mandatario, pero en cada momento de la historia sacudi¨® a la naci¨®n. El presidente est¨¢ acusado de abuso de poder por presionar a Ucrania para que anunciase una investigaci¨®n contra su rival pol¨ªtico Joe Biden, precandidato dem¨®crata a las presidenciales de 2020, y al hijo de este por sus negocios en el pa¨ªs. Tambi¨¦n debe responder por la acusaci¨®n de obstrucci¨®n al Congreso, ya que decidi¨® torpedear toda la fase de instrucci¨®n previa en la C¨¢mara de Representantes, rechazando la declaraci¨®n de testigos de la Administraci¨®n y la entrega de decenas de documentos.
La C¨¢mara alta se convierte a partir de este jueves en un tribunal. El presidente del Supremo, el juez John Roberts, acudir¨¢ ese mismo d¨ªa a jurar su cargo, al igual que los 100 senadores estadounidenses, que ahora se convierten en los miembros del jurado. Para algunos de ellos, el calendario no puede resultar peor. Este el tercer impeachment de la historia de Estados Unidos, pero el primero que coincide con unas primarias dem¨®cratas, y cuatro de los aspirantes son senadores cuyas agendas de campa?a acaban de saltar por los aires. Todos deben participar en las sesiones, de seis d¨ªas por semana, en silencio y con los tel¨¦fonos apagados. A poco m¨¢s de dos semanas de los primeros caucus, de Iowa, este proceso supone un serio apuro para dos de los precandidatos m¨¢s destacados en los sondeos, Elizabeth Warren y Bernie Sanders.
La resoluci¨®n de los fiscales y el env¨ªo de cargos sali¨® adelante este mi¨¦rcoles con 228 votos a favor (todos dem¨®cratas y un independiente) y 193 en contra, correspondiente al bloque republicano m¨¢s un solo dem¨®crata, lo que confirma la t¨®nica partidista en la que se ha desarrollado este proceso y lo previsible que resulta la absoluci¨®n de Trump en el Senado, de mayor¨ªa republicana. El l¨ªder republicano en la C¨¢mara de Representantes, Kevin McCarthy, acus¨® a los dem¨®cratas de tratar de retirar a Trump del cargo "con el caso m¨¢s d¨¦bil".
Aunque el juicio comienza formalmente con la jura, los argumentos iniciales de los cargos comenzar¨¢n el pr¨®ximo martes. La presencia del presidente del Comit¨¦ de Inteligencia de la C¨¢mara baja, Adam Schiff, y su hom¨®logo del de Justicia, Jerry Nadler, primeros espadas de los dem¨®cratas en la fase de investigaci¨®n y audiencias previas que se desarroll¨® durante m¨¢s de dos meses, se daba por descontada entre el grupo de fiscales. A estos, se suman los congresistas Zoe Lofgren, de California; Hakeem Jeffries, de Nueva York; Val Demings, representante por Florida; Jason Crow, de Colorado; y Sylvia Garcia, de Texas. Al otro lado, los abogados de la Casa Blanca y, tambi¨¦n, los 53 senadores republicanos que han cerrado filas en torno a Trump.
Una inc¨®gnita de este juicio consiste en si los republicanos, decididos a declarar inocente a Trump cuanto antes, aceptan la declaraci¨®n de nuevos testigos, algo que los dem¨®cratas no dejan de reclamar. Algunos republicanos, como los senadores Mitt Romney o Lisa Murkowski, se han mostrado abiertos a apoyarlo.
El martes por la noche, en la v¨ªspera de esta votaci¨®n crucial, llegaron a la C¨¢mara nuevos documentos que muestran las maniobras de Rudy Giuliani, abogado personal de Trump y clave en este caso, para lograr que Kiev anunciase investigaciones que perjudicar¨ªan a los dem¨®cratas. Entre los materiales figuran notas manuscritas de Leo Parnas, un socio de Giuliani, en las que apunta frases como: "Conseguir que Zelenski [el presidente ucranio] anuncie que el caso Biden ser¨¢ investigado".
Este proceso ha resultado absolutamente tribal. El precedente m¨¢s cercano, el del impeachment a Bill Clinton en 1998 a ra¨ªz del caso Lewinsky, tambi¨¦n se desarroll¨® con altas dosis de partidismo, pero al menos las normas seg¨²n las cuales se desarrollar¨ªa el juicio salieron adelante por unanimidad. Eso parece improbable esta vez. De hecho, Pelosi aplaz¨® incluso durante semanas el env¨ªo de los cargos, aprobados el 18 de diciembre, tratando de presionar a los republicanos para lograr consenso sobre las reglas del juego, sobre todo, la comparecencia de testigos. Solo logr¨® que pasara el tiempo. Si la mayor¨ªa dem¨®crata en la C¨¢mara baja manej¨® toda la fase previa de este procedimiento, es ahora la mayor¨ªa republicana la que tiene la sart¨¦n por el mango.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.