Los 75 ¡®expertos¡¯ que pueden ayudar a Putin a retener el poder
El presidente ruso ha formado un comit¨¦ integrado por pol¨ªticos, juristas, m¨²sicos y deportistas para enmendar la Constituci¨®n
Rusia ha emprendido la mayor revisi¨®n pol¨ªtica en d¨¦cadas. Y parece que ser¨¢ r¨¢pida. Tras anunciar una reforma constitucional y un cambio de Gobierno, sorprendiendo a una at¨®nita sociedad rusa, el presidente Vlad¨ªmir Putin desvel¨® al equipo responsable de poner los mimbres para lo que podr¨ªa garantizar su papel continuo como l¨ªder nacional de Rusia. Un grupo de diputados, abogados, figuras p¨²blicas, m¨²sicos famosos, artistas y atletas que se encargar¨¢n de redactar las enmiendas constitucionales. Setenta y cinco nombres entre los que apenas hay expertos en derecho Constitucional pero s¨ª rostros muy conocidos en el pa¨ªs, como la atleta Yelena Isinbaeva, el pediatra Leonid Roshal, el general cosaco Nikolai Doluda o el actor Alexander Kalyagin.
¡°No solo se necesita conocimiento profesional sino tambi¨¦n experiencia pol¨ªtica en la vida¡±, dijo el presidente ruso al anunciar la composici¨®n del comit¨¦ que debe dar forma a los cambios legales para que el sistema pol¨ªtico ruso sea ¡°m¨¢s abierto¡±, recalco. Putin quiere aplicar un barniz de democracia a lo que muchos analistas contemplan como una estrategia para introducir en la Constituci¨®n v¨ªas para permanecer en un cargo de influencia m¨¢s all¨¢ del fin de su mandato, dentro de cuatro a?os.
El l¨ªder ruso quiere desterrar un sistema liderado por la presidencia ¡ªhecho a su medida¡ª, por otro con un Parlamento m¨¢s fuerte con la capacidad de elegir al Gobierno. Un escenario que da a Putin varias opciones de futuro: desde volver al papel de primer ministro (ya lo hizo entre 2008 y 2012, dejando a su fiel aliado Dmitri Medv¨¦dev custodiando el sill¨®n presidencial) o liderar un nuevo e influyente Consejo de Estado (que ahora es un organismo consultivo, meramente simb¨®lico) que podr¨ªa dictar la pol¨ªtica al Ejecutivo. Otra opci¨®n, apuntan los analistas, es pasar a un segundo plano como jefe del partido gobernante y controlar las cosas a trav¨¦s de una poderosa mayor¨ªa parlamentaria.
Con la maniobra, Putin visibiliza que no tiene intenci¨®n de dejar de influir en el pa¨ªs, lo que en cierta forma acaba ¡ªo al menos congela¡ª con las guerras internas por la sucesi¨®n. Tiene, adem¨¢s, cuatro a?os para dejar atada la transici¨®n. Si es que decide esperar tanto.
Porque como ha demostrado esta semana, y como resaltaban algunos analistas cercanos al Kremlin, Putin cree que para ser efectiva, la revoluci¨®n debe ser r¨¢pida. El grupo de expertos ¡ªnombrado precipitadamente¡ª ya ha tenido su primera reuni¨®n. Aunque los observadores dudan de que, con su variedad de perfiles ¡ªaunque muy desigual ya que menos de un tercio son mujeres¡ª, vayan a tener gran capacidad de decisi¨®n y apuestan m¨¢s bien porque atender¨¢n ¡°sugerencias¡± que les lleguen desde el entorno del Kremlin. El objetivo del coro es ¡°demostrar una discusi¨®n p¨²blica amplia¡±, considera el analista pol¨ªtico Yevgeni Minchenko.
Pero la realidad es que muchos perfiles del equipo, copresidido por Andrei Klishas, uno de los art¨ªfices de leyes tan pol¨¦micas como la que crea un Internet soberano para Rusia o la que designa a medios de comunicaci¨®n como ¡°agentes extranjeros¡±, han dejado at¨®nitos a parte de la sociedad rusa. Como la designaci¨®n de la saltadora con p¨¦rtiga Isinbayeva o del actor Alexander Kalyagin, que ya hab¨ªan apoyado a Putin en su campa?a electoral. Aunque tambi¨¦n hay otros miembros valorados o con cierta fama, como Leo Bokeria, uno de los cirujanos m¨¢s reputados del pa¨ªs o la acad¨¦mica de las ciencias Tatyana Jabrieva.
¡°El cuerpo del comit¨¦ es el ejemplo m¨¢s claro de la actitud y la poca consideraci¨®n del presidente hacia la Constituci¨®n: de las m¨¢s de 70 miembros solo 13 son juristas; y solo cinco se especializan en derecho Constitucional¡±, critica Alex¨¢nder Soloviov, jefe de la divisi¨®n moscovita del Partido de los Cambios, especialmente indignado con la inclusi¨®n del m¨¢ximo responsable de los cosacos. ¡°Estamos hablando de una formaci¨®n casi paramilitar que realiza las funciones m¨¢s sucias para el gobierno actual reprimiendo manifestaciones, protestas o actos en defensa de los derechos LGTB¡±, se?ala. ¡°Pero no nos enga?emos, no escribir¨¢n ning¨²n cambio. Simplemente actuar¨¢n como payasos obedientes, fingiendo que los cambios salieron de su pluma¡±, opina.
Para la copresidenta del comit¨¦ Jabrieva, sin embargo, la pluralidad de especialidades no tiene ninguna pega; sino al contrario. ¡°Todos tienen su propia visi¨®n, todos representan alg¨²n tipo de secci¨®n de la sociedad, esto es muy importante para legitimar la discusi¨®n¡±, dijo tras la primera reuni¨®n citada por el diario Vedomosti. Sobre su capacidad de pensar en las enmiendas, otro miembro, el pol¨ªtico comunista Yuri Afonin, que pertenece al comit¨¦ de Recursos Naturales, asegura que no hay ¡°ning¨²n guion¡±. ¡°Hay posiciones b¨¢sicas identificadas con las que se debe trabajar de manera creativa¡±, asegura.
Putin ya les ha dado la primera pauta: ¡°Este es un trabajo delicado. Deber¨ªamos prestar mucha atenci¨®n a c¨®mo describimos en la Constituci¨®n el Consejo de Estado, sus prerrogativas, etc. Este es un elemento muy importante¡±. Una pista clave de sus deseos y expectativas.
Las enmiendas, que tambi¨¦n plasmar¨¢n que la Constituci¨®n rusa debe prevalecer ante cualquier ley o tratado internacional (echando por tierra las sentencias y mandatos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, por ejemplo), deben estar listas en primavera, seg¨²n han comentado fuentes del grupo de trabajo. Despu¨¦s, se votar¨¢n; aunque no se ha aclarado c¨®mo, en qu¨¦ condiciones ni cu¨¢ndo.
Ese ¡°sufragio¡±, como lo llam¨® Putin, es una forma de involucrar a la ciudadan¨ªa en vez de dar las cosas por sentadas que muestra que el Kremlin es cada vez m¨¢s consciente del malestar social. Algo que tambi¨¦n pretende corregir con el resto de reformas y proyectos anunciados, centrados en apuntalar la econom¨ªa y que han recibido un golpe de efecto con el nombramiento como primer ministro del m¨¢ximo responsable del Servicio Federal de Impuestos, Mija¨ªl Mishustin, un tecn¨®crata con fama de astuto y eficaz.
Desde que Putin arras¨® en su cuarto mandato (su segundo consecutivo) en 2018 con un 76,7% de los votos, la confianza en su Administraci¨®n se ha erosionado. Y aunque la poblaci¨®n culpa del estancamiento econ¨®mico y de la ca¨ªda en los ingresos reales fundamentalmente a otros miembros del Gobierno (como a Medv¨¦dev), la popularidad del l¨ªder ruso tambi¨¦n se ha resentido. Su ¨ªndice de aprobaci¨®n cay¨® desde el 82% en abril de 2018 al 68%, seg¨²n el centro de encuestas independiente Levada.
Un ambiente de desasosiego y cansancio que tuvo su colof¨®n el pasado verano, cuando Rusia vivi¨® las protestas m¨¢s en¨¦rgicas desde las manifestaciones contra Putin de 2011 y 2012. ¡°Nuestra sociedad claramente est¨¢ pidiendo un cambio¡±, ha dicho el presidente ruso, que asegur¨® que las modificaciones legales ¡°fortalecer¨¢n el papel de la sociedad civil, los partidos pol¨ªticos y las regiones en la toma de decisiones clave¡±.
La hibernaci¨®n del oso
Dmitri Medv¨¦dev ha sido fiel a Putin durante las ¨²ltimas d¨¦cadas. El mi¨¦rcoles, en un movimiento totalmente inesperado, dimiti¨® de su cargo de primer ministro. Acto seguido, el presidente le nombraba vicejefe del Consejo de Seguridad, un puesto creado para ¨¦l. Lo ocurrido con Medv¨¦dev ha dejado descolocados a muchos observadores. Aunque la lectura mayoritaria es que el presidente ruso le mantiene en la reserva hasta decidir sus pasos tras 2024, cuando acaba su presidencia. Que Putin ha ordenado a su aliado hibernar (medved significa oso en ruso) para tenerlo disponible. Mientras, le ha alejado de los focos para evitar que siga perdiendo popularidad. Solo un 38% aprobaba su gesti¨®n (cifra baja en estos escenarios post-sovi¨¦ticos), debido no solo al estancamiento econ¨®mico, del que muchos le hacen responsable; tambi¨¦n por los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que le han salpicado.
¡°La forma en que Putin anunci¨® el nuevo trabajo de Medv¨¦dev como vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia sugiere que ve a su protegido como el pr¨®ximo presidente¡±, opina el director del Centro Carnegie de Mosc¨², Dmitri Trenin, en las redes sociales.
Lo cierto es que los cambios fueron una enorme sorpresa para los miembros del Gobierno, seg¨²n los analistas cercanos. Putin y su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo guardaron el secreto hasta el ¨²ltimo momento, cuando los ministros fueron convocados a una reuni¨®n sorpresa para decirles que estaban a punto de renunciar a sus trabajos.
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