Israel en la crisis de los 70
El Estado jud¨ªo cumple siete d¨¦cadas el lunes. Novelas y ensayos analizan su historia en un aniversario marcado por la ocupaci¨®n de Palestina, Trump y la creciente tensi¨®n con Ir¨¢n
El t¨¦rmino izquierdista se ha convertido en un insulto en el Israel de hoy¡±, admite con sorna Amos Oz, el patriarca de las letras hebreas m¨¢s conocido en el mundo. ¡°Si uno solo mirase lo que reflejan los medios europeos, este pa¨ªs estar¨ªa compuesto por un 80% de fan¨¢ticos religiosos y colonos, un 19% de soldados en los territorios palestinos y un 1% de intelectuales que luchan por la paz, como yo¡±, ironiza el autor de Una historia de amor y oscuridad, que a¨²n ve lejana una hegemon¨ªa conservadora aplastante sobre la sociedad hebrea.
Con celebraciones ya oficiadas el pasado abril de conformidad con el ciclo lunar anual jud¨ªo, el Estado surgido de la partici¨®n de Palestina bajo mandato brit¨¢nico cumple 70 a?os el lunes, de acuerdo con el calendario gregoriano de los gentiles. El traslado de la Embajada estadounidense a Jerusal¨¦n ordenado por el presidente Donald Trump pone la guinda al festejo, al tiempo que constata la quiebra del consenso internacional sobre la soluci¨®n de los dos Estados: uno palestino y otro israel¨ª con capital compartida en la Ciudad Santa. A pesar del lastre del antiguo conflicto, el Estado jud¨ªo se ha erigido hoy en potencia militar regional ¡ªque osa atacar a Ir¨¢n en Siria pese a la tutela de Rusia sobre el pa¨ªs ¨¢rabe¡ª y en faro tecnol¨®gico que irradia innovaci¨®n al mundo.
En esta atm¨®sfera de retroceso diplom¨¢tico que acompa?a al aniversario ¡ª?al d¨ªa siguiente los palestinos recuerdan la Naqba (desastre), el inicio de su exilio y la desposesi¨®n de su tierra¡ª, tres autores israel¨ªes esenciales afiliados a la izquierda pacifista han presentado recientemente nuevas obras ¡ªes el caso de Oz y del historiador Ilan Papp¨¦¡ª o recibido finalmente el reconocimiento oficial de su pa¨ªs, como el novelista David Grossman con el Premio Israel de Literatura.
Lecturas
Queridos fan¨¢ticos. Amos Oz. Traducci¨®n de Raquel Garc¨ªa Lozano. Siruela, 2018, 172 p¨¢ginas. 16,95 euros
La c¨¢rcel m¨¢s grande de la tierra. Una historia de los territorios ocupados. Ilan Papp¨¦. Traducci¨®n de Ricardo Garc¨ªa P¨¦rez. Capit¨¢n Swing, 2018. 336 p¨¢ginas. 20 euros.
Historia m¨ªnima de Israel. Mario Sznajder. Turner, 2018. 288 p¨¢ginas. 18 euros.
Nakba. 48 relatos de vida y resistencia en Palestina. Salah Jamal. Ilustraciones de Miquel Ferreres. Icaria, 2018. 264 p¨¢ginas. 19 euros.
Jerusal¨¦n, la ciudad imposible.Meir Margarit. Libros de la la Catarata. 160 p¨¢ginas. 15 euros
Los tres autores impugnan la ocupaci¨®n militar de territorios palestinos y los asentamientos en los que se han afincado m¨¢s de 600.000 colonos en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este desde 1967. Lo atestigua Oz en la tercera parte del ensayo Queridos fan¨¢ticos (Siruela). Fundador de la ONG Paz Ahora, encarna la tradici¨®n del intelectual de izquierda en un Estado que naci¨® con la impronta socialista de los kibutz o granjas comunales. Hoy est¨¢ al tim¨®n el Gobierno m¨¢s derechista ¡ªuna coalici¨®n de conservadores, nacionalistas y ultraortodoxos¡ª de su historia.
Al veterano autor de Judas le resulta dif¨ªcil ¡°hacer profec¨ªas en la tierra de los profetas¡±. ¡°Las personas cambian. Un l¨ªder conservador [como Men¨¢jem Beguin, que negoci¨® la paz con Egipto hace 40 a?os] puede llegar a hacer lo contrario de lo que se espera¡±, replica cuando se le pregunta por la par¨¢lisis de las negociaciones con los palestinos desde 2014. En cerca de un decenio de sucesivos Gobiernos presididos por el primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, la esperanza de la soluci¨®n de los dos Estados ha ido desvaneci¨¦ndose.
Encuadrado en el ala radical de la izquierda, el autor de La limpieza ¨¦tnica de Palestina (Cr¨ªtica) ¡ªobra de referencia en un pa¨ªs con lagunas de memoria¡ª ya no vive en Israel. Ilan Papp¨¦ (Haifa, 1954) ejerce desde hace una d¨¦cada como profesor en la Universidad de Exeter (Reino Unido), despu¨¦s de haber quemado las naves acad¨¦micas en su tierra natal. Cay¨® en el ostracismo por nadar contra la corriente historiogr¨¢fica dominante. Desde el exilio, acaba de publicar en castellano La c¨¢rcel m¨¢s grande de la tierra: una historia de los territorios ocupados (Capit¨¢n Swing), continuaci¨®n de su texto m¨¢s conocido, a la luz de documentos recientemente desclasificados. ¡°Refleja lo que los palestinos denominan una Naqba prolongada¡±, explica por correo electr¨®nico, ¡°la ocupaci¨®n israel¨ª de Gaza y Cisjordania en 1967 vino a completar un proyecto iniciado en 1948¡±. A partir del 55% del territorio que asign¨® al Estado jud¨ªo el plan de partici¨®n de Palestina bajo mandato brit¨¢nico aprobado por la ONU en 1947, Israel lleg¨® a extenderse hasta el 78% tras el armisticio con los pa¨ªses ¨¢rabes en 1949, hasta llegar a controlar el 100% en la guerra de los Seis D¨ªas.
¡°Puede que Israel sea una fortaleza, pero no es un hogar¡±, sostiene David Grossman
Con algo m¨¢s de perspectiva ¡ªy de revisi¨®n¡ª hist¨®rica, su ¨²ltimo libro define el proyecto sionista como ¡°un proyecto colonial¡±. ¡°La limpieza ¨¦tnica de hace 70 a?os fue sustituida en 1967 por una metodolog¨ªa m¨¢s compleja: una especie de apartheid dentro de Israel [donde una quinta parte de la poblaci¨®n de derecho es de origen palestino], un estricto control militar sobre Cisjordania y el bloqueo de Gaza¡±, enumera. Papp¨¦ suele referirse al enclave mediterr¨¢neo como ¡°una c¨¢rcel a cielo abierto de m¨¢xima seguridad¡±.
?Y Jerusal¨¦n, con un tercio de poblaci¨®n palestina privada de ciudadan¨ªa? ¡°All¨ª se utilizan los tres m¨¦todos a la vez¡±, sentencia. ¡°M¨¢s que un cambio de paradigma, el reconocimiento de Jerusal¨¦n como capital de Israel arbitrado por Trump es la culminaci¨®n del pleno respaldo de EE?UU a las violaciones del derecho internacional cometidas por Israel¡±. El autor de La c¨¢rcel m¨¢s grande de la tierra alerta de la pugna surgida en Israel entre dos modelos de ocupaci¨®n. Uno sigue un ¡°mapa estrat¨¦gico¡±, al que los sucesivos Gobiernos han recurrido para dise?ar la expansi¨®n de los asentamientos en zonas no densamente pobladas por palestinos. Otro se ampara en un ¡°mapa b¨ªblico¡± ¡ªel que intentan imponer las organizaciones de colonos con presencia en el Gabinete de Netanyahu¡ª para extenderse por territorio ocupado.
El discurso radical de Papp¨¦, que brota del extra?amiento, se enfrenta a una izquierda m¨¢s moderada en la figura de David Grossman (Jerusal¨¦n, 1954). El escritor obtuvo en 2017 uno de los mayores reconocimientos literarios internacionales al ser galardonado con el Man Booker internacional por la traducci¨®n al ingl¨¦s de su novela A Horse Walks into a Bar, versionada en espa?ol como Gran cabaret (Lumen).
El mes pasado, en plena celebraci¨®n oficial del D¨ªa de la Independencia, recibi¨® el Premio Israel de Literatura de manos del ministro de Educaci¨®n, el l¨ªder pol¨ªtico del movimiento nacionalista colono Naftali Bennett, en presencia del primer ministro, Netanyahu. El escritor, reconocido por su innovadora narrativa, traducida a 42 lenguas, tuvo que abandonar hace tres d¨¦cadas su trabajo como periodista en la radio p¨²blica israel¨ª por negarse a aceptar imposiciones pol¨ªticas del Gobierno. Grossman, que perdi¨® un hijo ca¨ªdo en combate en la guerra de L¨ªbano de 2006, hab¨ªa recordado en un acto conjunto de israel¨ªes y palestinos ¡ªcelebrado pocas horas antes de recibir el Premio Israel¡ªa las v¨ªctimas de conflictos que han enfrentado a ambos pueblos. ¡°La pena no nos a¨ªsla, sino que nos une y nos fortalece¡±. Su discurso del D¨ªa de la Memoria en Tel Aviv fue publicado como tribuna por EL PA?S. ¡°Israel celebra sus 70 a?os de existencia. Pero no tenemos todav¨ªa un hogar de l¨ªmites claros y aceptados, que mantiene relaciones tranquilas con sus vecinos. Hoy Israel quiz¨¢ sea una fortaleza, pero no es ese hogar. Si los palestinos no tienen un hogar, los israel¨ªes tampoco lo tendr¨¢n. Cuando los francotiradores israel¨ªes matan a docenas de manifestantes palestinos, Israel es menos hogar¡±. Este fue, condensado, su mensaje.
¡°La limpieza ¨¦tnica de hace 70 a?os fue sustituida por una especie de ¡®apartheid¡±, afirma Ilan Papp¨¦
Pero cuando los ecos de los fastos oficiales apenas se hab¨ªan apagado en Israel, la actriz Natalie Portman ¡ªnacida en Jerusal¨¦n, aunque criada en Estados Unidos¡ª dio un nuevo aldabonazo a la conciencia cr¨ªtica de la izquierda pacifista israel¨ª. La ganadora del Oscar a la mejor interpretaci¨®n femenina en 2011 anunci¨® que boicoteaba el Premio G¨¦nesis, considerado el Nobel jud¨ªo, a causa de la participaci¨®n de Netanyahu en la ceremonia de entrega del galard¨®n, dotado con dos millones de d¨®lares. Portman hab¨ªa transmitido a los organizadores que no acudir¨ªa a recoger el G¨¦nesis, ya que ¡°en las actuales circunstancias¡± ¡ªen alusi¨®n a la represi¨®n militar de las protestas palestinas en la frontera de Gaza¡ªno se encontraba en condiciones de asistir ¡°con la conciencia tranquila¡±. Portman dirigi¨® en 2015 el rodaje en Israel de la pel¨ªcula Una historia de amor y oscuridad, basada en la novela hom¨®nima de Amos Oz. Ese mismo a?o, David Grossman hab¨ªa retirado su candidatura al Premio Israel en rechazo a la pol¨ªtica de Netanyahu.
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