?frica se propone acabar con sus guerras
El nuevo presidente de la UA, el sudafricano Cyril Ramaphosa, exige a la ONU un mayor peso en procesos de paz como el de Libia
¡°Vamos a concentrar nuestro trabajo en la resoluci¨®n de conflictos¡±. Con estas palabras, el nuevo presidente de turno de la Uni¨®n Africana, el sudafricano Cyril Ramaphosa, elegido este domingo durante la cumbre anual que se celebra en Adis Abeba en sustituci¨®n del egipcio Abdelfat¨¢ Al Sisi, fijaba la gran prioridad del organismo continental para 2020. El reto es enorme. Los fr¨¢giles avances hacia la paz en pa¨ªses como Sud¨¢n o Rep¨²blica Centroafricana se ven opacados por el agravamiento de crisis m¨¢s preocupantes, como las de Libia y el Sahel central.
En realidad, la cumbre de la UA viene a constatar un enorme fracaso. En 2013, los presidentes africanos se propusieron ¡°acabar con todas las guerras de ?frica¡± en 2020, un objetivo que parece hoy incluso m¨¢s lejano. Para conseguirlo, la UA quiere jugar un papel m¨¢s relevante en los procesos de mediaci¨®n y el mejor ejemplo es Libia. El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien asiste a la cumbre, dijo entender la ¡°frustraci¨®n¡± africana por su sistem¨¢tica exclusi¨®n de las discusiones internacionales sobre este pa¨ªs. "Es absolutamente esencial asociar a la UA en la b¨²squeda de una soluci¨®n al conflicto", dijo Guterres.
Sin embargo, el escollo hasta ahora ha sido, en este y otros conflictos como el del S¨¢hara, la desuni¨®n en el seno del continente. Mientras la Uni¨®n Africana propugna la designaci¨®n de un mediador consensuado con la ONU y la celebraci¨®n de un foro de reconciliaci¨®n nacional interlibio gracias a las presiones de los pa¨ªses de la regi¨®n magreb¨ª, Egipto, por su parte, maniobra en favor del mariscal Jalifa Hafter, que encabeza uno de los bandos en conflicto.
La crisis que vive el Sahel central, donde el conflicto de Mal¨ª que comenz¨® en 2012 ha derivado en una guerra asim¨¦trica contra grupos yihadistas trufado de violencias intercomunitarias que se han extendido a N¨ªger y Burkina Faso, tambi¨¦n ocupa buena parte de las discusiones de la cumbre. Los pa¨ªses del G5 del Sahel, los citados m¨¢s Mauritania y Chad, pretenden una mejor coordinaci¨®n con la Uni¨®n Africana para conseguir la ansiada financiaci¨®n que les permita llevar a cabo operaciones militares, acompa?adas de un vasto plan de desarrollo. Hasta ahora, el apoyo de Naciones Unidas a esta iniciativa ha sido m¨¢s bien t¨ªmido y la voz cantante de la lucha contra los radicales la lleva Francia y su reforzada Operaci¨®n Barkhane.
Para lograr ¡°hacer callar las armas¡±, el lema de esta 33 cumbre de la UA, el organismo panafricano vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de una mejor representaci¨®n del continente en las altas instancias de Naciones Unidas, algo en lo que Guterres tambi¨¦n ha manifestado su apoyo. Los pa¨ªses africanos reclaman una reforma y ampliaci¨®n del Consejo de Seguridad que les permita pasar de tres a cinco miembros africanos no permanentes y, la propuesta que parece m¨¢s dif¨ªcil de ejecutar, ocupar dos puestos permanentes con derecho de veto, por los que suspiran Nigeria y Sud¨¢frica. Hasta ahora, la ONU ha hecho o¨ªdos sordos.
El otro gran tema que centra las discusiones de este encuentro de jefes de Estado es la puesta en marcha efectiva del Tratado de Libre Comercio Africano (AfCFTA seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s) aprobado el a?o pasado. Este acuerdo, que permitir¨¢ crear un mercado com¨²n de 1.200 millones de personas, deber¨ªa entrar en vigor el pr¨®ximo 1 de julio, seg¨²n se acord¨® en la cumbre de Niamey que supuso su lanzamiento. Sin embargo, los pa¨ªses menos desarrollados han mostrado sus reticencias y exigen un calendario progresivo para ir abandonando sus barreras aduaneras. Aunque la sede ya ha quedado fijada en Accra (Ghana), Nigeria, la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y Sud¨¢frica se disputan la presidencia del nuevo organismo.
El t¨¢ndem al frente de la UA formado por Ramaphosa y el congol¨¦s F¨¦lix Tshisekedi, su vicepresidente en 2020 y sucesor en 2021, s¨ª parece estar de acuerdo sobre la necesaria promoci¨®n de la mujer africana. ¡°No habr¨¢ desarrollo sostenible sin una participaci¨®n plena e igualitaria de las mujeres en la econom¨ªa¡±, dijo el l¨ªder sudafricano. Sin embargo, un a?o m¨¢s, la foto de los jefes de Estado africanos puso de relieve una aplastante realidad: entre los 55 estados representados en la UA tan solo hay una mujer presidente, la et¨ªope Sahlework Zewde.
Siete trincheras africanas
Libia. La guerra civil que vive este pa¨ªs africano desde 2014 se ha intensificado en los ¨²ltimos d¨ªas a caballo de la injerencia pol¨ªtica y militar de potencias extranjeras apoyando a un bando o al otro. La tregua pactada el pasado mes de enero en Berl¨ªn qued¨® en papel mojado y lo cierto es que el rebelde mariscal Jalifa Hafter, con respaldo ruso y de Arabia Saud¨ª, entre otros, sigue bombardeando Tr¨ªpoli donde se asienta el Gobierno de Unidad Nacional reconocido por Naciones Unidas. La UA propone la celebraci¨®n de una conferencia de paz.
Sahel. La capacidad operativa de los grupos yihadistas asentados en una amplia zona de Mal¨ª, Burkina Faso y N¨ªger, entre los que destaca el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) y el Estado Isl¨¢mico del Gran Sahara (EIGS), trae de cabeza a los gobiernos de la regi¨®n y ha provocado una escalada de violencia intercomunitaria sin precedentes. Casi 5.000 muertos en 2019 y un mill¨®n de refugiados y desplazados as¨ª lo atestiguan.
Rep¨²blica Centroafricana. Hace un a?o, gobierno y grupos armados centroafricanos firmaban un acuerdo de paz basado en el desarme, la descentralizaci¨®n y la puesta a disposici¨®n judicial de los asesinos. Pese a los avances palpables sobre el terreno, el tratado es fr¨¢gil. El pasado d¨ªa de Navidad, m¨¢s de 30 cad¨¢veres aparecieron en las calles del peligroso barrio de PK5 en Bangui tras nuevos enfrentamientos. Las elecciones este a?o sit¨²an al pa¨ªs en una nueva encrucijada.
Sud¨¢n del Sur. Cyril Ramaphosa mantuvo una reuni¨®n este s¨¢bado, por separado, con Salva Kiir, presidente de Sud¨¢n del Sur, y su gran rival Riek Machar. El acuerdo entre ambos de negociar un gobierno de unidad nacional antes de noviembre pasado acab¨® con fracaso y un nuevo plazo. La UA se ofrece ahora a mediar para poner fin definitivo a un conflicto atroz que ha provocado unos 380.000 muertos y cientos de miles de desplazados desde 2013.
Somalia. El pasado 28 de diciembre unas 80 personas perd¨ªan la vida en un nuevo atentado de la milicia islamista radical Al Shabab en Mogadiscio, la capital somal¨ª. Los letales ataques de este grupo terrorista se han convertido en una pesadilla para el Gobierno y la Amisom, la fuerza integrada por 20.000 soldados de la Uni¨®n Africana. Aunque han sido expulsados de la ciudad, los rebeldes mantienen capacidad operativa y se han hecho fuertes en zonas rurales del pa¨ªs.
Lago Chad. Desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, el grupo yihadista Boko Haram siembra el terror en el noreste de Nigeria. Tras la creaci¨®n de un califato al modo sirio, la reacci¨®n militar logr¨® hacerles recular hasta sus ¨²ltimos refugios en el Lago Chad. Los milicianos tambi¨¦n han llegado a lanzar sus mortales ofensivas en Diffa (N¨ªger), la provincia de Lago en Chad y en el norte de Camer¨²n.
RDC. S¨®lo en los dos ¨²ltimos a?os han muerto m¨¢s de 2.000 personas en la guerra que se atrinchera en el este de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC), un viejo y olvidado conflicto, cerca de las fronteras con Uganda, Ruanda y Burundi. Decenas de grupos armados mantienen en jaque al Ej¨¦rcito sobre todo en las regiones de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur.
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