La Fiscal¨ªa sueca espera aclarar el asesinato de Olof Palme este a?o
¡°Creemos que tenemos una idea bastante clara de lo que sucedi¨®¡±, afirma el fiscal encargado de investigar la muerte del primer ministro en 1986
Era la noche del 28 de febrero de 1986, y tras salir del cine con su mujer, el entonces primer ministro socialdem¨®crata de Suecia, Olof Palme, fue asesinado a tiros en el centro de Estocolmo. El agresor huy¨® de la escena del crimen con el arma. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, todav¨ªa no se ha resuelto este magnicidio que conmocion¨® al pa¨ªs n¨®rdico y gener¨® infinidad de teor¨ªas de la conspiraci¨®n. Pero el caso puede estar m¨¢s cerca de resolverse. El fiscal Krister Petersson, encargado de la investigaci¨®n desde que se reabri¨® en 2016, ha anunciado esta semana que espera aclarar lo que sucedi¨® antes del verano.?
¡°Estoy convencido de que podremos demostrar qu¨¦ pas¨® el 28 de febrero de 1986, en el momento del asesinato y qui¨¦n fue el responsable¡±, ha dicho Petersson?al programa de televisi¨®n sueco Crime Semana.?El fiscal ha matizado que tambi¨¦n cabe la posibilidad de que la investigaci¨®n se cierre sin juzgar a nadie, algo que podr¨ªa suceder si el acusado hubiera muerto. "Estamos trabajando una l¨ªnea de investigaci¨®n muy interesante y mi objetivo es que durante la primera mitad de 2020 podamos tomar una decisi¨®n", ha se?alado.
¡°Creemos que tenemos una idea bastante clara de lo que sucedi¨®¡±, ha afirmado el fiscal al medio sueco Expressen.?¡°Durante estos dos a?os, hemos analizado todo el material que hab¨ªa. Cuando lo ves todo con nuevos ojos, se observan las cosas de manera diferente. Hemos llegado a algunas conclusiones y tenemos investigaciones preliminares propias y nuevos interrogatorios¡±, ha declarado Petersson al tabloide?Aftonbladet. ¡°Me parece importante que los familiares puedan cerrar este episodio y que los suecos tengan la oportunidad de cerrar una herida que a¨²n est¨¢ abierta¡±, ha a?adido. Frente al fracaso policial de la investigaci¨®n durante a?os,?Petersson mantuvo la esperanza de que el caso pudiera resolverse y lo reabri¨® en 2016.
El carism¨¢tico pol¨ªtico, que fue el primer ministro de Suecia entre 1969 y 1976 y, nuevamente, entre 1982 y 1986, fue un gran defensor de los derechos humanos y acumul¨® recelos entre las potencias de la d¨¦cada por sus opiniones abiertas contra el colonialismo y por sus cr¨ªticas contra el intervencionismo de Estados Unidos en Sudam¨¦rica. Denunci¨® el apartheid en Sud¨¢frica, la invasi¨®n sovi¨¦tica de Hungr¨ªa en 1956, la de Checoslovaquia en 1968 o la de Afganist¨¢n en 1978. Algunos suecos creyeron que era un esp¨ªa del KGB. Este escenario provoc¨® que, tras su asesinato, circularan todo tipo de teor¨ªas para explicar qui¨¦n estaba detr¨¢s de su muerte. Ante la falta de conclusiones policiales y judiciales esas teor¨ªas han atribuido el crimen a los separatistas kurdos, a los servicios de seguridad sudafricanos y a la polic¨ªa secreta yugoslava, as¨ª como a un grupo de extrema derecha en Suecia.?
Pero nadie ha sido encarcelado. Solo un delincuente menor, Christer Pettersson, con una condena previa por apu?alar a un hombre muerto con una bayoneta, fue condenado en primera instacia en?1989, pero absuelto en la segunda por falta de pruebas y liberado. Falleci¨® en 2004. El caso volvi¨® a dejar en evidencia a la polic¨ªa y los servicios secretos suecos, y mantuvo las puertas abiertas a las especulaciones sobre su asesinato a los 59 a?os.
Los comentarios del fiscal Petersson han desencadenado nuevas conjeturas sobre la identidad del asesino o las posibles pruebas descubiertas despu¨¦s de tantos a?os, posiblemente relacionadas con el arma utilizada en el asesinato, que nunca se ha encontrado. En estas tres d¨¦cadas, periodistas suecos, entre ellos el autor Stieg Larrson, han dedicado centenares de horas a investigar y analizar este caso, en el que se han realizado m¨¢s de 10.000 interrogatorios. Las pesquisas de Larsson, retomadas tras su muerte por el periodista Jan Stocklassa, apuntan a que Palme fue asesinado en una operaci¨®n preparada entre la extrema derecha sueca y los servicios secretos sudafricanos?y que el disparo lo perpetr¨®?alguien del que luego pudieran deshacerse con facilidad.
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