50 antiguos ministros y dirigentes europeos se pronuncian contra el plan de Trump para Palestina
El proyecto de paz de la Casa Blanca acumula rechazos en la comunidad internacional
Medio centenar de personalidades europeas ¡ªexministros de Exteriores, ex primeros ministros o exdirigentes de la Comisi¨®n Europea, la ONU o la OTAN¡ª firman una carta p¨²blica (texto ¨ªntegro), que reproduce este jueves EL PA?S, en la que piden a la UE que rechace el plan de Donald Trump para Oriente Pr¨®ximo por considerar que someter¨ªa a los palestinos a un ¡°apartheid¡± como el sudafricano.
El plan, denuncian, permite la anexi¨®n por Israel de territorio ocupado y hace inviable un Estado palestino. Entre los firmantes figuran los espa?oles Javier Solana y Trinidad Jim¨¦nez, los franceses Jacques Delors y Hubert V¨¦drine, los brit¨¢nicos Jack Straw y Chris Patten, el italiano Massimo d¡¯Alema o la irlandesa Mary Robinson.
Naciones Unidas, la Uni¨®n Europea, la Liga ?rabe y foros como la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n Isl¨¢mica se han pronunciado en contra del plan de paz del presidente Trump al considerar que rompe con un consenso internacional de d¨¦cadas sobre la soluci¨®n de los dos Estados para el conflicto entre ¨¢rabes y palestinos.
Como destaca la carta de los 50 antiguos exministros de Exteriores y exdirigentes europeos, ¡°tiene caracter¨ªsticas similares al apartheid¡± por la segregaci¨®n que conlleva entre dos pueblos. Las viejas glorias de la diplomacia europea que suscriben la misiva plantan cara con el derecho internacional a los designios de los asesores que han elaborado el plan de paz de la Casa Blanca.
La iniciativa favorece que la ocupaci¨®n israel¨ª se perpet¨²e mientras se limita a prometer una vida mejor para los palestinos sin garantizarles un Estado propio. Figuras que dirigieron la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n Europea en las ¨²ltimas d¨¦cadas, como Javier Solana, no solo expresan su preocupaci¨®n por un proyecto que puede exacerbar el conflicto central de Oriente Pr¨®ximo, sino que reclaman al actual liderazgo pol¨ªtico europeo que se den pasos para rechazar el plan Trump y contrarrestar la amenaza de anexi¨®n de territorios palestinos.
Como h¨¢biles abogados inmobiliarios curtidos en el mercado de solares de Manhattan, los arquitectos del plan de la Casa Blanca se han apresurado a medir y delimitar las fincas en litigio. Desde el pasado lunes, un equipo de delineantes mapea Cisjordania para fijar qu¨¦ parcelas de territorio ocupado palestino ¡ªun 30% de la superficie¡ª podr¨¢n ser absorbidas por el Estado jud¨ªo.
La iniciativa de Trump, Paz para la prosperidad, asume las aspiraciones del primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, quien conf¨ªa en dejar como legado de su decenio en el poder nuevos par¨¢metros de negociaci¨®n favorables a los intereses de Israel.
El plan no prev¨¦ m¨¢s concesiones que la eventual entrega de porciones de territorio des¨¦rtico a cambio de apoderarse de los asentamientos de Cisjordania (m¨¢s de 400.000 colonos) y del estrat¨¦gico valle del Jord¨¢n, frontera natural hacia los pa¨ªses ¨¢rabes sun¨ªes moderados.
A los palestinos se les exige la renuncia a Jerusal¨¦n ¡ªsu mayor emblema identitario, encarnado en la Explanada de las Mezquitas de Al Aqsa¡ª y al sue?o de un Estado viable en la orilla occidental del Jord¨¢n, as¨ª como al retorno de la di¨¢spora de cinco millones de refugiados heredada del nacimiento de Israel en 1948.
En contrapartida a la mutilaci¨®n de sus esperanzas, el ¡°acuerdo del siglo¡±, como suele definirlo el propio presidente estadounidense, les promete un diluvio de 50.000 millones de d¨®lares (46.000 millones de euros) en inversiones internacionales. ¡°Trump se ha limitado a copiar y pegar los planes israel¨ªes¡±, defini¨® la propuesta de EE UU el veterano negociador palestino Saeb Erekat.
Israel pretende tolerar una entidad desmilitarizada y sometida a tutela. Solo en las zonas de Cisjordania no anexionadas podr¨¢ surgir un pseudo Estado de Palestina para 2,5 millones de habitantes sin control efectivo sobre sus fronteras y donde ¡°el tr¨¢nsito de personas y bienes sea supervisado por Israel¡±.
La libertad de movimientos de los palestinos queda a expensas de la creaci¨®n de una red de ¡°v¨ªas separadas para cada poblaci¨®n y de soluciones imaginativas de infraestructuras como t¨²neles y pasos elevados.
La asimetr¨ªa del plan de paz tiene su m¨¢xima expresi¨®n en Jerusal¨¦n. Trump la declara ahora ¡°indivisible¡±, cerrando el paso a la reivindicaci¨®n palestina de establecer la capital de su Estado en la parte oriental de la Ciudad Santa.
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