El paje de San Nicol¨¢s desaparece de las bibliotecas p¨²blicas en los Pa¨ªses Bajos
El rostro pintado del llamado 'Zwarte Piet' (Pedro el Negro) choca con la sociedad actual holandesa
Las bibliotecas p¨²blicas de los Pa¨ªses Bajos est¨¢n retirando de sus estantes los libros que incluyan la figura de Zwarte Piet (Pedro el Negro), el paje de San Nicol¨¢s, porque su aspecto ya no encaja con la sociedad actual. Seg¨²n la tradici¨®n, el ayudante del obispo que trae regalos a los ni?os neerlandeses el 5 de diciembre lleva el rostro pintado de negro, peluca rizada, pendiente de aro y labios rojos.
Considerado un estereotipo racista por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la medida coincide con un debate nacional que cuenta con partidarios y detractores del sirviente. Los primeros, consideran absurdo borrarlo de las celebraciones de San Nicol¨¢s, equiparables a la festividad de los Reyes Magos, porque es una fiesta infantil. Los otros, ven en la cara oscurecida un vestigio claro de sumisi¨®n al personaje de raza blanca, que ofende a una parte de la poblaci¨®n. En agosto pasado, Bol.com, la principal tienda virtual del pa¨ªs, elimin¨® de su cat¨¢logo obras y productos del paje en su versi¨®n cl¨¢sica, y pas¨® a llamarlo solo Piet. Sin alusi¨®n al color.?
Cerca de 3,6 millones de ciudadanos (uno de cada cinco) son miembros de una de las 1.207 bibliotecas p¨²blicas (entre edificios centrales y locales de recogida y entrega) del pa¨ªs, seg¨²n cifras de la Biblioteca Nacional.
La Asociaci¨®n de Bibliotecas P¨²blicas ha intentado aclarar las cosas. En el comunicado oficial colgado en su p¨¢gina de web, se habla de ¡°seguir el esp¨ªritu de la ¨¦poca¡±, para evitar que la situaci¨®n pueda asociarse a una forma de censura. El Gobierno de centro derecha no ha aprobado una norma de aplicaci¨®n nacional sobre c¨®mo abordar la figura de Zwarte Piet, ¡°de modo que unas bibliotecas retiran estos libros, otras los incluyen en sus fondos, pero no est¨¢n a la vista del p¨²blico, y algunas prefieren mantenerlos; cada una elige su propio camino¡±, dice la nota. Tambi¨¦n aclara que cualquier miembro de la red nacional puede acceder a la colecci¨®n de todas ellas. La retirada de libros no es privativa de las grandes ciudades con mayor diversidad de poblaci¨®n, sino que alcanza a los centros de la periferia, seg¨²n recoge la prensa nacional.?
La desaparici¨®n de Zwarte Piet de las colecciones de libros se ha ido fraguando despacio, entre otras cosas porque la maquinaria comercial asociada a la festividad de San Nicol¨¢s se apoyaba en esta figura algo atolondrada y de sonrisa permanente. El punto de inflexi¨®n lleg¨® en 2014, cuando el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos lo calific¨® primero de ¡°estereotipo racista a erradicar¡±, e inst¨® luego a las autoridades neerlandesas a ¡°revisar su representaci¨®n como un torpe sirviente negro¡±. Ese mismo a?o, el Informativo de San Nicol¨¢s (Sinterklaas Journal, en neerland¨¦s) un programa de la televisi¨®n p¨²blica que sigue en estas fechas sus aventuras por el pa¨ªs, present¨® a los primeros pajes con la cara tiznada y no negra. La explicaci¨®n es que se hab¨ªan manchado con el holl¨ªn de las chimeneas por las que se descuelgan para dejar los presentes, y fue una manera de ir lavando la cara del ayudante: los peque?os se adaptaban a la evoluci¨®n facial de Zwarte Piet, y la cadena conten¨ªa las cr¨ªticas contra unos programas donde el paje era un torp¨®n de cara negra. O bien maquillado de diversos colores. El ¨²nico cabal era el jefe de todos ellos, una especie de capit¨¢n de la tropa.?
En 2016, el Defensor de Menor se?al¨® que la imagen de Zwarte Piet ¡°puede contribuir al acoso, la exclusi¨®n y la discriminaci¨®n, todo ello contrario a la Convenci¨®n de los Derechos de los Ni?os, de modo que debe ser ajustada para que los peque?os no sufran los efectos negativos de las fiestas de San Nicol¨¢s¡±.
Mark Rutte, el primer ministro, sostuvo que no correspond¨ªa al Gobierno decidir el futuro de una tradici¨®n que la sociedad misma pod¨ªa adaptar, pero en junio pasado se mostr¨® m¨¢s comprensivo. Reconoci¨® que hab¨ªa ciudadanos que se sent¨ªan discriminados por el aspecto y maneras del paje, y se?al¨® que ir¨ªa perdi¨¦ndose.
Pol¨ªticos de la derecha populista, como Geert Wilders, l¨ªder del Partido para la Libertad, y su principal competidor, Thierry Baudet, al frente de Foro para la Democracia, sostienen que una costumbre tan arraigada no debe diluirse, y hablan de ¡°quema de libros¡±. En B¨¦lgica, que tambi¨¦n celebra San Nicol¨¢s, la Asociaci¨®n Flamenca de Bibliotecas, Archivos y Documentaci¨®n conserva por ahora los libros del paje, pero dice que ¡°tiene en cuenta la correcci¨®n pol¨ªtica a la hora de efectuar nuevas compras¡±, indica el rotativo belga De Standaard.?
Estos d¨ªas la Asociaci¨®n de Bibliotecas P¨²blicas de los Pa¨ªses Bajos anuncia en su sitio de Internet lecturas para ni?os sobre la festividad de San Nicol¨¢s. Las ilustra un chiquillo tocado con la mitra ceremonial roja del santo, que fue obispo de Mira, en la actual Turqu¨ªa, en el siglo IV. Conocido tambi¨¦n como Nicol¨¢s de Bari (Italia), seg¨²n la tradici¨®n, era un hombre compasivo con los ni?os. Zwarte Piet no aparece a su lado.
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