Macron impulsa un refer¨¦ndum para introducir el medio ambiente en la Constituci¨®n
El Gobierno propone una reforma que debe ser aprobada en el Senado, controlado por la derecha, antes de someterse al voto popular
El Consejo de Ministros franc¨¦s ha adoptado este mi¨¦rcoles la propuesta del presidente, Emmanuel Macron, para introducir en la Constituci¨®n una menci¨®n a la ¡°biodiversidad, el medio ambiente y la lucha contra el calentamiento global¡±. Y quiere someter la enmienda al voto ciudadano. Es un s¨ªmbolo del compromiso ecol¨®gico del presidente. Pero tambi¨¦n una maniobra pol¨ªtica con vistas a las elecciones presidenciales de mayo de 2022.
Todo presidente franc¨¦s aspira a dejar su impronta en la ley fundamental. Y Macron no ser¨¢ menos. Pero ¨¦l quiere hacerlo por un m¨¦todo que nadie se ha atrevido a volver a utilizar en Francia desde que en 2005 una mayor¨ªa rechaz¨® en un refer¨¦ndum el proyecto de Constituci¨®n europea que impulsaba Jacques Chirac. ¡°Es una afirmaci¨®n, en la cumbre de nuestra pir¨¢mide de normas, de la voluntad de proteger al medio ambiente¡±, dijo el portavoz del Gobierno franc¨¦s, Gabriel Attal. ¡°Se trata de un avance que el presidente de la Rep¨²blica ha calificado de ¡®estructurador¡¯ para nuestras pol¨ªticas p¨²blicas¡±, a?adi¨®.
La iniciativa responde a la petici¨®n de la llamada Convenci¨®n Ciudadana por el Clima, una experiencia democr¨¢tica ins¨®lita en Francia. Entre octubre de 2019 y junio de 2020, este foro reuni¨® a 150 ciudadanos elegidos por sorteo con el objetivo de ¡°definir una serie de medidas para alcanzar una reducci¨®n de al menos un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero de aqu¨ª a 2030 [respecto a 1990] en un esp¨ªritu de justicia social¡±.
Una de las propuestas de la Convenci¨®n era la enmienda del art¨ªculo primero de la Constituci¨®n. En su forma actual, el art¨ªculo dice: ¡°Francia es una Rep¨²blica indivisible, laica, democr¨¢tica y social. Garantiza la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos sin distinci¨®n de origen, de raza o de religi¨®n. Respeta todas las creencias. Su organizaci¨®n es descentralizada. La ley favorece el acceso igual de mujeres y hombres a los mandatos electorales y a las funciones electivas, as¨ª como a las responsabilidades profesionales y sociales¡±.
Al recibir, el pasado junio, la propuesta de la Convenci¨®n Ciudadana, Macron se declar¨® favorable a este cambio constitucional y dispuesto a someterlo a un refer¨¦ndum. No ser¨¢ f¨¢cil llevarla hasta el final. Primero, la Asamblea Nacional y el Senado deben ponerse de acuerdo sobre un mismo texto de la enmienda. Despu¨¦s, tendr¨¢ que encontrarse una fecha para la convocatoria en las urnas, siempre que las incertidumbres de la pandemia se hayan despejado.
Las elecciones regionales, previstas para marzo, se aplazar¨¢n a junio debido al coronavirus. La fecha elegida para el refer¨¦ndum deber¨¢ tener en cuenta este calendario. Tampoco puede celebrarse en una fecha demasiado cercana a la de las presidenciales, si el presidente quiere evitar que la campa?a del refer¨¦ndum contamine la de la reelecci¨®n.
M¨¢s all¨¢ del procedimiento y el calendario, existe un obst¨¢culo pol¨ªtico de peso. La Rep¨²blica en marcha (LREM) ¡ªel partido de Macron¡ª y sus aliados son mayoritarios en la Asamblea Nacional. Pero no en el Senado, controlado por Los Republicanos (LR), el gran partido de la derecha. En la mayor¨ªa de las iniciativas legislativas, el Senado no es un problema para Macron: aunque vote en contra de sus leyes, la Asamblea Nacional tiene la ¨²ltima palabra. Con la reforma constitucional, es distinto. El Senado est¨¢ en pie de igualdad y puede ralentizar la reforma o rechazarla.
El constitucionalista Jean-Philippe Derosier considera que el refer¨¦ndum es ¡°improbable e in¨²til¡±, y que ¡°pr¨¢cticamente no tiene ninguna posibilidad de prosperar¡±. En un art¨ªculo publicado en diciembre en su blog, La Constituci¨®n descodificada, sostiene que el Senado carece de incentivos para aprobar la reforma. ¡°Ser¨ªa una victoria para Emmanuel Macron y, a medida que se acercan las elecciones de 2022, es poco probable que el Senado, con mayor¨ªa de derechas, le conceda tal regalo¡±, escribe.
La reforma, seg¨²n Derosier, tambi¨¦n ser¨ªa in¨²til, puesto que la Carta del Medio Ambiente, adoptada en 2004, est¨¢ integrada en el bloque de textos constitucionales. Adem¨¢s, una decisi¨®n reciente del Consejo Constitucional subraya la obligaci¨®n para el legislador de tener en cuenta la protecci¨®n del medio ambiente.
La existencia de estos textos legislativos podr¨ªa hacer superflua la enmienda del art¨ªculo primero. Pero, en paralelo, existen otras razones para aprobarla. Una es democr¨¢tica: el refer¨¦ndum obedece a un mandato de la Convenci¨®n Ciudadana. Otra raz¨®n es simb¨®lica: en un momento de urgencia clim¨¢tica, que Francia lo proclame en su Constituci¨®n no es un detalle menor.
Partidismo
Existen, finalmente, razones pol¨ªticas, en el sentido m¨¢s partidista del t¨¦rmino. La iniciativa, por s¨ª sola, no es pol¨¦mica en un pa¨ªs en el que el ecologismo, como principio abstracto, no lo discute nadie, ni la extrema derecha. Si la derecha bloquea en el Senado, deber¨¢ afinar sus argumentos para demostrar que no se opone a la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
La propuesta tambi¨¦n es una trampa para la oposici¨®n de izquierdas. Si se llega al refer¨¦ndum, no ser¨¢ sencillo para los ecologistas ¡ªpero tampoco para socialistas y otros en la izquierda¡ª votar en contra, o abstenerse de una medida que responde a sus demandas. Pero, si votan a favor, se arriesgar¨¢n a reforzar a Macron en v¨ªsperas electorales.
Los riesgos del voto popular
Un peligro, para el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron, es que el refer¨¦ndum para introducir el medioambiente en la Constituci¨®n se acabe convirtiendo en un refer¨¦ndum sobre su persona. Macron, ?s¨ª o no? Todo refer¨¦ndum puede reforzar al jefe de Estado, pero tambi¨¦n debilitarlo. La v¨ªa de las urnas no es obligatoria. En Francia, desde que en 1958 se adopt¨® la Constituci¨®n de la V Rep¨²blica, el texto fundamental se ha revisado 24 veces. De estas, solo dos se adoptaron por refer¨¦ndum: la que, en 1962, permiti¨® la elecci¨®n del presidente por sufragio universal, y la que, en 2000, redujo el mandato del presidente de 7 a 5 a?os. El refer¨¦ndum, sea o no sobre una reforma constitucional, es un m¨¦todo arriesgado. Se han celebrado nueve desde 1958. El General de Gaulle dimiti¨® tras perder en 1969 un refer¨¦ndum sobre la regionalizaci¨®n. Jacques Chirac perdi¨® el refer¨¦ndum de ratificaci¨®n de la Constituci¨®n europea en 2005, y sigui¨® en el poder hasta el final de su mandato en 2007.
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