El ¡®impeachment¡¯ a Trump llega al Senado y pone a prueba su influencia en el Partido Republicano

El segundo juicio pol¨ªtico o impeachment contra Donald Trump lleg¨® este lunes al Senado y dio el pistoletazo de salida a un proceso paralelo: ¨²ltimo test del poder del expresidente sobre el Partido Republicano, que deber¨¢ retratarse de nuevo y decidir si absuelve o condena al magnate neoyorquino tras el asalto al Congreso el pasado 6 de enero por parte de una turba que ¨¦l mismo azuz¨® y que trataba de impedir la confirmaci¨®n de Joe Biden como nuevo presidente. Trump se enfrenta al cargo de ¡°incitaci¨®n a la insurrecci¨®n¡± por la revuelta, que se cobr¨® cinco vidas y se produjo despu¨¦s de dos meses de infundios sobre un supuesto fraude electoral.

Los llamados managers del impeachment, un grupo de nueve congresistas dem¨®cratas encargados de ejercer la acusaci¨®n en el juicio contra el expresidente republicano, marcharon de forma ceremoniosa a las siete de la tarde desde la C¨¢mara de Representantes hasta el Senado para trasladar oficialmente la imputaci¨®n a Trump. Durante este proceso, la C¨¢mara alta se convierte en un tribunal y los senadores en miembros del jurado que, adem¨¢s de su culpabilidad o inocencia, deber¨¢ votar su inhabilitaci¨®n futura. Este martes jurar¨¢n como tal y emitir¨¢n la citaci¨®n para el expresidente.

Se trata de un impeachment sin precedentes, con el afectado ya fuera de la Casa Blanca, y tras un procedimiento expr¨¦s en la C¨¢mara de Representantes. El juicio comenzar¨¢ la semana del 8 de febrero. Dem¨®cratas y republicanos llegaron a un acuerdo la semana pasada para aplazarlo hasta entonces con el fin de que, por una parte, la defensa del magnate tenga tiempo de prepararse, y, por otra, el Senado pueda confirmar a los miembros del nuevo Gobierno de Estados Unidos designados por el reci¨¦n presidente Joe Biden, que jur¨® el cargo hace menos de una semana. El ¨²ltimo impeachment, en el que se juzg¨® a Trump por sus presiones sobre Ucrania para que la justicia de ese pa¨ªs buscase trapos sucios sobre Biden, dur¨® tres semanas, pero este ser¨¢ m¨¢s breve, seg¨²n han avanzado algunos dem¨®cratas.

Para los republicanos, el caso agita las divisiones internas. Grandes espadas del Grand Old Party como el senador Mitt Romney o el l¨ªder en el Senado, Mitch McConnell, han reprobado p¨²blicamente la actuaci¨®n del expresidente y le han responsabilizado del ataque al Capitolio, si bien no han hecho p¨²blica su disposici¨®n a condenar al expresidente. Otros, como el senador Marco Rubio, de Florida, han tachado de ¡°est¨²pido¡± llevar a cabo un juicio contra Trump ahora, que ya no est¨¢ en el Gobierno, por el efecto divisorio en el pa¨ªs.

Los votos necesarios

El veredicto requiere el apoyo de dos tercios de los senadores, 67 de los 100, y republicanos y dem¨®cratas est¨¢n empatados, 50 frente a 50, de modo que har¨ªa falta el apoyo de 17 de su propio partido para declararlo culpable. En el de hace un a?o, Trump fue absuelto de abuso de poder ¡ªpor 52 votos frente a 48¡ª y de obstrucci¨®n al Congreso ¡ªpor 53 a 47¡ª. Hoy los conservadores ya no son un bloque de apoyo al presidente, ya fuera de la Casa Blanca. El 13 de enero, cuando la C¨¢mara de Representantes aprob¨® la formulaci¨®n de la acusaci¨®n, 10 republicanos votaron junto a los 222 dem¨®cratas. Aun as¨ª, el veredicto de culpabilidad se antoja a¨²n dif¨ªcil. Adem¨¢s de los senadores que apoyan de coraz¨®n al presidente, tambi¨¦n votan muchos temerosos del tir¨®n del magnate en la calle y del rechazo en las urnas que pueden sufrir si lo condenan.

En su resumen argumental, la C¨¢mara de Representantes no alude ¨²nicamente la actuaci¨®n de Trump del 6 de enero, sino tambi¨¦n su comportamiento durante los meses previos, difundiendo falsedades sobre supuestas irregularidades electorales y presionando a funcionarios para que revirtieran el resultado, en alusi¨®n a las llamadas telef¨®nicas a las autoridades de Georgia reveladas por The Washington Post o a los llamamientos p¨²blicos al exvicepresidente Mike Pence. Respecto al d¨ªa del asalto, recuerda su ¡°discurso incendiario¡±. C¨®mo aquel 6 de enero les inst¨® a marchar hacia el Capitolio para protestar contra la confirmaci¨®n de ¡°un presidente ileg¨ªtimo¡±. ¡°Si no pele¨¢is como el demonio, ya no vais a tener un pa¨ªs¡±, les dijo.

A diferencia de entonces, no ser¨¢ el presidente del Tribunal Supremo, el juez John Roberts, quien presida el proceso, algo que la Constituci¨®n requiere cuando el procedimiento afecta a un presidente en ejercicio. Ser¨¢ el senador dem¨®crata m¨¢s veterano de la C¨¢mara, Patrick J. Leahy, de Vermont. Leahy, de 80 a?os, es senador desde 1974 y ocupa el puesto de presidente pro tempore del Senado desde hace unos d¨ªas, cuando los dem¨®cratas recuperaron el control efectivo de esta C¨¢mara, aunque est¨¢n empatados en esca?os con los republicanos. La vicepresidenta del pa¨ªs, Kamala Harris, que es tambi¨¦n presidenta del Senado, tiene voto de desempate.

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