La defensa de Trump en el ¡®impeachment¡¯ se escuda en que sus palabras ten¨ªan un sentido figurado

La defensa de Donald Trump argument¨® este jueves en el juicio al expresidente que las encendidas palabras del republicano el d¨ªa del asalto al Capitolio no constituyen un llamamiento literal a la violencia, sino que se enmarcan en la ¡°ret¨®rica pol¨ªtica habitual¡± y suponen, por tanto, un ejercicio de la libertad de expresi¨®n protegida por la Constituci¨®n. Trump, acusado de incitaci¨®n a la insurrecci¨®n, inst¨® a sus seguidores a ¡°luchar como el demonio¡± con el fin de ¡°recuperar¡± Estados Unidos y les pidi¨® marchar hacia el Congreso para protestar contra la confirmaci¨®n de la victoria electoral de Joe Biden, que ten¨ªa lugar ese 6 de enero. Fue la culminaci¨®n de meses agitando el bulo del fraude electoral y pidiendo a las autoridades que boicoteasen la transici¨®n de poder. Este juicio va m¨¢s all¨¢ del sentido figurado o literal de una palabra.

Los gestores del impeachment, los congresistas que ejercen la acusaci¨®n, hab¨ªan defendido durante dos d¨ªas que el discurso de Trump no era excepcional ni figurado, sino que responde a un patr¨®n de a?os de gui?os a la violencia. Adem¨¢s, expusieron los v¨ªdeos en los que los propios asaltantes afirman seguir las ¨®rdenes de su presidente, el mismo argumento que muchos de los manifestantes arrestados han utilizado ante los tribunales. Los dem¨®cratas tambi¨¦n insistieron en la actitud de connivencia del republicano durante el ataque. Aunque les pidi¨® que se marcharan a casa, les transmiti¨® su amor y justific¨® sus actos.

Los abogados del expresidente contraatacaron en la cuarta jornada del juicio en el Senado. Michael van der Veen, que abri¨® la sesi¨®n, calific¨® el proceso de ¡°caza de brujas con intenciones pol¨ªticas¡± y dio paso a su propia bater¨ªa de v¨ªdeos. Estos recog¨ªan varias declaraciones de Trump en favor de la ¡°ley y el orden¡± y de las fuerzas de seguridad, correspondientes a la ola de disturbios y protestas contra el racismo del pasado verano, as¨ª como m¨²ltiples discursos de destacados dem¨®cratas, de Elizabeth Warren a Nancy Pelosi, pasando por Alexandria Ocasio-Cortez, utilizando la expresi¨®n ¡°luchar¡±. Su objetivo era recalcar que esas arengas forman parte del discurso pol¨ªtico com¨²n. El lema electoral de Biden, record¨® Van der Veen, era ¡°luchar por el alma de Am¨¦rica¡±.

Los peros de la estrategia tienen que ver tanto con el fondo como con el contexto. Este juicio no gira en torno a los usos del lenguaje. Trump llevaba meses azuzando el bulo del fraude electoral y llamando a las autoridades a incumplir la ley. Primero pidi¨® que se detuviera el escrutinio de los votos por correo, sabi¨¦ndose perdedor. Cuando perdi¨® tambi¨¦n la batalla en los tribunales, emplaz¨® a los congresistas y senadores a no certificar la victoria de Biden. Aquella misma ma?ana, cuando el Congreso deb¨ªa proceder a ese tr¨¢mite, pidi¨® que el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, incumpliese su deber constitucional y no declarase al dem¨®crata presidente electo.

El republicano Gabriel Sterling, responsable de la supervisi¨®n de la elecci¨®n en Georgia, lleg¨® a advertir del peligro letal del discurso incendiario del mandatario, que estaba poniendo en cuesti¨®n la legitimidad de las urnas e instigando a la movilizaci¨®n civil. ¡°Se?or presidente, usted tiene derecho a ir a los tribunales¡±, se?al¨® el 1 de diciembre, ¡°pero debe dejar de inspirar a la gente para cometer actos violentos. Alguien va a acabar herido, disparado, alguien va a morir y no est¨¢ bien¡±.

Los abogados han esquivado el bulo del fraude electoral y han condenado la violencia del 6 de enero para centrar su argumentario exclusivamente en que Trump no la incit¨®. Completaron su argumentaci¨®n este mismo d¨ªa, utilizando solo tres de las 16 horas a las que tienen derecho, seg¨²n los t¨¦rminos del proceso. As¨ª, por la tarde los senadores comenzaron su turno de preguntas a las partes, con lo que el proceso podr¨ªa terminar este s¨¢bado. Sin la declaraci¨®n de testigos a la vista, este ser¨¢ el impeachment m¨¢s corto de la historia. La brevedad conviene tanto a los dem¨®cratas, que quieren avanzar la agenda legislativa de la nueva Administraci¨®n de Biden, como a los republicanos, para los cuales el fin de la era Trump est¨¢ resultando puro desgarro.

A juicio no va solo el expresidente, sino tambi¨¦n su propio partido, muy dividido esta vez, a diferencia del juicio pol¨ªtico de hace un a?o, en torno a la figura de Trump. Tras el asalto, m¨¢s de una docena de cargos de la Administraci¨®n y la Casa Blanca decidieron dimitir en se?al de protesta. Y hasta 10 congresistas republicanos votaron a favor de juzgarle en la C¨¢mara de Representantes, donde transcurre la primera fase del proceso. Otros, como el senador Mitch McConnell, se ha divorciado de ¨¦l e incluso censurado su comportamiento, pero no han dado indicaciones de votar para condenarlo, lo que aleja la posibilidad de un veredicto de culpabilidad para el que 17 senadores republicanos deber¨ªan votar a favor. El jueves por la tarde, tres de los m¨¢s fieles a Trump (Mike Lee, Lindsey Graham y Ted Cruz) se reunieron con los abogados durante varias horas.

El ¨²ltimo abandono sonado se hizo p¨²blico este viernes. En una entrevista en Politico, la exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley afirm¨®: ¡°Debemos reconocer que nos ha decepcionado, no debimos haberle seguido, y ni debimos haberle escuchado. Y no podemos permitir que ocurra de nuevo¡±. El impeachment le parece, aun as¨ª, ¡°una p¨¦rdida de tiempo¡±. Haley es una de las posibles aspirantes republicanas a la Casa Blanca en 2024. Su postura resume la aspiraci¨®n de buena parte del partido de pasar p¨¢gina cuanto antes.