Sarkozy se sienta en el banquillo acusado de corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias
El juicio al expresidente franc¨¦s se suspende hasta el jueves para examinar la salud de otro de los acusados, que alega temor a la covid. Su antecesor, Chirac, fue juzgado y condenado en ausencia en 2011
Nicolas Sarkozy se ha convertido este lunes en el primer expresidente de la V Rep¨²blica, el r¨¦gimen presidencialista franc¨¦s fundado en 1958, en sentarse f¨ªsicamente en el banquillo de los acusados en un juicio penal. Su antecesor y mentor, Jacques Chirac, fue juzgado y condenado en 2011 por malversaci¨®n de fondos p¨²blicos en el caso de los empleos ficticios del Ayuntamiento de Par¨ªs cuando era alcalde, pero no asisti¨® al proceso por problemas de salud. Sarkozy, retirado de la pol¨ªtica, pero influyente en la derecha francesa, tambi¨¦n es el primer expresidente juzgado por corrupci¨®n. Si es condenado, afronta una pena de hasta 10 a?os de prisi¨®n y un mill¨®n de euros de multa.
La primera sesi¨®n, sin embargo, ha sido breve. Uno de los acusados junto a Sarkozy, el fiscal jubilado Gilbert Azibert, que seg¨²n la acusaci¨®n fue corrompido por el expresidente y su abogado, no ha asistido a la audiencia. Sus letrados han alegado su salud fr¨¢gil para pedir un aplazamiento y no exponerlo al riesgo del coronavirus. El tribunal ha pedido un examen m¨¦dico. El juicio ha quedado suspendido hasta el jueves, cuando se conocer¨¢n los resultados.
La imagen de un expresidente en el banquillo no es habitual y despert¨® una enorme expectaci¨®n en Francia. Vestido con traje oscuro y camisa blanca, la boca tapada con una mascarilla, Sarkozy (mandatario entre 2007 y 2012) pas¨® los momentos previos al inicio de la sesi¨®n departiendo de pie en el centro de la sala despu¨¦s de saludar a abogados y fiscales. ¡°?Usted es Nicolas Sarkozy de Nagy Bocsa?¡±, le pregunt¨® la juez Christine M¨¦e. ¡°Nicolas Sarkozy va bien¡±, replic¨® el acusado. ¡°Es para los antecedentes judiciales¡±, dijo M¨¦e.
Sarkozy, junto a su abogado Thierry Herzog y el magistrado Azibert, est¨¢ acusado de corrupci¨®n y tr¨¢fico de influencias en el llamado caso de las escuchas o caso Paul Bismuth. En 2014, durante una investigaci¨®n por supuesta financiaci¨®n ilegal de su primera campa?a presidencial con dinero libio, los jueces pincharon un tel¨¦fono m¨®vil del expresidente y su abogado registrado bajo el nombre de Bismuth. Lo que descubrieron fue lo que da pie al juicio que empieza ahora: el intento de conseguir, a cambio de favores, que el magistrado Azibert les diese informaci¨®n sobre un tercer caso judicial que afectaba a Sarkozy.
El caso de las escuchas es uno m¨¢s en una serie de asuntos en los que Sarkozy se encuentra bajo la lupa de la justicia. En marzo debe celebrarse el juicio por el llamado caso Bygmalion sobre los gastos de la campa?a electoral de 2012. Y el exjefe de Estado tambi¨¦n est¨¢ imputado por la supuesta financiaci¨®n de la campa?a electoral que le llev¨® al poder en 2007 con dinero de la Libia de Muamar el Gadafi.
El reciente cambio de versi¨®n de uno de los principales testimonios en el caso libio ha dado esperanzas al expresidente y reforzado su idea de que existe una conspiraci¨®n judicial contra ¨¦l. El intermediario franco-liban¨¦s Ziad Takieddine declar¨® en el pasado ante los jueces haber llevado maletines de dinero a Sarkozy cuando este era ministro del Interior; ahora se ha desdicho en una entrevista period¨ªstica desde L¨ªbano.
El caso de las escuchas empez¨® cuando, a finales de 2013 y principios de 2014, los jueces del caso libio descubrieron que Sarkozy y Herzog se sent¨ªan vigilados y decidieron comunicarse por medio de un tel¨¦fono de pago del ficticio Paul Bismuth (nombre real de un antiguo compa?ero de clase de Herzog). La Fiscal¨ªa financiera dijo que los m¨¦todos de Sarkozy y su abogado eran de ¡°delincuente experimentado¡±.
Las conversaciones que interesaron a los investigadores, sin embargo, no versaban sobre Libia, sino sobre otra cuesti¨®n. El expresidente y el abogado quer¨ªan informarse sobre un recurso que hab¨ªan planteado ante la Corte de Casaci¨®n. El recurso pretend¨ªa evitar que se usasen para otras investigaciones las agendas presidenciales incautadas en el marco del llamado caso Bettencourt, otro de los frentes judiciales del pol¨ªtico conservador del que acab¨® siendo exonerado.
De las conversaciones, se deduce que Sarkozy sugiri¨® un trato con Azibert, que entonces era abogado general (con funciones de fiscal) en la Corte de Casaci¨®n: ¨¦l influir¨ªa para que Azibert obtuviese un cargo en el Consejo de Estado del Principado de M¨®naco, y a cambio este la proporcionar¨ªa informaciones sobre el recurso relacionado con las agendas. ¡°Yo le har¨¦ subir¡ le ayudar¨¦¡±, le dec¨ªa el expresidente al abogado. ¡°Yo me ocupo porque voy a M¨®naco y ver¨¦ al pr¨ªncipe¡±.
La trama, si existi¨®, result¨® fallida: la Corte de Casaci¨®n acab¨® por desestimar el recurso de Sarkozy, y Azibert no obtuvo el cargo en M¨®naco.
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