Aviso a criminales: la justicia universal ha vuelto
Las primeras condenas por cr¨ªmenes en Siria, las limitaciones de la Corte Penal Internacional y la perseverancia de algunos tribunales europeos espolean de nuevo la jurisdicci¨®n transnacional
A Gibril Massaquoi le han llegado a llamar el judas de Sierra Leona. Tiene 52 a?os y fue comandante rebelde del Frente Unido Revolucionario (aquel temido RUF, por sus siglas en ingl¨¦s). Su historia es rocambolesca. Le llaman el judas de Sierra Leona porque fue all¨ª donde naci¨®, guerre¨® y porque, pese a esto, acab¨® siendo delator y colaborador del tribunal internacional puesto en marcha en 2002 para juzgar los cr¨ªmenes en la guerra civil que desangr¨® su pa¨ªs (1991-2002). 15 a?os despu¨¦s de testificar, en marzo de 2020, fue detenido en Finlandia, su pa¨ªs de acogida y donde afronta desde el mes pasado un juicio por cr¨ªmenes de lesa humanidad cometidos, esta vez, en Liberia. Un giro casi inesperado de los acontecimientos, al tiempo que un ejemplo muy especial ¡ªparte del proceso se ha trasladado estos d¨ªas a la propia Liberia¡ª del nuevo impulso dado por los jueces europeos al principio de justicia universal. El paso lo marca la Fiscal¨ªa alemana con el expediente sirio, pero hay muchos m¨¢s casos haci¨¦ndose un hueco en los tribunales europeos. No en todos, eso s¨ª.
Hablar de justicia universal hace dos d¨¦cadas era hablar de Espa?a. El 16 de octubre de 1998 fue detenido en Londres el dictador chileno Augusto Pinochet, investigado por la Audiencia Nacional espa?ola. Fue paradigma de jurisdicci¨®n transnacional: el arresto de un acusado en un pa¨ªs por orden del juez de otro para juzgar los delitos perpetrados en un tercero. Abri¨® el camino; muchos tribunales europeos iniciaron procesos para perseguir delitos de lesa humanidad cometidos lejos de sus cortes, sobre todo en ?frica y Am¨¦rica Latina. Pero Espa?a dej¨® de ser un referente tras las reformas de la ley del Poder Judicial, que dejaron en casi nada esa jurisdicci¨®n universal. En paralelo, la Corte Penal Internacional, en marcha en La Haya desde 2002, hizo volcar muchas de las esperanzas de justicia en su iniciativa. No las cubri¨® todas y es aqu¨ª donde viene este revival de jurisdicci¨®n universal.
James Goldston es director ejecutivo de Justice Initiative, una de las organizaciones que han colaborado en el expediente presentado ante la Fiscal¨ªa de Karlsruhe (Alemania) por los cr¨ªmenes del r¨¦gimen de Bachar el Asad. Est¨¢n de enhorabuena, el pasado 24 de febrero, el Tribunal Superior de Coblenza, en el oeste del pa¨ªs, conden¨® a Eyad Alghareib, de 44 a?os, exagente de los servicios secretos sirios, a cuatro a?os y medio de prisi¨®n por colaborar en la detenci¨®n y tortura de 30 presos. ¡°S¨ª, vemos una nueva era o revival de la jurisdicci¨®n universal¡±, se?ala al tel¨¦fono desde Nueva York. ¡°El impacto es muy significativo; el mundo se toma en serio estos cr¨ªmenes, que no pueden quedar impunes¡±. Para Goldston, estos procesos funcionan si se cumplen tres criterios: un marco legal (que la ley del pa¨ªs contemple el ejercicio de la justicia universal), capacidad institucional para desarrollar la causa, y, sobre todo ¡ª¡±lo m¨¢s importante¡±, recalca¡ª, voluntad pol¨ªtica.
En Alemania se da todo esto; tambi¨¦n en Suecia, Noruega, Austria, Finlandia, Suiza¡ Caso por caso: no es lo mismo v¨¦rselas con el r¨¦gimen sirio, con el que gran parte del mundo occidental no hace migas que, por ejemplo, con China o Arabia Saud¨ª. Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunci¨® la pasada semana en Alemania a cinco altos cargos saud¨ªes, entre ellos, al pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n, por cr¨ªmenes de lesa humanidad contra 35 reporteros, entre ellos, Jamal Khashoggi, asesinado en Turqu¨ªa. No es la primera vez que RSF trata de aprovechar el principio de justicia universal ¡ªla Fiscal¨ªa sueca rechaz¨® el pasado enero una demanda suya para investigar la desaparici¨®n del eritreo Dawit Isaak¡ª, pero la organizaci¨®n s¨ª reconoce que es una senda novedosa que cada vez recorre m¨¢s en su defensa de la libertad de prensa.
La investigaci¨®n de los cr¨ªmenes cometidos en Siria ha dictado el nuevo momentum de la justicia universal. Eso y la llegada de cientos de miles de refugiados sirios a Europa (Alemania, Francia, pa¨ªses n¨®rdicos) que facilitan encontrar v¨ªctimas y perpetradores. Tanto Alghareib como Anwar Raslan, de 58 a?os, siguiente en el banquillo de la justicia alemana por las ejecuciones y torturas en la conocida c¨¢rcel de Al Khatib (Damasco), llegaron a tierras germanas como refugiados en 2014.
Pero no es f¨¢cil tener ¨¦xito con estos procesos. Pese al boato de la condena contra Alghareib, hist¨®rica en la lucha contra la impunidad de los cr¨ªmenes de El Asad, antes, en septiembre de 2017, un tribunal de Suecia hab¨ªa condenado ya a un exmilitar sirio, Mohamed Abdul¨¢. Se le detuvo por cr¨ªmenes de guerra, pero no se pudo probar su participaci¨®n. Una foto en la que aparec¨ªa junto a una pila de cad¨¢veres permiti¨® a la justicia sueca meterle ocho meses en prisi¨®n por violaci¨®n de la dignidad de las personas. Seg¨²n datos recogidos por el portal Justice Info, con sede en Lausana (Suiza), los jueces suecos tienen entre manos otro medio centenar de casos vinculados a la guerra siria.
Suma y sigue. El pasado 2 de marzo, las organizaciones Syrian Archive, Syrian Center for Media and Freedom of Expression y la citada Justice Initiative, presentaron una demanda criminal en Francia contra miembros del r¨¦gimen de El Asad por ataques qu¨ªmicos en agosto de 2013 en Duma y Guta Oriental (alrededores de Damasco). Junto a ellas se personaron un n¨²mero de v¨ªctimas en suelo europeo que los abogados Jeanne Sulzer y Cl¨¦mence Witt, representantes de la acusaci¨®n en Par¨ªs, han preferido no concretar. Sulzer, en conversaci¨®n telef¨®nica, se?ala que esta causa forma parte de ¡°la misma estrategia¡± judicial que se abre paso en Alemania y que podr¨¢n venir m¨¢s demandas como esta en el futuro. ?Por qu¨¦ en Francia? ¡°Porque Francia ha denunciado el uso de armas qu¨ªmicas [en Siria] independientemente de los partidos que han gobernado estos a?os¡±, responde la abogada experta en derecho internacional. Hay voluntad pol¨ªtica.
Han sido dos a?os de trabajo para presentar el caso en Par¨ªs, seg¨²n explica Sulzer, pero hab¨ªa mucha documentaci¨®n de organizaciones en el terreno. ¡°Estamos siendo testigos recientemente¡±, contin¨²a, ¡°de una proliferaci¨®n de formas muy creativas [de acudir a la justicia universal] y de un rol muy proactivo de algunas v¨ªctimas¡±.
De Helsinki a Monrovia
La justicia finlandesa no es la ¨²nica que ha echado el ojo a las guerras de los noventa en el ?frica occidental. Suiza inici¨® en diciembre el juicio contra el l¨ªder rebelde liberiano Alieu Kosiah, de 46 a?os, detenido en 2014 ¡ªun proceso sin parang¨®n en la historia de la justicia suiza¡ª. Est¨¢ acusado de ordenar asesinatos, violaciones y el reclutamiento de ni?os soldados. A diferencia del caso finland¨¦s, la corte suiza ha tra¨ªdo a v¨ªctimas y testigos desde Liberia. El franc¨¦s Thierry Cruvellier es editor de Justice Info. Se encuentra estos d¨ªas precisamente en Liberia siguiendo la parte del proceso contra el judas Gibril Massaquoi que se est¨¢ desarrollando durante unas semanas en suelo africano. ¡°Es m¨¢s eficiente¡±, dice al tel¨¦fono, ¡°interrogar a las v¨ªctimas en Liberia que hacerlo en Finlandia¡±.
Los jueces finlandeses han contado con el permiso del Gobierno liberiano para trabajar all¨ª. Eso s¨ª, con prudencia. El juicio no es noticia; su publicidad es muy limitada para evitar cualquier efecto social o pol¨ªtico. ¡°No es una aventura perfecta¡±, contin¨²a Cruvellier, ¡°es dif¨ªcil replicar este experimento finland¨¦s porque necesitas un Estado [como Liberia] que te lo permita¡±. El proceso final, la lectura de argumentos y la sentencia tendr¨¢n lugar, no obstante, en Finlandia.
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