La subida de casos de coronavirus en Paraguay precipita una crisis pol¨ªtica
El Gobierno de Mario Abdo Ben¨ªtez enfrenta la pandemia con la calle crispada y en medio de un duro pulso con el partido de gobierno
A principios de marzo, Elena tuvo que llevar a su padre diab¨¦tico con s¨ªntomas de covid-19 hasta un hospital p¨²blico. Tuvo que descartar la cl¨ªnica privada, a la que ella prefer¨ªa llevarle, porque previo a la internaci¨®n le ped¨ªan un dep¨®sito de 30 millones de guaran¨ªes para entrar, unos 3.800 euros. ¡°Me traicionaste, me trajiste ac¨¢, me van a matar en este lugar¡±, le dijo su padre al llegar. Elena, que da un nombre ficticio por miedo a represalias, se lamenta: ¡°Y todos sus miedos se hicieron realidad¡±. ¡°Entramos en la urgencia. Me separaron de ¨¦l y me dieron el n¨²mero de tel¨¦fono de una farmacia para comprar las cosas que me iban a pedir¡±, cuenta. En el hospital le solicitaron medicamentos, adem¨¢s de cosas tan b¨¢sicas como algod¨®n, cinta adhesiva o gasas. La familia de Elena ha gastado aproximadamente 15 millones de guaran¨ªes que ha tenido que pedir prestados.
¡°?Sabes c¨®mo me siento? Mucha inseguridad, tengo miedo de ir a un hospital p¨²blico, por la sensaci¨®n de que hacen todo mal, de que solo si tienes dinero te atienden, si no, morite¡±, dice Elena. Ella y el resto de su familia tambi¨¦n se infectaron de la covid-19, y aunque est¨¢n bien temen tener que hacerse cargo de otro enfermo en cualquier momento. Este domingo han organizado una ¡°pollada¡± para vender comida y recaudar fondos para costear el tratamiento de su padre, una costumbre tan paraguaya como tomar mate fr¨ªo.
Los padecimientos sanitarios de la familia de Elena no son una excepci¨®n en el pa¨ªs: siete de cada diez paraguayos gana menos del salario m¨ªnimo de dos millones de guaran¨ªes (285 d¨®lares) y el 46% de la poblaci¨®n vive de trabajos irregulares sin seguridad social. Se trata de una realidad de larga data, pero el agravamiento de la crisis producto de la pandemia ha terminado con la paciencia de muchos.
¡°En el caso de la salud y la protecci¨®n social, la crisis ven¨ªa de antes¡±, dice Ver¨®nica Serafini Geoghegan, economista del Centro de An¨¢lisis y Difusi¨®n de la Econom¨ªa Paraguaya (Cadep), ¡°pero con la pandemia se exacerbaron los problemas. Se agreg¨® la corrupci¨®n y la ausencia de penalizaci¨®n¡±. ¡°Adem¨¢s, est¨¢n las hist¨®ricas desigualdades y privilegios. Seg¨²n el Latinobar¨®metro, el 87% de los paraguayos opina que se gobierna para los poderosos. La mala calidad de vida, privilegios para unos pocos, corrupci¨®n y desconfianza son factores que obstaculizan cualquier posibilidad de legitimidad pol¨ªtica. Y en un contexto de extrema vulnerabilidad por la covid-19, la situaci¨®n dio un giro inesperado, pero previsible¡±, detalla Serafini.
En las ¨²ltimas dos semanas, Paraguay ha vivido momentos in¨¦ditos: una concentraci¨®n casi espont¨¢nea de 10.000 manifestantes, protestas diarias y escraches incluso frente a la casa del presidente Mario Abdo Ben¨ªtez y otros pol¨ªticos de la capital. En medio de la tensi¨®n social, hubo un intento fallido de juicio pol¨ªtico contra Abdo Ben¨ªtez, que termin¨® con la sede del gobernante Partido Colorado en llamas.
La rabia y las protestas no fueron solo contra el presidente, hijo del secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, sino contra todo su partido. La Asociaci¨®n Nacional Republicana (ANR) o Partido Colorado, formaci¨®n que ciment¨® la dictadura m¨¢s larga de Am¨¦rica Latina (1954-1989), ha controlado todos los poderes del Estado desde el comienzo de la democracia, excepto entre 2008 y 2012, cuando gobern¨® la oposici¨®n.
Pulso en el Partido Colorado
El Gobierno de Abdo Ben¨ªtez ya tuvo una crisis que casi le cuesta un juicio parlamentario. Fue en julio de 2019, por negociar en secreto con el Gobierno brasile?o de Jair Bolsonaro la renovaci¨®n del tratado que rige Itaip¨², la represa de mayor producci¨®n del mundo, que en 2023 debe ser actualizado. Cuando la oposici¨®n denunci¨® las negociaciones secretas, parte del propio Partido Colorado se enfrent¨® a Abdo Ben¨ªtez, que representa al ala m¨¢s tradicional. Fue el movimiento Honor Colorado, del expresidente Horacio Cartes, un empresario due?o de la mayor corporaci¨®n del pa¨ªs, el Grupo Cartes ¨Cque incluye banca, medios de comunicaci¨®n, tierras para ganado, bebidas, tabaco, publicidad¨C. Seg¨²n las primeras filtraciones de Wikileaks, antes de ser presidente, Cartes fue investigado y espiado de cerca por la CIA, la DEA y el FBI por presunto lavado de dinero.
La crisis por Itaip¨², emblema del pa¨ªs, indign¨® tanto a la oposici¨®n como a los seguidores nacionalistas de Cartes, que acusaron al presidente de ¡°entreguista¡± con Brasil por negociar cl¨¢usulas que podr¨ªan perjudicar a Paraguay en el reparto de energ¨ªa. Abdo Ben¨ªtez esquiv¨® finalmente el juicio pol¨ªtico tras negociar con Honor Colorado y qued¨® atado de manos para el futuro. As¨ª se lleg¨® a la crisis actual, con la constante amenaza de los portavoces de Honor Colorado de que pueden destituirle cuando quieran. ¡°No vamos a parar hasta que renuncie, protestamos ac¨¢ porque es un presidente falso, el que manda es Cartes y sigue dando ¨®rdenes¡±, dice Melisa Riveros, de 18 a?os, quien lleg¨® desde la periferia de Asunci¨®n a protestar frente a la inmensa mansi¨®n de Cartes, situada en una avenida principal de la ciudad.
La crisis sanitaria, mientras tanto, no da tregua. El presidente cambi¨® ya su ministro de Salud, mientras las vacunas llegan a cuentagotas. Paraguay solo ha recibido 60.000 vacunas contra la covid-19, para una poblaci¨®n de siete millones de personas y cuando el pico de la pandemia arrecia. Fuera del personal sanitario, solo algunos paraguayos que viven en el extranjero han conseguido vacunarse.
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