Veinte d¨®lares por un pu?ado de esclavos
Biden quiere acelerar la impresi¨®n del billete que honrar¨¢ a Harriet Tubman, hero¨ªna abolicionista y pionera del sufragio femenino


Harriet Tubman sigue esperando. La estatua de bronce de la hero¨ªna antiesclavista que rompi¨® sus propias cadenas, fue pionera del sufragismo y esp¨ªa de la Uni¨®n contra el Sur negrero, desaf¨ªa a la intemperie en una isleta de Harlem (Nueva York), mientras su recuerdo aspira a acomodarse entre los pliegues tibios del papel moneda, como vienen prometi¨¦ndole hace a?os.
Ser¨¢ la primera persona negra que se asome a un billete de d¨®lar, el de 20 en concreto, y la primera mujer en m¨¢s de un siglo. El presidente Joe Biden quiere acelerar el proyecto, que arranc¨® en 2016 en las postrimer¨ªas del mandato de Barack Obama, hibern¨® con Donald Trump, devoto del presidente esclavista Andrew Jackson, y se reanuda ahora, cuando a¨²n resuena el clamor del movimiento Black Lives Matter.
Cierto que a la memoria de Tubman, nacida en torno a 1820 en una plantaci¨®n de Maryland y liberta a las bravas, tras huir de la violencia de su capataz, le dan igual unos a?os m¨¢s para tener curso legal -ya ha logrado el reconocimiento hist¨®rico-, pero al plan inicial de circulaci¨®n, en 2020, se han sumado dificultades t¨¦cnicas, por no hablar del desd¨¦n de Trump, que descalific¨® la idea como ¡°pura correcci¨®n pol¨ªtica¡±. El insulto m¨¢s nefando para el republicano.
En 2019, coincidiendo con el centenario de la 19? Enmienda, que otorg¨® el derecho de voto a las mujeres, la idea recobr¨® fuerza. Pero las medidas de seguridad para blindar el dise?o del billete, uno de los m¨¢s comunes, y evitar falsificaciones, as¨ª como el ajuste de las m¨¢quinas contadoras y expendedoras, resultaron ser obst¨¢culos mayores que diferir¨ªan el estreno al menos hasta 2028, explic¨® el entonces responsable del Tesoro, Steve Mnuchin. Sonaba a excusa de brocha gorda, para no desalojar al esclavista Jackson del billete de 20, pero encerraba razones reales. Ahora que la Administraci¨®n dem¨®crata quiere acelerar el proceso, para ¡°reflejar la historia y la diversidad de EE UU¡±, el Tesoro estudia c¨®mo hacerlo, porque la nueva planta de impresi¨®n de alta velocidad no estar¨¢ operativa hasta 2025.

Harriet Taubman fue un personaje de novela al que Hollywood ha sacado muy poco partido (solo una pel¨ªcula, en 2019). Nacida y criada en cautiverio y v¨ªctima de la violencia del negrero de turno, a los 13 a?os pag¨® cara su negativa a entregar a un compa?ero que se hab¨ªa rebelado contra el l¨¢tigo, y recibi¨® un golpe en la cabeza que le dej¨® secuelas de por vida, entre ellas frecuentes episodios de narcolepsia.
Pero no se arredr¨®, y se arranc¨® los grilletes para caminar hasta Pensilvania, hasta la libertad. All¨ª empieza a fraguarse su figura proteica. Retorn¨® al sur repetidas veces, para sacar de la esclavitud, mediante una red secreta de refugios, a cientos de esclavos, como una Mois¨¦s negra, pobre y analfabeta. ¡°Solo tengo derecho a una de estas cosas en la vida: libertad o muerte. Si no tengo una, tendr¨¦ la otra¡±, dec¨ªa a los recelosos durante la huida, consciente de que no pod¨ªan permitirse un paso atr¨¢s, y tambi¨¦n de que los cazarrecompensas buscaban cobrarse su cabeza, a la que hab¨ªan puesto precio: 40.000 d¨®lares de la ¨¦poca.
Durante la guerra de Secesi¨®n, fue esp¨ªa de la Uni¨®n, leal a la Constituci¨®n de EE UU y contraria a los sure?os partidarios de la esclavitud. En sus ¨²ltimos a?os, abog¨® por los derechos de las mujeres y, en concreto, el del sufragio. Abjur¨® tambi¨¦n avant la lettre de lo que luego se impondr¨ªa como discurso dominante: nunca quiso ser llamada persona de color, sino negra. Muri¨® en 1913.
Ninguna mujer ha figurado en un billete de d¨®lar desde la primera dama Martha Washington, en la d¨¦cada de 1890, y la nativa Pocahontas, integrante de un grupo hacia 1865. La efigie de tres mujeres m¨¢s ha aparecido en otras tantas monedas. Podr¨ªa pensarse que hacer billetes fuera f¨¢cil, en tiempos del bitcoin y de la impresi¨®n en 3D, pero la tarea reviste caracter¨ªsticas ¨¦picas, un embrollo material -adem¨¢s de pol¨ªtico- casi, casi a la altura de sus peripecias.
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