El Cauca no tiene paz en Colombia
A cuatro a?os del acuerdo con las FARC, una de las regiones m¨¢s golpeadas por el conflicto sufre enfrentamientos entre grupos armados, un ataque con carro bomba y desplazamientos masivos
La paz no ha llegado al Cauca, uno de los departamentos m¨¢s golpeados por el conflicto armado que Colombia busca dejar atr¨¢s desde hace cuatro a?os, cuando sell¨® los acuerdos con las FARC. El pa¨ªs andino se hab¨ªa desacostumbrado a fotos de violencia extrema, hasta que el fin de semana pasada vio los escombros dejados por el estallido de un coche bomba frente a la alcald¨ªa de Corinto, un municipio enclavado en las monta?as de esa convulsa regi¨®n. El atentado, que no dej¨® muertos pero s¨ª decenas de heridos, ha encendido las alarmas. Tras la firma de la paz, la violencia no da tregua en varios territorios y hasta se ha recrudecido.
El Cauca, un lugar estrat¨¦gico para las rutas del narcotr¨¢fico por su salida al Pac¨ªfico, se ha convertido en un polvor¨ªn en el que operan un archipi¨¦lago de grupos armados ilegales. Entre ellos hay al menos tres disidencias de las extintas FARC, como la Dagoberto Ramos, a la que se atribuy¨® el atentado. Tambi¨¦n operan el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) y el Clan del Golfo, una banda del narcotr¨¢fico heredera de los grupos paramilitares. Hasta el 20% de los habitantes el Cauca, unas 235.000 personas, han sido registradas por el Gobierno como v¨ªctimas del conflicto armado. La nueva etapa de violencia es m¨¢s fragmentada, sin actores dominantes.
¡°Aqu¨ª sabemos que los que est¨¢n detr¨¢s de ese atentado son los bandidos de la Dagoberto Ramos. A ellos solamente les queda un camino: se someten o los vamos a enfrentar con contundencia¡±, asegur¨® el presidente Iv¨¢n Duque al visitar Corinto. El Gobierno ha recurrido a viejas f¨®rmulas, como hacer un consejo de seguridad, anunciar el despliegue de 2.000 uniformados adicionales a los 8.000 que ya est¨¢n en el departamento y ofrecer recompensas por los cabecillas. Los ministros de Defensa, Diego Molano, e Interior, Daniel Palacios, recorrieron el mi¨¦rcoles los municipios m¨¢s afectados con la promesa de reforzar operaciones de desminado y erradicaci¨®n de cultivos il¨ªcitos, as¨ª como garantizar el retorno de familias desplazadas. Pero la violencia est¨¢ desatada.
La explosi¨®n de un coche bomba no fue un episodio aislado. Al atentado se a?aden los enfrentamientos entre disidencias y el ELN que han provocado unos 2.000 desplazados en el municipio de Argelia. All¨ª, m¨¢s de 6.000 civiles est¨¢n expuestos al uso de artefactos explosivos convencionales y no convencionales por parte de los actores armados ilegales, de acuerdo con la Defensor¨ªa del Pueblo, encargada de velar por los derechos humanos. Tambi¨¦n el secuestro y posterior asesinato de un funcionario de la Fiscal¨ªa por parte de la Dagoberto Ramos cuando viajaba por la carretera que une Santander de Quilichao con Corinto. Todo en un periodo de pocos d¨ªas desde el pasado fin de semana.
En medio de la reciente oleada de masacres que ha asomado a Colombia a su pasado m¨¢s oscuro, en el departamento han ocurrido adem¨¢s cuatro matanzas. El saldo fue de 14 muertos en lo que va de 2021, de acuerdo con Indepaz, una ONG dedicada a temas de conflicto armado. El Cauca tambi¨¦n ha ocupado el primer lugar en el incesante asesinato de l¨ªderes sociales a lo largo y ancho del pa¨ªs desde la firma de los acuerdos. All¨ª confluyen el cultivo de hoja de coca y de marihuana creepy, la miner¨ªa ilegal en la costa del Pac¨ªfico y los conflictos por la tierra.
¡°Es muy raro que haya tanta presencia de las Fuerzas Armadas en el Cauca y no sean capaces de controlar a las estructuras criminales, que tanta inteligencia militar no d¨¦ con los responsables, que no prevengan el accionar de los grupos armados y siempre lleguen tarde¡±, se lamenta el senador y l¨ªder ind¨ªgena caucano Feliciano Valencia, quien fue blanco de un atentado a finales del a?o pasado. ¡°El Gobierno no atiende las alertas tempranas que emite la Defensor¨ªa del Pueblo para prevenir las acciones criminales y el Ej¨¦rcito no hace presencia permanente en el territorio. Es esto lo que provoca la crisis humanitaria¡±, agrega. La estrategia de ofrecer recompensas ya no es efectiva y la captura de cabecillas no debilita a las disidencias debido a que no tienen la misma estructura jer¨¢rquica de las FARC, apunta un an¨¢lisis de La Silla Vac¨ªa.
En el Cauca hay un conflicto social, econ¨®mico y cultural hist¨®ricamente no resuelto, explica el exdefensor del Pueblo Carlos Negret, de familia caucana y conocedor de la regi¨®n. Su origen tiene varias causas. La primera es una geograf¨ªa quebrada que le hace costoso y dif¨ªcil al Estado hacer presencia permanente con su oferta de seguridad, pero especialmente de justicia, educaci¨®n, salud e infraestructura. La misma condici¨®n que parad¨®jicamente favorece a los actores armados. ¡°Durante decenas de a?os el Estado y el establecimiento han tenido una relaci¨®n con las comunidades campesinas, afrodescendientes e ind¨ªgenas mediada por la desconfianza. Una desconfianza que tiene ra¨ªces ancestrales, que distancia y se ha construido bajo prejuicios y preconceptos que son las condiciones esenciales de la estigmatizaci¨®n¡±, se?ala. Y a eso se suma la desigualdad y ausencia de oportunidades en un territorio esencialmente rural.
¡°La ¨²nica manera de transformar estas condiciones es con transformaciones impulsadas por el Estado en pleno. Con pol¨ªticas de largo plazo y no con proyectos circunstanciales; con decisiones sostenibles y sustentables, y no con extinguidores de fuego que m¨¢s temprano que tarde acaban su carga¡±, valora Negret. ¡°Creo que la implementaci¨®n del acuerdo de paz tiene muchos de esos elementos¡±.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.