¡°Los generales brasile?os buscan una tercera v¨ªa electoral, sin Lula ni Bolsonaro¡±
Jo?o Roberto Martins Filho, estudioso de las Fuerzas Armadas en Brasil, advierte sobre los peligros de fomentar la participaci¨®n pol¨ªtica de los uniformados
Brasil se enfrenta a una ¡°grave crisis militar¡± que no se habr¨ªa producido si algunos generales del Ej¨¦rcito no se hubieran ¡°aventurado en un gobierno tan inestable¡±. Esta es la lectura de Jo?o Roberto Martins Filho, estudioso de las Fuerzas Armadas brasile?as y autor del libro Los militares y la crisis brasile?a (Alameda Editorial), sobre la dimisi¨®n del ministro de Defensa, Fernando Azevedo, y la posterior destituci¨®n de los mandos de las tres fuerzas: Ej¨¦rcito, Armada y Fuerza A¨¦rea. Esto revel¨® ¡°fisuras en el grupo militar que hasta entonces hab¨ªan sido apenas visibles¡±.
A pesar de las turbulencias en el ¨¢mbito militar provocadas por la ¡°bomba¡± lanzada por Jair Bolsonaro, Martins Filho, profesor de la Universidad Federal de S?o Carlos, no ve riesgo de ruptura institucional con participaci¨®n de la Fuerzas Armadas, pero muestra su preocupaci¨®n por el fomento por parte de los partidarios de Bolsonaro de motines y revueltas en el seno de las polic¨ªas estatales: ¡°Esto puede llevar a un nivel de violencia dif¨ªcil de predecir¡±.
Pregunta. ?Qu¨¦ podemos esperar del general Braga Netto al frente del Ministerio de Defensa?
Respuesta. Braga Netto tuvo una carrera militar muy distinguida. Fue comandante del Este, en la regi¨®n de R¨ªo de Janeiro, y luego se convirti¨® en el jefe de la intervenci¨®n militar en el Estado, donde asumieron el poder de facto en R¨ªo. Hasta entonces era uno de los m¨¢s destacados de su generaci¨®n, que es la misma que la de Bolsonaro. Se trata de un grupo de generales formados en los a?os setenta, durante la Guerra Fr¨ªa, y que tuvieron cierto contacto con la realidad de la ¨¦poca. Dicen que es uno de los m¨¢s bolsonaristas entre los generales. As¨ª que, con la salida de Azevedo, el presidente puso a un hombre de confianza en su lugar. Se trata de un tr¨ªo de generales muy cercanos a Bolsonaro: Netto, en Defensa, Luiz Eduardo Ramos, en la Casa Civil, y Augusto Heleno, en el Gabinete de Seguridad Institucional.
P. ?Qu¨¦ significa la salida de los comandantes de las Fuerzas Armadas?
R. Estamos acostumbrados a decir que no hay fisuras en el Ej¨¦rcito. Pero el contacto con la pol¨ªtica provoca fisuras con el tiempo. Hasta entonces esta divisi¨®n era apenas visible, incluso algunos se refer¨ªan a algunos generales del Gobierno como el ¡°Partido Militar¡±. Es importante decir que estamos ante una crisis militar, y que esto no habr¨ªa ocurrido si no tuvi¨¦ramos un militar al frente de Defensa. No habr¨ªamos tenido este impacto si hubiera sido un civil en el lugar del general Azevedo. Esta aventura militar de entrar en el Gobierno es muy costosa para las Fuerzas Armadas. Est¨¢ demasiado cerca de un gobierno inestable.
P. Bolsonaro fue elegido con apoyo de los militares. ?Cree que algunos de ellos est¨¢n buscando ahora otro candidato para 2022?
R. S¨ª, los generales buscan una tercera v¨ªa [ni Lula ni Bolsonaro]. Esto qued¨® claro, por ejemplo, cuando algunos generales se pronunciaron en contra de la sentencia que declaraba la sospecha [parcialidad] de Sergio Moro [en el juicio contra Lula da Silva], por ser una opci¨®n de candidato de centro para que fuera apoyado en el entorno militar, y un rival del propio presidente.
P. ?Despidi¨® el Presidente al ministro como reacci¨®n a estos movimientos?
R. Bolsonaro debe haber percibido esta operaci¨®n, tiene instintos de supervivencia. Hace alg¨²n tiempo, el Centro de Comunicaci¨®n del Ej¨¦rcito inici¨® una operaci¨®n de relaciones p¨²blicas y psicol¨®gica para tratar de mostrar a la sociedad, tras la renuncia de Eduardo Pazuello [exministro de Salud], que ellos lo habr¨ªan hecho mejor. Y Bolsonaro lo sinti¨®, y en este proceso lanz¨® una bomba [al despedir a Azevedo]. Paralelamente, el presidente no consegu¨ªa que las Fuerzas Armadas aceptaran participar en algunas de sus locuras. Desde el punto de vista electoral, tambi¨¦n le pareci¨® mal que el ministro y los comandantes de las fuerzas no se pronunciaran contra la decisi¨®n del juez Edson Fachin que devolvi¨® a Lula sus derechos pol¨ªticos, por ejemplo.
P. ?Cu¨¢l es el mayor riesgo para la democracia en este momento?
R. El mayor riesgo en este momento es fomentar las revueltas en la polic¨ªa estatal. Ya sea por el propio presidente Bolsonaro o por su personal de inspiraci¨®n neofascista, como sus hijos, el asesor Filipe Martins y algunos diputados m¨¢s radicales de la base aliada, como Bia Kicis. Este grupo ha tratado de fomentar esta rebeli¨®n antes, y esto siempre ha sido en mi an¨¢lisis la peor hip¨®tesis posible, porque podr¨ªa llevar a una situaci¨®n de gran violencia en un pa¨ªs que ya es violento. Pero hay que destacar que hay mucha diferencia entre los Estados. El apoyo a Bolsonaro en las corporaciones y la situaci¨®n de la polic¨ªa no es homog¨¦nea. Pero seguro que le gustar¨ªa contar con esta posibilidad [de fomentar las revueltas].
P. El presidente tuvo algunos escarceos con el excomandante del Ej¨¦rcito, el general Edson Pujol, principalmente en relaci¨®n con la conducci¨®n de la lucha contra la pandemia. Ahora existe la expectativa de que los nominados por Braga Netto para ocupar altos cargos en las Fuerzas Armadas sean personas m¨¢s alineadas con el presidente. ?Existe esta posibilidad?
R. Si me hicieran esta pregunta hace un a?o, dir¨ªa que podr¨ªa poner a personas flexibles al frente de las fuerzas, personas que le resultaran m¨¢s agradables. Creo que la situaci¨®n ahora es complicada. No puede ser alguien que el alto mando no reconozca como un hombre digno de comandar el Ej¨¦rcito, por ejemplo.
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