Guerra ret¨®rica en el mar del Sur de China

Manila present¨® este mi¨¦rcoles una nueva protesta diplom¨¢tica ante Pek¨ªn. Y asegura que desde ahora lo har¨¢ cada d¨ªa, hasta que desaparezca el motivo de su queja: las decenas de barcos chinos atracados en aguas en disputa dentro de la Zona Econ¨®mica Exclusiva (ZEE) filipina, y que llegaron a ser m¨¢s de 200 el mes pasado. En una acalorada controversia, que a?ade le?a a las crecientes tensiones en las aguas del mar del Sur de China, Pek¨ªn sostiene que se trata de pesqueros ejerciendo un derecho milenario y ha advertido contra ¡°intenciones hostiles¡±. El Gobierno del presidente Rodrigo Duterte denuncia por su lado que se trata de milicias mar¨ªtimas, que utilizan la t¨¢ctica del hostigamiento para apoyar las reclamaciones territoriales de una China cada vez m¨¢s asertiva.

¡°Lanzando otra protesta diplom¨¢tica. Cada d¨ªa hasta que se haya ido el ¨²ltimo, como hubieran hecho ya si de verdad estuvieran pescando¡±, ha tuiteado el ministro de Exteriores filipino, Teodoro Locsin en relaci¨®n a las embarcaciones. El domingo, seg¨²n su Gobierno, a¨²n permanec¨ªan en la zona 44 barcos. Desde finales de marzo, Manila denuncia la presencia continuada de esos barcos a menos de 200 millas n¨¢uticas de su isla de Palawan, cerca del arrecife Whitsun, que Filipinas conoce como Juli¨¢n Felipe y China, como Niu¡¯e Jiao.

Una corte internacional de arbitraje confirm¨® en 2016 que el arrecife queda dentro de la ZEE de Filipinas, donde solo este pa¨ªs tiene derecho de explotaci¨®n de las aguas y las materias primas que puedan guardar. Filipinas asegura que no ha detectado ¡°verdaderas actividades pesqueras de estos barcos¡±, y teme que se trate de un intento de hacerse con el control de esa ¨¢rea. Una perspectiva que causa escalofr¨ªos en Manila: los dos pa¨ªses ya estuvieron a punto de llegar a las manos en otra zona en disputa, los islotes Scarborough, en un incidente en 2012 comenzado tambi¨¦n con la llegada de pesqueros chinos. Pek¨ªn mantiene desde entonces el control del ¨¢rea.

Seg¨²n Filipinas, esos barcos, cuyas im¨¢genes a¨¦reas en marzo mostraban en grupos, atados unos a otros, forman parte de la milicia mar¨ªtima china. Una fuerza paramilitar, formada por flotillas pesqueras que operan con fondos p¨²blicos; aunque sus tripulantes son civiles, en ocasiones pueden estar armados, algunos son veteranos del Ej¨¦rcito. Su presencia contribuye a establecer una presencia china en ¨¢reas en disputa: estos barcos, a menudo navegando en grandes grupos, alegan el derecho a faenar y utilizan su gran n¨²mero para bloquear el acceso a pesqueros de otras nacionalidades u obligarles a abandonar una zona determinada.

Pek¨ªn ¡ªjunto a Vietnam, el ¨²nico pa¨ªs de la zona que cuenta con una fuerza de ese tipo¡ª utiliza esas flotillas ¡°en operaciones en la zona gris, o choques de baja intensidad, para proteger los derechos mar¨ªtimos, a un nivel determinado para frustrar una respuesta efectiva del lado de las otras partes implicadas. China las ha empleado en su beneficio en reclamaciones de soberan¨ªa en incidentes en aguas internacionales en los mares del Sur y Este de China¡±, ha escrito el acad¨¦mico Andrew Erikson, de la Escuela Militar Naval estadounidense. Erikson describe a los tripulantes de las flotillas como ¡°hombrecillos azules¡±, una referencia a los ¡°hombrecillos verdes¡±, los soldados rusos sin insignias que invadieron el este de Ucrania en 2014.

China niega que los barcos en Whitsun pertenezcan a esta fuerza. El portavoz de su Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, ha insistido esta semana en que se trata de simples pescadores que ejercen su derecho a pescar y a refugiarse en el arrecife de los fuertes vientos y el mal tiempo, como han hecho desde hace milenios. ¡°No entiendo por qu¨¦ algunas partes implicadas llaman a los pesqueros chinos milicias mar¨ªtimas. Decir eso refleja motivos ocultos, intenciones hostiles¡±, ha declarado.

Por su parte, Manila ha endurecido esta semana la ret¨®rica. ¡°No soy ning¨²n idiota. El tiempo ha sido bueno, as¨ª que no tienen ninguna raz¨®n para permanecer all¨ª¡±, declaraba el domingo el ministro de Defensa filipino, Delf¨ªn Lorenzana, al acusar a China de querer hacerse con el control de la zona en Whitsun. ¡°Han hecho algo as¨ª antes en Panatag y Panganiban (Scarborough y el arrecife Mischief)¡±, agregaba.

Manila, no obstante, ha suavizado su tono para insistir, por boca del portavoz presidencial Harry Roque en que seguir¨¢ ¡°los canales diplom¨¢ticos y la v¨ªa pac¨ªfica¡± para resolver el conflicto. El propio presidente Duterte no ha hablado p¨²blicamente sobre la situaci¨®n, aunque en el pasado ha restado importancia a las disputas territoriales con Pek¨ªn para tratar de impulsar las relaciones econ¨®micas. Filipinas, uno de los pa¨ªses de mayor incidencia de la covid-19 en Asia, recibe buena parte de sus dosis de vacunas desde China.

La disputa ha aumentado la tensi¨®n en el mar del Sur de China, donde Pek¨ªn se atribuye el 90% de las aguas pese a que la decisi¨®n de la corte internacional de arbitraje en 2016 rechaz¨® la mayor¨ªa de sus reclamaciones. Adem¨¢s de Filipinas, otros cuatro pa¨ªses mantienen disputas con China en ese mar, por donde circula m¨¢s de un tercio del comercio mundial.