Texas pide a Biden incluir a los carteles mexicanos en la lista de organizaciones terroristas

El gobernador de Texas, Gregg Abbott, ha pedido a la Administraci¨®n de Joe Biden incluir a los carteles mexicanos en la lista de organizaciones terroristas internacionales. El mandatario republicano responsabiliza a los grupos criminales de la crisis en la frontera con M¨¦xico, que vio durante el mes de marzo el mayor n¨²mero de ingresos de migrantes en los ¨²ltimos 15 a?os. ¡°Al explotar las pol¨ªticas migratorias de Estados Unidos, los carteles han incrementado su poder y riqueza a expensas de vidas inocentes¡±, se?ala el documento enviado este jueves a la Casa Blanca. La petici¨®n no es nueva. Desde hace algunos a?os voces en ambos lados de la frontera, y por ciudadanos binacionales, han hecho la solicitud al Gobierno sin conseguirlo.

La designaci¨®n, considera Abbott, dar¨¢ a la Administraci¨®n dem¨®crata los instrumentos necesarios para lidiar contra grupos criminales como Los Zetas, el cartel de Sinaloa, el del Golfo y Jalisco Nueva Generaci¨®n. ¡°Esto reforzar¨¢ las herramientas para hacer m¨¢s segura la frontera¡±, afirma el comunicado del gobernador. Sumar a una de estas organizaciones internacionales en la lista del Departamento de Estado permite al gobierno federal buscar penas m¨¢s duras, incluidas cadenas perpetuas, en los procesos judiciales que se lleven en contra de los miembros de los carteles o para aquellos que los ayuden con recursos materiales o dinero.

Para justificar la petici¨®n a Washington, cuya decisi¨®n queda en manos, adem¨¢s del secretario de Estado, Anthony Blinken, de Merrick Garland, el Fiscal general y Janet Yellen, del Departamento del Tesoro, Abbott ha informado de un operativo iniciado el 6 de marzo que ha dejado centenares de detenidos. Cerca de 800 supuestos delincuentes arrestados, 1.7 toneladas de marihuana y 8 kilos de coca¨ªna decomisados y 50 armas incautadas fue el saldo que dej¨® la operaci¨®n Lone Star contra narcotraficantes. ¡°El tr¨¢fico de drogas no solo trae peligroso contrabando a nuestras comunidades, sino que financia a las organizaciones criminales¡±, a?ade.

El republicano afirma que los carteles tambi¨¦n trafican armas a Estados Unidos. Las estad¨ªsticas, sin embargo, no respaldan los dichos de Abbott. El 70% de los rifles y armamento de alto calibre que usan los narcotraficantes en realidad hacen el viaje de norte a sur cruzando ilegalmente la frontera. En 2019 fueron 9.279 armas de acuerdo a un informe elaborado por la Canciller¨ªa mexicana, que elev¨® el tema al debate bilateral entre los gobiernos de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador y Donald Trump.

Estados Unidos ya cuenta con algunas herramientas para luchar contra el narcotr¨¢fico. La Ley Kingpin (capo), por ejemplo, permite a la justicia estadounidense congelar los recursos financieros que entran al sistema local para ser lavados. M¨¢s de 2.100 organizaciones criminales, principalmente del narcotr¨¢fico, est¨¢n sujetas a esta norma desde junio de 2000. Las compa?¨ªas que blanquean recursos para estos grupos pueden obtener hasta 30 a?os de prisi¨®n y multas de cinco millones de d¨®lares. Texas propone que los grupos criminales mexicanos, que ya est¨¢n sujetos a esta normativa, tambi¨¦n puedan verse afectados por otro cat¨¢logo punitivo. Es el caso de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, la guerrilla de las FARC.

La propuesta que sale de la ciudad de Austin este jueves no es nueva. Antes de la crisis de la frontera, fue la crisis de inseguridad lo que motiv¨® la petici¨®n a la Casa Blanca de Donald Trump. En noviembre de 2019, la solicitud vino de parte de un integrante de la familia LeBar¨®n, una comunidad menonita de doble nacionalidad del estado mexicano de Chihuahua. Esto semanas despu¨¦s de que se registrara una cruenta matanza de nueve familiares, tres mujeres y seis ni?os, en la frontera con Sonora. El asesinato m¨²ltiple fue supuestamente un hecho del crimen organizado y tens¨® las relaciones entre M¨¦xico y Estados Unidos. El Gobierno mexicano se aprest¨® a detener a los involucrados en el hecho, pero la respuesta esperada de Washington nunca lleg¨®.

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