El TPI condena a Dominic Ongwen, antiguo ni?o soldado y l¨ªder rebelde ugand¨¦s, a 25 a?os de prisi¨®n
La corte con sede en La Haya destaca de entre los 61 delitos de los que es culpable el secuestro de menores y el matrimonio y embarazo forzosos de ni?as convertidas en esclavas sexuales
El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha condenado a 25 a?os de c¨¢rcel a Dominic Ongwen, antiguo ni?o soldado ugand¨¦s y excomandante de la organizaci¨®n extremista cristiana Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or (LRA, en sus siglas en ingl¨¦s). La cuant¨ªa de la pena es significativa por su doble condici¨®n de v¨ªctima y verdugo. Ongwen fue hallado culpable el pasado febrero de 61 cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, en especial el matrimonio y posterior embarazo forzosos de ni?as convertidas en esclavas sexuales, considerado por primera vez en el ¨¢mbito del TPI .
Pero ¨¦l mismo es tambi¨¦n una v¨ªctima de la violencia perpetrada por la milicia de la que luego form¨® parte. Secuestrado a los nueve a?os por los rebeldes de Joseph Kony ¡ªfundador del LRA¡ª, Ongwen padeci¨® los crueles m¨¦todos de entrenamiento de los menores obligados a luchar en conflictos armados. Los jueces han tenido en cuenta su pasado, aunque han considerado probado que cometi¨® los cr¨ªmenes siendo adulto y en pleno uso de sus facultades mentales.
El caso de Ongwen ha creado un dilema moral a los jueces, que han reconocido las circunstancias atenuantes de un duro pasado que acab¨® con su educaci¨®n cuando era un ni?o prometedor. ¡°Podr¨ªa haberse convertido en un miembro muy valioso para el futuro de su comunidad¡±, se?ala el fallo, que califica adem¨¢s de demostrado ¡°su sufrimiento como ni?o soldado durante los primeros a?os de su secuestro¡±, seg¨²n ha explicado Bertram Schmitt, presidente de la sala.
Sin embargo, es igualmente cierto que ¡°no era un subordinado de Joseph Kony, que pudo haber escapado a su situaci¨®n, pero opt¨® por ascender en la milicia, y cometi¨® varios de los delitos en la intimidad y por su cuenta¡±, ha a?adido. Los jueces han se?alado el secuestro de ni?os, que luego transform¨® en su guardia personal, y el de ni?as, ¡°forzadas al matrimonio y a dar a luz a sus hijos y servirle cometiendo as¨ª un crimen sexual y de g¨¦nero¡±.
La pena ha sido impuesta por mayor¨ªa. El fallo detalla los a?os de c¨¢rcel correspondientes a cada uno de los 61 cargos ¡ªvan desde los ocho hasta incluso los 20 a?os de prisi¨®n¡ª. La Fiscal¨ªa, por la excepcionalidad del caso, ped¨ªa ¡°no menos de 20 a?os y no m¨¢s de 30¡±. El TPI ha sentenciado 25 a?os de c¨¢rcel en total por los 61 delitos. Uno de los jueces solicitaba 30 a?os ¡ªel m¨¢ximo para la Fiscal¨ªa¡ª, pero Schmitt subray¨® que ¡°se ha reconocido la gravedad de los cr¨ªmenes y el sufrimiento de las v¨ªctimas, y se le ha dado a Ongwen la posibilidad de rehacer de alguna forma su vida¡±.
El drama de los ni?os reclutados en las guerras no se circunscribe a Uganda, sino que es un fen¨®meno recurrente en otros conflictos armados, y los jueces reconocen que Ongwen pas¨® por rituales sangrientos. Estos incluyen matar a otros ni?os en su misma situaci¨®n que quisieran huir, incluso a sus propios hermanos, y tambi¨¦n a adultos.
Al mismo tiempo, la sentencia subraya que ¨¦l infligi¨® un dolor indescriptible a sus v¨ªctimas durante su mayor¨ªa de edad, y que entre los dem¨¢s cr¨ªmenes probados hubo quema de casas, destrucci¨®n y pillaje. Por todo ello, las v¨ªctimas representadas durante el proceso ped¨ªan cadena perpetua. En una declaraci¨®n final, el propio juez Schmitt ha reconocido que tomar una decisi¨®n en este caso ha constituido un reto dadas las especiales circunstancias personales de Ongwen. ¡°Es posible que algunas v¨ªctimas no est¨¦n de acuerdo, y lo mismo puede pensar la defensa, y es comprensible. Pero como jueces, nos debemos a los requisitos de la ley, a nuestra conciencia, y hoy mismo empiezan los trabajos para que las v¨ªctimas sean compensadas¡±, ha dicho el presidente de la sala.
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