Ortega impone una reforma electoral en Nicaragua y Estados Unidos lo acusa de organizar unas ¡°elecciones viciadas¡±
El mandatario mantiene el control del Tribunal Electoral al designar jueces leales, con lo que cierra la posibilidad de un proceso justo y transparente en noviembre, cuando est¨¢n previstos los comicios presidenciales
La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por Daniel Ortega, ha aprobado unas reformas electorales dise?adas a la medida del mandatario, devenido en un aut¨®crata que controla todo el poder en ese pa¨ªs centroamericano. Las reformas son una nueva zancadilla en las aspiraciones de una oposici¨®n dividida que pretend¨ªa lograr unas m¨ªnimas garant¨ªas en las elecciones presidenciales previstas para noviembre, pero que ahora pr¨¢cticamente queda fuera de la contienda. El sandinista, adem¨¢s, orden¨® al Parlamento que nombrara a jueces leales en el Tribunal Electoral, con lo que Ortega despeja todo el camino para enroscarse en el poder. Tras la aprobaci¨®n del paquetazo electoral, Estados Unidos, a trav¨¦s de la subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung, ha afirmado que el presidente nicarag¨¹ense abre las puertas para unas ¡°elecciones viciadas¡±.
Para Ortega, que ya no pretende guardar las apariencias frente a la comunidad internacional, las elecciones son un mero tr¨¢mite, un proceso engorroso que al menos le da legitimidad entre sus bases e instituciones fuertes, como el Ej¨¦rcito, que se mantiene leal al mandatario. Las reformas electorales eran una de las exigencias de Estados Unidos, la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) y la Uni¨®n Europea. Tanto Washington como Bruselas han impuesto sanciones a funcionarios del r¨¦gimen por violaciones a los derechos humanos, incluyendo a la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, a algunos de sus hijos y operadores m¨¢s cercanos.
Las reformas aprobadas por la Asamblea le permiten al FSLN ¡ªel partido de Ortega¡ª mantener el control de toda la estructura electoral, le da a la polic¨ªa la potestad de autorizar o no los m¨ªtines pol¨ªticos de los opositores, niega el financiamiento a los candidatos que aspiran a participar en el proceso e inhibe de facto a aquellas personas que hayan participado en las protestas de 2018, que el r¨¦gimen ha catalogado como un intento de golpe de Estado. Las protestas comenzaron como un repudio a una reforma a la Seguridad Social que Ortega pretend¨ªa imponer sin consenso, pero tras la represi¨®n del r¨¦gimen se convirtieron en un movimiento nacional de repudio que exigi¨® el fin del mandato del presidente. La represi¨®n dej¨® 328 muertos, centenares de presos pol¨ªticos y 88.000 exiliados, seg¨²n la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Tras conocerse las propuestas de reforma a mediados de abril, el eurodiputado espa?ol Jos¨¦ Ram¨®n Bauz¨¢ las catalog¨® en entrevista con EL PA?S como ¡°el ¨²ltimo ataque perpetrado por parte de Ortega a la democracia¡± en Nicaragua. ¡°?l est¨¢ absolutamente decidido a consumar el fraude electoral que se va a producir en las elecciones de noviembre. Todas las indicaciones que se le han dado por parte de la OEA, por parte de la propia Uni¨®n Europea, por parte de las diferentes instituciones y organizaciones a nivel mundial se las ha saltado a la torera. Por lo tanto, yo estoy absolutamente preocupado por la falta de democracia que vamos a encontrarnos dentro de unos meses en las pr¨®ximas elecciones nicarag¨¹enses¡±, afirm¨® el legislador.
Estados Unidos tambi¨¦n ha demostrado su preocupaci¨®n por las reformas y, a trav¨¦s de la subsecretaria Chung, el Departamento de Estado ha dicho que Ortega se encamina a unas ¡°elecciones viciadas¡± en noviembre. ¡°La nueva Ley Electoral defrauda al pueblo de Nicaragua y no convence a la comunidad internacional. El CSE est¨¢ altamente parcializado¡±, ha dicho la funcionaria.
La Administraci¨®n del presidente Joe Biden ha mostrado su preocupaci¨®n por la situaci¨®n en Nicaragua. Washington ha exigido un ¡°cambio de rumbo¡± al r¨¦gimen de Ortega, ante lo que ha calificado como la ¡°intensificaci¨®n de la represi¨®n¡±. ¡°La Administraci¨®n Biden est¨¢ comprometida con apoyar al pueblo nicarag¨¹ense y su demanda de democracia¡±, afirm¨® el Departamento de Estado en un comunicado publicado a inicios de febrero.
En Managua, los opositores intentan encajar el golpe. No es que las reformas orteguistas los tomaran por sorpresa, pero esperaban un m¨ªnimo de apertura del r¨¦gimen debido a las presiones internacionales y las amenazas de nuevas sanciones. Hasta ahora no se ha logrado conformar un grupo opositor s¨®lido y hay una decena de aspirantes a convertirse en el candidato de la oposici¨®n. Entre esas personas est¨¢ Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Chamorro, que aspira a repetir la haza?a de su madre, quien en 1990 derrot¨® a Daniel Ortega en unas elecciones supervigiladas. ¡°Con la elecci¨®n del nuevo CSE, la dictadura demuestra una vez m¨¢s su vocaci¨®n autoritaria, no tiene ni la voluntad pol¨ªtica, ni la decencia de realizar elecciones libres y transparentes. Solo en UNIDAD derrotaremos a Ortega¡±, escribi¨® Chamorro en Twitter.
El obispo Silvio B¨¢ez, una de las voces m¨¢s cr¨ªticas de Ortega y trasladado a Roma por el Vaticano debido a las amenazas del r¨¦gimen, escribi¨® tambi¨¦n en la red social: ¡°En Nicaragua, la dictadura cierra todas las puertas a una salida democr¨¢tica. No hay que desanimarse. Es hora de deponer la soberbia pol¨ªtica y las posturas sectarias. Todav¨ªa es hora del acercamiento humilde entre los distantes y del sacrificio de cada uno por el bien de todos¡±. A pesar de la presi¨®n interna e internacional, Ortega no muestra ninguna intenci¨®n de ceder. Por el contrario, se radicaliza, a¨ªsla a Nicaragua y parad¨®jicamente mantiene su af¨¢n de imponer otra dinast¨ªa familiar como la de los Somoza, contra la que ¨¦l luch¨® cuando era un p¨¢rvulo guerrillero.
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