Misterio y caos en la sucesi¨®n en el trono zul¨²
La muerte del rey y la reina regente en apenas mes y medio abre la batalla entre los sucesores del grupo ¨¦tnico m¨¢s importante de Sud¨¢frica
El coche f¨²nebre con el cuerpo de la reina regente de la monarqu¨ªa zul¨² lleg¨® el mi¨¦rcoles pasado hasta el palacio de Nongoma, en la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal, en el este del pa¨ªs, escoltado por jefes tribales y ciudadanos ataviados con pieles de leopardo, coloridos abalorios, escudos y lanzas. All¨ª, en una ceremonia tradicional y privada, la familia despidi¨® a Mantfombi Dlamini Zulu, de 65 a?os, que muri¨® el 29 de abril, un mes y medio despu¨¦s que el rey, Goodwill Zwelithini, de 72 a?os. La p¨¦rdida del matrimonio real sumi¨® al pueblo zul¨², el grupo ¨¦tnico m¨¢s importante de Sud¨¢frica, al que pertenece alrededor del 21% de la poblaci¨®n (entre 10 y 12 millones de sudafricanos), en una situaci¨®n in¨¦dita y abri¨® una gran inc¨®gnita por la sucesi¨®n de un imperio donde de las tierras, principal fuente de ingresos de sus habitantes, son administradas al margen de la ley del Estado.
Danzas tradicionales, mostrando las armas de la batalla, se mezclaron con los gritos, c¨¢nticos y mensajes cruzados de los miembros de la familia real zul¨² tras escuchar la lectura este viernes del testamento de la reina regente. Celebraban la propuesta de la monarca de nombrar como heredero al pr¨ªncipe Misuzulu, de 47 a?os. Los 200 miembros de la Familia Real estuvieron presentes durante el anuncio y comprobaron la autenticidad del testamento, pero su lectura desencaden¨® un momento de m¨¢xima tensi¨®n y caos cuando la seguridad de Misuzulu asegur¨® haber recibido una amenaza contra el pr¨ªncipe y decidi¨® alejarle a toda velocidad del palacio. La propuesta de la regente tiene que ser ratificada por la Familia Real y, al menos de momento, la coronaci¨®n del heredero no est¨¢ asegurada.
El pueblo zul¨², m¨ªtico por su valent¨ªa y destreza en la batalla contra los brit¨¢nicos, sucumbi¨® a rumores y disputas familiares mundanas, muy alejadas del ostentoso vestuario, al fallecer el 12 de marzo su octavo monarca. La caja de Pandora se abri¨® de par en par en Kwazulu-Natal, que alberga el reino de Zululandia, donde sus dirigentes, aunque sin poder ejecutivo ¡ªla Constituci¨®n reconoce su rol pero les otorga un papel ceremonial¡ª, son fundamentales en la toma de decisiones y apoyo a las pol¨ªticas nacionales de Sud¨¢frica. Tras medio siglo de reinado, el pasado 12 de marzo, el monarca Zwelithini, f¨¦rreo defensor de una instituci¨®n que se remonta al siglo XVIII, no super¨® las complicaciones de la diabetes que padec¨ªa y falleci¨®. Su testamento design¨® a la reina Mantfombi Dlamini Zulu como regente para supervisar el nombramiento de su sucesor. Menos de un mes despu¨¦s, a¨²n en periodo de luto por el rey, Dlamini ingres¨® en el hospital Milpark de Johannesburgo. Muri¨® el pasado 29 de abril sin que por el momento se conozcan las causas. Este viernes se celebr¨® el funeral oficial, al que acudieron miembros del Gobierno sudafricano.
¡°Fue una sorpresa que nos ha dejado completamente desolados, pero no habr¨¢ un vac¨ªo de poder en la naci¨®n zul¨² durante este tiempo de luto¡±, ha declarado el primer ministro zul¨², Mangosuthu Buthelezi, fundador tambi¨¦n del hist¨®rico Partido Libertad Inkatha ¡ªdesempe?¨® un papel crucial en la transici¨®n a la democracia del pa¨ªs manteniendo siempre el di¨¢logo con el Partido Nacional de los afrik¨¢ners¡ª. El presidente de Sud¨¢frica, Cyril Ramaphosa, comparti¨® la consternaci¨®n de los zul¨²es al manifestar en sus condolencias: ¡°En esta hora de dolor, extiendo mis pensamientos y rezos una vez m¨¢s a la familia real, al tener que despedirse de la regente en una sucesi¨®n tristemente corta¡±.
Al rey Zwelithini le han sobrevivido seis reinas, 11 princesas y 26 pr¨ªncipes, adem¨¢s de seis palacios y la gesti¨®n de un presupuesto anual para la provincia de 71,3 millones de rands (4,19 millones de euros). Dlamini era su tercera esposa, pero ostentaba el t¨ªtulo de ¡°gran reina¡± por la dote que aport¨® y por tener sangre real al ser la hija del rey Sobhuza II de Esuatini (Suazilandia). La sucesi¨®n, por tradici¨®n, debiera haber reca¨ªdo en el hijo mayor de la primera de las esposas, pero este, el pr¨ªncipe Lethukuthula, muri¨® en noviembre del pasado a?o. Las autoridades investigan su caso como posible asesinato.
Se desconoce todav¨ªa si alguno de los hijos ha sido educado para ser rey, porque el trono zul¨² ha sido siempre elemento de disputa: el rey Shaka, venerado como el gran guerrero zul¨² que ha inspirado pel¨ªculas y dibujos animados, conocido por su destreza b¨¦lica y por ser el art¨ªfice de t¨¢cticas reproducidas durante la lucha contra el apartheid, fue asesinado por un hermano para arrebatarle el poder, en 1828. Y el propio Zwelithini se vio obligado a exiliarse y esconderse durante tres a?os antes de acceder al trono por las amenazas de muerte que recib¨ªa. Una realidad que el difunto monarca pretend¨ªa evitar al que le sucediera, y que qued¨® truncada con la prematura muerte de la reina regente.
El hijo mayor de la reina regente, el pr¨ªncipe Misuzulu, puede ser el heredero, pero todav¨ªa no es definitivo. Misuzulo ha estudiado Relaciones Internacionales en Estados Unidos y como apunta Maxwell Shamase, historiador y profesor de la Universidad de Zululandia ¡°tiene una visi¨®n m¨¢s moderna de la pol¨ªtica, adem¨¢s de sangre real, y de entender las pr¨¢cticas culturales que pueden fortalecer a la naci¨®n zul¨²¡±. La balanza tambi¨¦n puede decantarse a favor del pr¨ªncipe Phumuzuzulu, hijo de la segunda esposa del rey fallecido.
¡°Es posible que las cosas hayan cambiado porque ahora tenemos una monarqu¨ªa constitucional en la que todo el mundo es igual¡±, apunta Shamase. El pr¨ªncipe Phumuzuzulu es el heredero del palacio Enyokeni, donde se celebran acontecimientos como el Baile del Junco, en el que se resalta el valor de la virginidad y la moralidad de las j¨®venes (y que tambi¨¦n se utiliz¨® para luchar contra el sida en la regi¨®n). ¡°Su madre jug¨® un papel fundamental al revivir esta danza junto al rey. Adem¨¢s, hay muy poca informaci¨®n sobre el pr¨ªncipe, y quiz¨¢s por eso podr¨ªa haber sido criado para ser rey¡±, explica Shamase.
En la espiral de declaraciones y disputas familiares abiertas tras el deceso de Dlamini, varios hermanos de su marido, el difunto rey, han acusado tambi¨¦n al primer ministro zul¨² de excluirles de las reuniones familiares para tomar decisiones ante la inc¨®gnita abierta. ¡°Debemos formar parte de las discusiones y los acuerdos. El pueblo dice que no estamos involucrados y eso es muy doloroso¡±, declar¨® una de las princesas, quien adem¨¢s rechaz¨® relaci¨®n alguna con el supuesto envenenamiento de la reina, un rumor desmentido por la casa real. Tambi¨¦n echa le?a al fuego la primera esposa del difunto monarca y sus dos hijas, al exigir ante la justicia el 50% del patrimonio real y el reconocimiento como ¨²nica esposa legal del difunto monarca. Para demostrarlo, han contratado los servicios de un experto en caligraf¨ªa que, seg¨²n las interesadas, demostrar¨¢ que el testamento fue falsificado y debe ser anulado.
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