Escuelas, hospitales y comercios al borde del colapso en Gaza
Las sucesivas guerras y el bloqueo israel¨ª han llevado al l¨ªmite la situaci¨®n econ¨®mica y social en la Franja, donde el paro alcanza al 48% de la poblaci¨®n
Los colchones de espuma de poliuretano almacenados en el patio de la f¨¢brica Foamco en Gaza se esfumaron este lunes convertidos en una espesa nube de humo negro. El coloso de fuego que dej¨® atr¨¢s un bombardeo israel¨ª arras¨® las instalaciones de esta industria fundada en 1994 ante la impotencia de un pu?ado de bomberos y voluntarios de protecci¨®n civil que se enfrentaron a las llamas con mangueras de chorro exiguo y unos cuantos extintores, seg¨²n se apreciaba en los v¨ªdeos difundidos en perfiles de gazat¨ªes en redes sociales y contaba la agencia France Presse.
Con los colchones derretidos por el calor se esfum¨® casi con toda seguridad el medio de vida de la mayor¨ªa, si no de todas, de las 24 personas que trabajaban en Foamco. Despu¨¦s de tres guerras desde 2008 y casi tres lustros de un f¨¦rreo bloqueo impuesto por Israel, que impide con escasas excepciones la entrada y salida de mercanc¨ªas, personas y servicios de la Franja, casi la mitad de los gazat¨ªes (48%) no tiene trabajo, seg¨²n datos de Naciones Unidas.
Los empleos de muchos palestinos de Gaza sobrevivieron al principio a las bombas, pero agonizaron despu¨¦s a causa de la asfixia econ¨®mica provocada por la destrucci¨®n de infraestructuras y el bloqueo. Una muerte lenta que podr¨ªa extenderse ahora a lo poco que queda de la maltrecha econom¨ªa de esta franja de apenas 360 kil¨®metros cuadrados. Desde el inicio de la ¨²ltima ofensiva militar israel¨ª, el 10 de mayo, al menos 94 edificios, incluyendo 461 viviendas y un n¨²mero no precisado de comercios y otros negocios, han sido destruidos, de acuerdo con datos del Ministerio de Obras P¨²blicas y Vivienda de Gaza citados por la Oficina de Coordinaci¨®n Humanitaria de Naciones Unidas en Palestina.
Usama el Aklouk, un neurocirujano palestino de 58 a?os, recuerda c¨®mo ¡°al caer edificios como la torre Al Jalaa¡± ¡ªque albergaba las oficinas de dos medios internacionales de prensa, Associated Press (AP) y Al Jazeera¡ª ¡°han desaparecido viviendas, comercios, empresas, y as¨ª con cada edificio, con cada calle que han bombardeado¡±.
El m¨¦dico ha vivido las tres guerras que ha padecido Gaza desde 2008, pero asegura que nunca hab¨ªa visto ¡°que el blanco del ataque de un caza israel¨ª fueran simplemente las calles principales de la ciudad¡±. Dos de estas v¨ªas son la avenida de Gamal Abdel Nasser y la calle de Al Wahda, ambas arterias c¨¦ntricas de Ciudad de Gaza. La calle de Al Wahda era hasta ahora uno de los principales accesos al hospital Al Shifa, el m¨¢s importante de la Franja, del que el doctor El Aklouk es subdirector.
Con esa calle reducida a una sucesi¨®n de ¡°socavones¡±, las ambulancias ¡°tienen que dar rodeos para llegar¡±, denuncia el m¨¦dico palestino. Una demora que cuando se trata de heridos de guerra con ¡°amputaciones, traumatismos craneoencef¨¢licos muy graves, quemaduras o aplastamiento por los escombros¡± puede sellar en ocasiones una suerte infausta.
Una cl¨ªnica de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) tambi¨¦n result¨® da?ada por el bombardeo de la madrugada del domingo, en el que perecieron 42 de las 198 v¨ªctimas mortales que ya cuenta el Ministerio de Sanidad de Gaza desde que comenz¨® la escalada, hace una semana. El ataque dej¨® ¡°una sala de esterilizaci¨®n inutilizable y una sala de espera da?ada¡±, reza una nota de la organizaci¨®n.
El da?o en ¡°infraestructuras esenciales¡± provocado por los bombardeos amenaza con causar ¡°un deterioro adicional en el acceso a servicios b¨¢sicos¡±, ha alertado la Oficina de Coordinaci¨®n Humanitaria de Naciones Unidas en Palestina. No solo en servicios como la atenci¨®n sanitaria, sino en otros igualmente vitales como la educaci¨®n. Los ni?os se han visto privados de acudir a clase en los ¨²ltimos meses a causa de la pandemia, que ha obligado a cerrar los colegios. Adem¨¢s, desde el jueves al menos 41 escuelas han quedado da?adas por las bombas. Entre ellas, dos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), confirm¨® la directora de este organismo en Espa?a, Raquel Mart¨ª.
Para el subdirector del hospital Al Shifa, el doctor Usama el Aklouk, estos ataques a f¨¢bricas, hospitales y escuelas tienen un prop¨®sito: ¡°Destruir tres sectores claves, la econom¨ªa, la sanidad y la educaci¨®n¡±. La directora de UNRWA en Espa?a, Raquel Mart¨ª, alude, por su parte, a ¡°un castigo colectivo¡± por parte de Israel contra la poblaci¨®n de Gaza, que ¡°infringe las normas del derecho internacional humanitario¡±.
La violaci¨®n de los derechos humanos de la poblaci¨®n de la Franja y el ¡°colapso econ¨®mico¡± explican, para Raquel Mart¨ª, el hecho de que el 60% de la poblaci¨®n de Gaza, 1.200.000 personas de una poblaci¨®n de casi dos millones, dependa de la UNRWA para alimentarse. El 90% de los hogares gazat¨ªes no dispone tampoco de agua potable, pues las sucesivas operaciones militares han da?ado gravemente la red p¨²blica de agua. Desde el inicio de la ofensiva militar israel¨ª, la ¨²nica planta de desalinizaci¨®n de agua de la Franja ha dejado de funcionar. Israel no permite que entre en Gaza el combustible necesario para ello, denuncia la directora de UNRWA.
Sin trabajo, dependiendo de la ayuda humanitaria para alimentarse, con unos servicios p¨²blicos al borde del colapso y una poblaci¨®n sometida al terror de ser ¡°bombardeada en sus casas en medio de una total oscuridad por los continuos cortes de la electricidad¡±, Gaza es hoy un lugar, deplora Raquel Mart¨ª, donde no hay ¡°ninguna esperanza de una vida digna¡±.
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