¡°El drama de la inmigraci¨®n en el Mediterr¨¢neo se evita con desarrollo y movilidad inteligente¡±
Nasser Kamel, secretario general de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo, aboga por la contrataci¨®n en origen de trabajadores o ¡°el sue?o de crear un Erasmus¡± entre la UE y sus vecinos del sur
El Mediterr¨¢neo marca los confines de un abismo, el que divide a un norte pr¨®spero y, con excepciones, democr¨¢tico de un sur lastrado por la mala gobernanza y la pobreza de muchos de sus moradores. Diferencias como las que separaron en 2020 los 33.000 euros de renta per c¨¢pita de un franc¨¦s de los 3.000 que el Banco Mundial calcula que ten¨ªa un marroqu¨ª abren una sima en la que se han perdido al menos 20.000 vidas entre 2014 y marzo de 2020, en cifras de la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones (OIM).
La Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo (UpM) es uno de los proyectos que trata de sanar esa herida atendiendo a sus ¡°ra¨ªces profundas¡±, asevera el diplom¨¢tico egipcio Nasser Kamel (El Cairo, 61 a?os), secretario general de la organizaci¨®n desde 2018. Y cita ¡°la pobreza, el desempleo y las desigualdades¡± entre los 42 pa¨ªses miembros de la UpM; los 27 de la Uni¨®n Europea y 15 Estados del Magreb y de Oriente Pr¨®ximo.
Nasser Kamel est¨¢ en Madrid para presentar este jueves el primer informe de su organizaci¨®n sobre lo que la UpM considera una herramienta de desarrollo capaz de contrarrestar tragedias como la de la inmigraci¨®n: la integraci¨®n econ¨®mica entre la UE y sus vecinos de la orilla sur del Mediterr¨¢neo, un objetivo que queda a¨²n lejos, a juzgar por un texto que describe unos logros modestos. A pesar de ello, el secretario general de la organizaci¨®n recalca que la regi¨®n ¡°ha progresado en cuanto a integraci¨®n¡±. Luego reconoce que ¡°las cosas se pueden hacer mucho mejor¡±.
El responsable de la UpM no niega tampoco que el texto dibuja la imagen de un gigante que tiene frente a s¨ª a socios cuya voz es mucho menos audible. La UE sigue ¡°concentrando el 95% de los intercambios comerciales y el 70% del transporte¡± en el ¨¢rea de la Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo. Los factores que impiden progresos m¨¢s notables son variados. Entre ellos, se describe una infraestructura de transportes y una conectividad energ¨¦tica insuficientes entre el norte y el sur, as¨ª como la ¡°inexistencia de regulaci¨®n¡± sobre el mercado de servicios, deplora el propio secretario general de la organizaci¨®n. La UE carece incluso de un ¡°acuerdo de comercio global¡± con sus vecinos de la orilla sur que supere el actual esquema de acuerdos bilaterales, asevera Kamel.
La cuesti¨®n migratoria se aborda en el informe, pero no con ese nombre. Se engloba en lo que parece un eufemismo: ¡°movilidad¡±. Este t¨¦rmino biensonante no es tal para Kamel Nasser, que sostiene que se trata de ¡°conceptos diferentes¡±. Por el contrario, el diplom¨¢tico egipcio aboga por la ¡°necesidad de pol¨ªticas de movilidad inteligentes para evitar que personas desesperadas, sin empleo, intenten alcanzar la orilla europea con un riesgo enorme para sus vidas¡±. Ejemplos de esa movilidad inteligente son a su juicio los permisos de trabajo estacionales para trabajadores extracomunitarios, ¡°como los que han funcionado tan bien entre Espa?a y Marruecos¡±. Se refiere a los acuerdos que permiten la contrataci¨®n en origen de temporeras marroqu¨ªes para la recogida de la fresa en Espa?a.
Otro hito de esa ¡°movilidad circular de personas¡± con la que sue?a el secretario general de la UpM es un ¡°Erasmus mediterr¨¢neo¡±, que ¡°cambiar¨ªa la cara de la regi¨®n¡±.
Una esperanza de paz vana
La Uni¨®n por el Mediterr¨¢neo fue fundada en 2008 por iniciativa del entonces presidente franc¨¦s Nicol¨¢s Sarkozy, con el objetivo de revivir el languideciente Partenariado Euro-Mediterr¨¢neo de Barcelona ¡ªel llamado Proceso de Barcelona¡ª que naci¨® en 1995 a propuesta de Espa?a. Su objetivo era colmar la brecha de desarrollo en el Mediterr¨¢neo y convertir la cuenca del Mare Nostrum en un oasis de paz y prosperidad.
Eran tiempos de una esperanza que pronto se revel¨® un espejismo. Los grandes objetivos que se marc¨® el Proceso de Barcelona naufragaron en parte cuando los Acuerdos de Oslo se quedaron en papel mojado. En 1993, estos acuerdos hab¨ªan sancionado la soluci¨®n de los dos Estados para el conflicto entre palestinos e israel¨ªes.
M¨¢s de 25 a?os despu¨¦s, la organizaci¨®n que dirige Nasser Kamel, heredera del Proceso de Barcelona, se concentra ahora en el desarrollo econ¨®mico y el empleo, el medio ambiente, el transporte y el desarrollo urbano, entre otros aspectos cruciales pero menos arduos que arrancar un compromiso de los pa¨ªses del norte y del sur del Mediterr¨¢neo para solucionar conflictos como el palestino-israel¨ª o el del S¨¢hara Occidental. A ellos se suman ahora los rescoldos de la guerra en Siria y la contienda libia. Nasser Kamel no alude a que, con estos conflictos abiertos, se antoja imposible alcanzar esa zona de paz y seguridad que se defini¨® como objetivo en la capital catalana en 1995. A su juicio, por encima de la dificultad de hallar una soluci¨®n a diferencias que parecen no tenerla, las ¡°tensiones pol¨ªticas disminuir¨¢n cuando se alcance la prosperidad compartida¡± entre las dos orillas del mar Mediterr¨¢neo.
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