La Asociaci¨®n Nacional del Rifle se encasquilla
El todopoderoso grupo de presi¨®n de EE UU favorable a las armas est¨¢ acusado de evasi¨®n fiscal y financiaci¨®n irregular


Lejos queda la poderosa imagen del legendario actor de Hollywood Charlton Heston levantando con una mano sobre su cabeza un Winchester 1886. ¡°Entregar¨¦ mis armas cuando me las quiten de mis fr¨ªas manos muertas¡±, proclam¨®. Y repiti¨®, atrincherado en el derecho a portar armas que concede la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n de EE UU: ¡°De mis fr¨ªas manos muertas¡±.
Fue en los inicios del siglo XXI. Heston dej¨® la presidencia de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en ingl¨¦s) ¡ªdebido a una demencia senil¡ª cuando esta era omnipotente. La NRA sufre hoy un declive del que puede salir tocada de muerte por las luchas de poder internas, los gastos fastuosos de sus ejecutivos y las acusaciones de fraude. Tanto su reputaci¨®n como sus finanzas hacen aguas. En palabras de Frank Smyth, periodista y autor del libro The NRA, The Unauthorized History (La NRA, una historia no autorizada), ¡°la organizaci¨®n nunca hab¨ªa sido tan d¨¦bil como lo es ahora¡±.
En conversaci¨®n con EL PA?S, Smyth considera que el grupo de presi¨®n est¨¢ ante ¡°un momento de gran inestabilidad¡± y asegura que la junta directiva ¡°est¨¢ aterrada¡± ante la idea de que el director ejecutivo de la organizaci¨®n, Wayne LaPierre, deje su cargo y exista ¡°una lucha encarnizada¡± por qui¨¦n se queda con el poder.
A LaPierre se le define en art¨ªculos de prensa y libros ¡ªy lo corrobora Smyth¡ª como un hombre d¨¦bil que, sin embargo, habla de s¨ª mismo en tercera persona; un l¨ªder de la organizaci¨®n a pesar de no tener mucho inter¨¦s en las armas, seg¨²n admite ¨¦l mismo. Sin embargo, LaPierre, de 71 a?os, ha llevado el n¨²mero de socios desde que tom¨® las riendas del grupo en 1991 hasta los cinco millones, ha recaudado toneladas de dinero y ha escrito en piedra el nombre de la NRA como la cara visible del lobby de las armas en EE UU, un grupo de presi¨®n en Washington que ninguno de los presidentes dem¨®cratas como Clinton u Obama y ahora Biden han podido doblegar, pese a los 20.000 muertos que causaron las armas el a?o pasado. Sus socios pagan cuotas que oscilan entre 45 d¨®lares anuales, aunque var¨ªa seg¨²n los Estados, y 150 por un per¨ªodo de cinco a?os, adem¨¢s de recibir numerosas donaciones. Hay m¨¢s de 400 millones de armas en un pa¨ªs de 330 millones de habitantes.
Al ocaso de la organizaci¨®n, se le ha puesto fecha en los tribunales. Por primera vez en sus casi 150 a?os de existencia, alguien se atrevi¨® a cuestionar a la intocable NRA. En agosto de 2020, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, present¨® una demanda contra el m¨¢s grande y poderoso grupo a favor de las armas de EE UU, con el fin ¨²ltimo de disolver la asociaci¨®n, por ¡°a?os de irregularidades¡± e incurrimiento en ¡°fraudes y abusos¡±.
James consider¨® que el grupo opera como una empresa y no como una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro (que es como est¨¢ registrada la NRA en el Estado de Nueva York). El ¡°absolutismo y secretismo¡± en la NRA ¡ªseg¨²n define Smyth el mandato de LaPierre¡ª entr¨® entonces en decadencia.
En la demanda presentada, de m¨¢s de 100 folios, James sostiene que la NRA ha hecho mal uso de hasta 64 millones de d¨®lares (unos 53 millones de euros) durante tres a?os. La fiscal alega evasi¨®n fiscal, financiaci¨®n irregular de campa?a y pagos desorbitados a los miembros del Consejo de Administraci¨®n.
En esta ¨²ltima categor¨ªa, LaPierre habr¨ªa gastado m¨¢s de 250.000 d¨®lares en viajes a las Bahamas y al lago Como (Italia), entre otros; otro cuarto de mill¨®n en la exclusiva tienda de ropa de Zegna en Beverly Hills (California); y fletado por casi 27.000 d¨®lares un avi¨®n privado para su hija y su sobrina para poder llegar a un evento de la NRA ya que perdieron el vuelo comercial. La lista de dispendios sigue y sigue.
Mientras todo este derroche suced¨ªa, la NRA, en una desesperada necesidad de fondos, sub¨ªa las cuotas a sus miembros por segundo a?o consecutivo. Para disminuir costes, se elimin¨® el caf¨¦ gratis y los dispensadores de agua en el inmenso cuartel general que la organizaci¨®n tiene en Fairfax (Virginia). Tambi¨¦n se congelaron los fondos de pensiones de los empleados.
Los abogados del grupo han equiparado las eventuales medidas judiciales contra la organizaci¨®n con ¡°la condena a muerte¡± de la NRA. Ante tal amenaza, la asociaci¨®n ide¨® una argucia legal para que el Estado de Nueva York ¡ªy su justicia¡ª no tuviera poder sobre el grupo. A pesar de que la NRA, seg¨²n declara su propia junta directiva, goza de salud financiera y es capaz de pagar a sus acreedores, la organizaci¨®n se declar¨® en bancarrota en enero, con el ¨²ltimo objetivo de desvincularse de Nueva York ¡ªEstado gobernado por los dem¨®cratas¡ª y restablecerse de nuevo en Texas ¡ª tradicionalmente republicano¡ª. La NRA no contest¨® ninguna de las peticiones de este peri¨®dico.
Bancarrota
Sin embargo, el juez federal Harlin Hale rechaz¨® este mes la petici¨®n del grupo de acogerse al cap¨ªtulo 11 del C¨®digo de Bancarrota de EE UU, que le hubiera permitido ¡°aliviar al deudor honesto del peso de deudas opresivas y permitirle empezar liberado de las obligaciones y responsabilidades consecuentes de su mala fortuna en los negocios¡±. La idea es permitir que la asociaci¨®n pague las deudas que pueda pero contin¨²e existiendo para mantener el empleo, en lugar de colapsar por las fuertes obligaciones financieras.
Para sorpresa de la NRA, la decisi¨®n de la asociaci¨®n de acogerse a la bancarrota le pareci¨® al juez Hale, como m¨ªnimo, sospechosa. ¡°La NRA siempre se ha presentado ante sus miembros y ante la ley como una instituci¨®n en condiciones financieras potentes¡±, se lee en la resoluci¨®n. Tambi¨¦n en palabras del juez: ¡°La NRA no ha pedido la bancarrota de buena fe porque la ley no contempla la posibilidad para la que pretende usarla¡±.
Cierto que la NRA ha perdido el primer asalto para librarse de la Fiscal¨ªa de Nueva York. Pero la decisi¨®n del juez Hale puede recurrirse y ser¨ªa estudiada por el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de EE UU, un tribunal muy conservador dominado por jueces elegidos por George W. Bush y Donald Trump. Es aventurado dictar la defunci¨®n de la NRA. Pero de lo que no hay duda es de que ¡°est¨¢ gravemente herida¡±, seg¨²n Smyth.
Mientras el antes todopoderoso grupo est¨¢ fr¨¢gil, algunas otras organizaciones de defensa de las armas anhelan la oportunidad para llenar, quiz¨¢, ese posible vac¨ªo. Gun Owners of America (Propietarios de Armas de Estados Unidos), con apenas 100.000 miembros ¡ªfrente a los cinco millones de la NRA¡ª cree que ha llegado el momento de que se imponga su agenda, mucho m¨¢s agresiva a favor de las armas que los postulados de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle. Gun Owners of America, con supremacistas blancos entre sus filas, asegura que tiene fondos de sobra para poder resistir cinco a?os sin financiaci¨®n.
La declaraci¨®n de principios de la Asociaci¨®n Nacional por el Derecho a las Armas es rotunda frente al momento que vive la NRA. ¡°No calzamos mocasines Gucci ni lucimos ropa por valor de 200.000 d¨®lares para fanfarronear antes de engordar los bolsillos de pol¨ªticos pusil¨¢nimes de Washington para que voten a favor de las armas¡±.
Una esp¨ªa rusa y Oliver North
Un d¨ªa despu¨¦s de que un juez federal condenara a la rusa Maria Butina a 18 meses de prisi¨®n por conspirar para infiltrarse en la NRA y espiar para Mosc¨², Oliver North anunci¨® en la convenci¨®n Anual de la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA, siglas en ingl¨¦s) que no se presentar¨ªa a la reelecci¨®n como presidente.
Era el 27 de abril de 2019 y la renuncia de North llegaba poco despu¨¦s de que el diario The Wall Street Journal publicara, en exclusiva, una historia que aseguraba que North hab¨ªa pedido a Wayne LaPierre, director ejecutivo de la organizaci¨®n, que dimitiera. De lo contrario, seg¨²n aquella informaci¨®n, North revelar¨ªa pruebas de que LaPierre hab¨ªa usado fondos del grupo de presi¨®n para su uso personal.
Oliver North lleg¨® a la NRA con 75 a?os y siendo un rostro de sobra conocido para los estadounidenses. Durante los a?os ochenta, cuando ejerc¨ªa como asesor del entonces presidente, Ronald Reagan, North estuvo envuelto en uno de los grandes esc¨¢ndalos en la historia de Estados Unidos: el caso Ir¨¢n-Contra.
Maria Butina cumpli¨® 15 meses de condena en la prisi¨®n federal de Tallahassee (Florida). A finales de octubre de 2019, con 30 a?os, fue deportada a Rusia.
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