La universidad que Lukashenko mand¨® al exilio
El centro de Humanidades Europeas, donde estudiaba Sofia Sapega, detenida en Minsk junto al activista Protasevich, se mud¨® a Lituania tras el cierre de su sede en Bielorrusia
¡°Si seguimos recto por all¨ª, llegamos a Bielorrusia¡±, dice Maksimas Milta, responsable de comunicaci¨®n de la Universidad de Humanidades Europeas (UHE), apuntando hacia uno de los muros que rodean el patio del antiguo monasterio agustino, que sirve de sede ¡ªen el coraz¨®n del magn¨ªfico casco antiguo de Vilnius¡ª a esta instituci¨®n educativa bielorrusa, exiliada desde hace casi dos d¨¦cadas en la capital de Lituania. Profesores y estudiantes se vieron obligados a mudarse al pa¨ªs comunitario despu¨¦s de que en 2004 el l¨ªder autoritario bielorruso, Aleksandr Lukashenko, ordenara el cierre del centro en Minsk, coincidiendo con la entrada de la rep¨²blica b¨¢ltica en la Uni¨®n Europea. Aqu¨ª estudiaba Sofia Sapega, la pareja del periodista disidente con el r¨¦gimen de Lukashenko Roman Protasevich. Ambos fueron detenidos el pasado 23 de mayo tras el aterrizaje forzoso en la capital bielorrusa de un avi¨®n comercial de Ryanair en el que regresaban desde Atenas a Vilna.
La UHE es en s¨ª una met¨¢fora del largo goteo de disidentes ¡ªpol¨ªticos, intelectuales, activistas o meros ciudadanos que osaron en alg¨²n momento poner en duda la l¨ªnea del r¨¦gimen de Lukashenko¡ª obligados en los ¨²ltimos a?os a abandonar Bielorrusia, amenazados por el l¨ªder a quien se conoce como ¡°el ¨²ltimo dictador de Europa¡±. Desde las protestas tras las elecciones de agosto de 2020 que se atribuy¨® Lukashenko a pesar de las denuncias de fraude, la UHE ha aceptado a 78 estudiantes y 16 acad¨¦micos expulsados de sus universidades en Bielorrusia por motivos pol¨ªticos. En total, esta peque?a universidad tiene 680 estudiantes, el 95% de ellos bielorrusos.
Desde hace casi un a?o, m¨¢s de 40 graduados de esta universidad han sido detenidos en la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica, cuenta Milta, el responsable de Comunicaci¨®n del centro educativo. La mayor¨ªa sufri¨® una detenci¨®n administrativa de unos 15 d¨ªas, el mecanismo utilizado en un principio por el r¨¦gimen de Lukashenko para responder a las manifestaciones en su contra. Algunos de estos universitarios, sin embargo, no han salido a¨²n de las c¨¢rceles bielorrusas. Adem¨¢s de Sapega, otros dos estudiantes de la UHE, Marfa Rabkova y Akihiro Gaevski-Hanada, as¨ª como dos antiguos alumnos, Mikalai Dziadok y Uladzimir Malakhouski, siguen encarcelados y son considerados presos pol¨ªticos por el centro de derechos humanos bielorruso Viasna. Todos ellos, destaca Milta, estudiaron el mismo programa de Derecho Internacional que cursaba Sapega, una ciudadana rusa de 23 a?os criada en Bielorrusia, que en un par de semanas deber¨ªa presentar su trabajo de fin de carrera entre los gruesos muros del antiguo monasterio que ha sobrevivido a tantas batallas pol¨ªticas en sus tres siglos de historia.
La UHE se inaugur¨® en 1992 en Minsk, apenas un a?o despu¨¦s de la disoluci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y dos a?os antes de la llegada al poder de Lukashenko, con el objetivo de ¡°establecer una universidad independiente que apoyara el resurgimiento de los valores de la civilizaci¨®n europea durante el periodo de transici¨®n del totalitarismo a la democracia¡±, seg¨²n los estatutos de la universidad. Su misi¨®n: ¡°Educar a la nueva generaci¨®n de j¨®venes profesionales capaces de liderar Bielorrusia en su camino hacia la sociedad civil¡±. Con tales ambiciones, no es de extra?ar que chocara r¨¢pidamente con un dirigente procedente de la escuela sovi¨¦tica y admirador declarado de Joseph Stalin. Su cierre, decretado en 2004, fue una ¡°decisi¨®n personal¡± de Lukashenko, subraya Milta, uno de los pocos trabajadores de la UHE que estos d¨ªas pisa el centro, ya que desde el inicio de la pandemia las clases se dan a distancia.
Hasta 15 a?os de c¨¢rcel
As¨ª las ha seguido Zmicier Mazura desde que lleg¨® a Vilna el pasado noviembre y se matricul¨® en el mismo programa de Derecho que Sapega. El joven de 21 a?os tambi¨¦n pas¨® el a?o pasado 38 d¨ªas en prisi¨®n por su activismo pol¨ªtico contra Lukashenko. Cuenta que fue secuestrado por agentes de seguridad bielorrusos cuando se dispon¨ªa a entrar en el metro en su Minsk natal a la salida de clase en la Universidad Estatal de Inform¨¢tica y Radioelectr¨®nica, de la que acab¨® expulsado por ser uno de los organizadores del comit¨¦ de huelgas de su facultad. Mazura dice sentir ¡°enfado y tristeza¡± por la detenci¨®n de su compa?era Sapega quien, advierte, corre un serio peligro. ¡°La situaci¨®n es peor ahora que en noviembre. Ahora, gente que no es activista, que no ha hecho nada, est¨¢ siendo condenada a varios a?os de prisi¨®n¡±, subraya.
La universidad emiti¨® un comunicado nada m¨¢s conocer la detenci¨®n ¡°injustificada¡± de Sapega exigiendo su ¡°liberaci¨®n inmediata¡± y pidi¨® a las organizaciones internacionales que ¡°ayudaran a liberar a Sof¨ªa¡±. Las autoridades bielorrusas acusan a la joven de haber difundido ¡°datos personales¡± de miembros de la polic¨ªa, un delito grave en la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica que podr¨ªa acarrearle hasta 15 a?os de c¨¢rcel. Su procesamiento qued¨® pospuesto el lunes. ¡°No tiene sentido, es incre¨ªble, no hay posibilidad alguna de atribuirle esos cargos, sencillamente no pega con su personalidad¡±, afirma Milta, que asegura que en esta universidad tan peque?a todos se conocen. La define como una estudiante ¡°muy disciplinada, muy centrada en sus estudios¡± y sin ambiciones pol¨ªticas; que hab¨ªa acompa?ado a su novio a Atenas para descansar un poco antes de presentar su tesis, no con otra intenci¨®n. La madre de la joven, Anna Dudich, dijo a la agencia Efe la semana pasada en Londres: ¡°No entiendo por qu¨¦ mi hija fue detenida. Simplemente est¨¢ viviendo su vida como una joven normal. Estudia, se divierte y est¨¢ enamorada. Nadie ha prohibido eso, ?verdad? Sencillamente, no lo entiendo¡±.
Nadie en la UHE se atreve a aventurar cu¨¢ndo Sof¨ªa Sapega podr¨¢ regresar a Vilna para graduarse. En un intento de animarse, el estudiante Zmicier Mazura se dice ¡°100% confiado¡± en que el r¨¦gimen de Lukashenko ¡°no sobrevivir¨¢¡± los cinco a?os que le quedan a ¨¦l para lograr su t¨ªtulo de abogado. En cuanto obtenga su diploma, asegura, regresar¨¢ a Bielorrusia para ¡°construir un nuevo pa¨ªs m¨¢s democr¨¢tico¡±. Su sue?o es trabajar como letrado o asistente de la Fiscal¨ªa, para hacer que el sistema judicial bielorruso, ese que ahora atenaza a tantos j¨®venes como Sapega o a su novio Protasevich ¡°vuelva a ser m¨¢s justo¡±.
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