Los conservadores alemanes prometen recuperar la econom¨ªa sin subidas de impuestos

A falta de tres meses para las elecciones generales en las que Alemania decidir¨¢ qui¨¦n sucede a Angela Merkel al frente del pa¨ªs, los conservadores eran los ¨²nicos entre los grandes partidos que no hab¨ªan presentado su programa electoral. Lo hicieron este lunes aprovechando el viento de cola de las encuestas y una imagen de unidad impensable hace solo un par de meses. Armin Laschet, el candidato de los democratacristianos y considerado un centrista en la l¨ªnea de la canciller, prometi¨® recuperar la econom¨ªa despu¨¦s de la crisis del coronavirus sin necesidad de subir impuestos y resumi¨® la ¡°tr¨ªada¡± de la modernizaci¨®n que necesita Alemania: ¡°acci¨®n clim¨¢tica, fortaleza econ¨®mica y protecci¨®n social¡±. Los pr¨®ximos a?os tienen que ser ¡°la d¨¦cada de la modernizaci¨®n¡± de Alemania, dijo.

Los sondeos vuelven a pronosticar una amplia victoria para los conservadores, con un 28% de los votos, despu¨¦s de que en abril les adelantaran en las encuestas Los Verdes tras la designaci¨®n como candidata de Annalena Baerbock, de 40 a?os. Ahora sacan ocho puntos a los ecologistas, lo que deja varias posibilidades de coalici¨®n. Una podr¨ªa ser la de conservadores y Verdes, lo que explicar¨ªa la moderaci¨®n de los ataques a los ecologistas, con los que podr¨ªan verse obligados a pactar para conservar la Canciller¨ªa. Laschet asegur¨® que la defensa del medio ambiente tiene que ser compatible con la viabilidad econ¨®mica, en clara referencia a Los Verdes, a los que se acusa de ser prohibicionistas, de sobrerregular y de querer aumentar impuestos para financiar la lucha clim¨¢tica. Tampoco es descartable que Alemania tenga una canciller verde en una coalici¨®n a tres, con socialdem¨®cratas y liberales, que figuran terceros y cuartos en los sondeos.

Bajo el lema ¡°Estabilidad y renovaci¨®n. Juntos por una Alemania moderna¡±, los l¨ªderes de los dos partidos que forman la Uni¨®n conservadora ¡ªla CDU de Merkel y la CSU b¨¢vara¡ª presentaron el programa, de 140 p¨¢ginas y con constantes referencias al cambio clim¨¢tico. Era la primera aparici¨®n juntos despu¨¦s de la lucha abierta que mantuvieron en abril por la candidatura a canciller que tanto les debilit¨® ante la opini¨®n p¨²blica. Markus S?der, el l¨ªder del partido hermano b¨¢varo, fue el m¨¢s c¨¢ustico contra los ecologistas: ¡°Se puede hacer pol¨ªtica verde sin Los Verdes¡±, sentenci¨®. ¡°No los necesitamos¡±. Antes hab¨ªa empezado hablando de las perspectivas electorales: ¡°El vuelo de Los Verdes pas¨®¡±. El gran problema de ese partido, dijo, no son los ¡°errores personales¡± ¡ªBaerbock tuvo que retocar su curr¨ªculo oficial al publicarse en prensa algunas inconsistencias¡ª, sino el hecho de que carecen de la confianza de los ciudadanos: ¡°Tienen muchas ideas, pero ninguna experiencia¡±.

Laschet y S?der exhibieron unidad y confianza al defender la transformaci¨®n de Alemania en un pa¨ªs industrial y a la vez clim¨¢ticamente neutro. Pero los partidos de la oposici¨®n no tardaron en criticar las medidas econ¨®micas. Tambi¨¦n algunos economistas mostraron dudas. ¡°No est¨¢ claro c¨®mo se va a financiar todo esto¡±, dijo a Reuters Jens Suedekum, profesor de Econom¨ªa en la Universidad Heinrich Heine, de D¨¹sseldorf. Marcel Fratzscher, presidente del instituto econ¨®mico DIW, se hac¨ªa una pregunta similar en su cuenta de Twitter: ¡°No veo c¨®mo se puede financiar ese programa, porque alivia la carga de las empresas, pero excluye categ¨®ricamente las subidas de impuestos. Y quiere volver al cero negro [d¨¦ficit cero] lo antes posible¡±. La vuelta al cero negro (traducci¨®n del alem¨¢n schwarze Null) no figura como tal en el programa, pero S?der fue muy claro al asegurar que el presupuesto tiene que equilibrarse lo antes posible tras la crisis del coronavirus, que oblig¨® a aprobar un paquete de 156.000 millones de euros para paliar las consecuencias de la pandemia en la econom¨ªa alemana. El d¨¦ficit cero es casi un dogma de fe para los conservadores.

Las promesas electorales

¡°Especialmente despu¨¦s de la pandemia, una subida de impuestos ser¨ªa el camino equivocado. Obstaculizar¨ªa el impulso que necesita nuestra econom¨ªa¡±, asegura el programa electoral de los conservadores, que se diferencia as¨ª de las propuestas de otras formaciones que s¨ª creen que el aumento de la presi¨®n fiscal ayudar¨ªa a afrontar la crisis econ¨®mica. La CDU no prev¨¦ por tanto introducir nuevos impuestos, bien sean sobre el patrimonio (que s¨ª quieren Los Verdes, los socialdem¨®cratas y La Izquierda) o sobre las herencias. El programa anuncia un ¡°impuesto corporativo competitivo¡± que limite la carga fiscal de las empresas al 25% (ahora puede llegar al 30%). Los conservadores tambi¨¦n quieren eliminar definitivamente el llamado recargo de solidaridad, un impuesto creado tras la ca¨ªda del Muro y que permite financiar el desarrollo de la antigua Alemania oriental.

El programa de Laschet plantea tambi¨¦n novedades en las pensiones, aunque estar¨ªan por desarrollar. Los conservadores proponen ¡°una nueva forma de prestaci¨®n financiada para la vejez en Alemania¡±, una ¡°pensi¨®n generacional¡± que se articular¨ªa con una contribuci¨®n mensual estatal a un fondo de pensiones protegido por el Estado. El objetivo, se?ala el documento, es ¡°evitar eficazmente la pobreza en la vejez¡±.

En cuestiones sociales, los conservadores quieren aumentar en dos meses la percepci¨®n del subsidio por nacimiento de un hijo, hasta un total de 16 meses, tanto para el padre como para la madre. Finalmente, la armonizaci¨®n de la pensi¨®n materna que ped¨ªa la CSU no ha entrado en el programa, pero podr¨ªa acabar formando parte del acuerdo de Gobierno, dijo S?der. Las mujeres que fueron madres antes de 1992 reciben menos pensi¨®n que las que tuvieron a sus hijos despu¨¦s, pero homogeneizarlo resultar¨ªa demasiado caro, seg¨²n la CDU, y ha quedado fuera del programa.

Sobre asilo y migraci¨®n, el programa de la CDU y la CSU mantiene que el derecho de permanencia de los solicitantes de asilo rechazados debe estar severamente restringido.