Venezuela no actualiza sus datos econ¨®micos desde 2014 y queda fuera de los programas de donaci¨®n de vacunas a pa¨ªses pobres
El Gobierno de Nicol¨¢s Maduro deber¨¢ pagar al mecanismo Covax, que considera al pa¨ªs uno de ingresos medios
Venezuela est¨¢ entre las econom¨ªas m¨¢s pobres de la regi¨®n, con casi un 80% de sus ciudadanos viviendo en la pobreza extrema. Para los organismos multilaterales, sin embargo, la asfixiada Venezuela de Nicol¨¢s Maduro es una naci¨®n de ingresos medios-altos, ya que no actualiza sus cifras macroecon¨®micas desde 2014, cuando report¨® ingresos per c¨¢pita por 13.080 d¨®lares. Por esta raz¨®n el pa¨ªs ingres¨® en el mecanismo Covax, una iniciativa liderada por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, Naciones Unidas y la Alianza Global para las Vacunas (GAVI) para garantizar el acceso de las vacunas anticovid a los pa¨ªses en desarrollo, bajo la figura del autofinanciamiento y no del subsidio, como lo hacen los pa¨ªses de bajos ingresos. El resultado es que debe pagar por las vacunas y estas no llegan.
La distribuci¨®n de los pa¨ªses entre las dos v¨ªas de acceso al Covax (autofinanciado o subsidiado a trav¨¦s de las donaciones de los pa¨ªses m¨¢s ricos) est¨¢ basada en los datos de ingresos brutos per c¨¢pita que manejaba el Banco Mundial para 2019. Venezuela, con las cifras de 2014, figura como un pa¨ªs de altos ingresos, por lo que se queda fuera de la lista de 92 pa¨ªses que pueden recibir inmunizaciones de forma gratuita como Hait¨ª, Honduras o El Salvador. La naci¨®n petrolera ha contra¨ªdo su PIB a menos de un tercio en los ¨²ltimos siete a?os, la producci¨®n de crudo est¨¢ en sus m¨ªnimos y los ciudadanos hacen pulso in¨²tilmente contra la hiperinflaci¨®n en medio de una crisis humanitaria que hace estragos desde hace a?os.
La clasificaci¨®n del Covax es m¨¢s que un matiz en medio de la escasez de vacunas y la grave crisis sanitaria que vive el pa¨ªs. ¡°Hay un aspecto poco discutido en torno al acceso al mecanismo Covax. Est¨¢ pensado para atender a pa¨ªses de ingresos altos o medios, pa¨ªses ricos, y en una especie de subsidio cruzado permite el acceso a una parte de las vacunas que necesitan estos pa¨ªses de altos ingresos y financia la cobertura a los pa¨ªses m¨¢s pobres¡±, explica Omar Zambrano, economista jefe de la firma Anova Policy y senior del Banco Interamericano de Desarrollo. ¡°Venezuela ha sido un pa¨ªs de ingreso medio-alto. El derrumbe econ¨®mico de estos a?os, sin embargo, no tiene asiento en las cuentas oficiales porque el Gobierno de Maduro desde hace mucho tiempo no publica las cifras econ¨®micas y sociales del pa¨ªs, ni ha atendido al poder Legislativo, y (desde hace cinco a?os) ni siquiera ha presentado una Ley de Presupuesto¡±, a?ade.
El pa¨ªs tambi¨¦n ha cortado relaciones con los organismos multilaterales, lo que le dificulta el acceso a cr¨¦ditos y pr¨¦stamos. La econom¨ªa venezolana, tradicionalmente la quinta en tama?o de Am¨¦rica Latina con un PIB per c¨¢pita de 12.000 d¨®lares, tiene en este momento un tama?o similar al de naciones como Honduras o El Salvador, de 1.500 d¨®lares per c¨¢pita, destaca Zambrano. Venezuela sigue apareciendo como un pa¨ªs rico, aunque ya no lo es.
Esta distorsi¨®n tambi¨¦n se dio en torno a la emergencia humanitaria denunciada por las ONG desde 2014, decretada por la Asamblea Nacional controlada por la oposici¨®n en 2016 y reconocida por el Gobierno de Maduro en 2019, cuando finalmente se permiti¨® el ingreso de personal humanitario de Naciones Unidas al pa¨ªs para brindar atenci¨®n a los m¨¢s vulnerables de los 9,3 millones de venezolanos que requieren asistencia, seg¨²n la agencia de asuntos humanitarios.
Maduro ha controlado el tim¨®n de la discusi¨®n sobre el Covax en Venezuela. Inicialmente dijo que por las sanciones de Washington no ten¨ªa recursos para comprar vacunas. Luego, cuando en febrero se constituy¨® una Mesa T¨¦cnica Nacional de Vacunas con miembros de la oposici¨®n, rechaz¨® la importaci¨®n de dosis de AstraZeneca, que ser¨ªan pagadas con parte del dinero que Estados Unidos hab¨ªa congelado al Gobierno venezolano. La excusa fueron las primeras informaciones de trombos registrados en Europa. Por otras v¨ªas de las que no ha informado, Maduro logr¨® recursos para pagar las vacunas del Covax con la posibilidad incluso de escoger la marca. ¡°No necesitamos mendigar vacunas¡±, dijo el mandatario.
Sin embargo, a principios de junio, GAVI alert¨® de que el Gobierno todav¨ªa ten¨ªa que saldar una parte de los 120 millones de d¨®lares que costar¨ªa la compra de Venezuela y que cuatro transacciones hab¨ªan sido bloqueadas por los bancos y puestas bajo investigaci¨®n. El Gobierno achaca desde entonces a las sanciones de Estados Unidos la imposibilidad de comprar vacunas. Fuera del debate ha quedado el hecho de que el pa¨ªs podr¨ªa haber accedido de forma gratuita a 12 millones de vacunas, para cubrir el 20% de su poblaci¨®n, si el Gobierno hubiese cumplido con sus obligaciones de transparencia.
Estados Unidos dej¨® a Venezuela fuera de la lista de pa¨ªses que recibir¨¢n donaciones de sus excedentes de vacunas, precisamente por la opacidad del Gobierno. Pero a la vez, la Administraci¨®n de Biden, que ahora junto a la Uni¨®n Europea se muestra proclive a un levantamiento de sanciones atado a un compromiso de elecciones libres y justas, emiti¨® el 16 de junio una licencia espec¨ªfica que exonera de sanciones las transacciones que haga el Gobierno de Maduro relacionadas con la covid-19, aunque las compras de medicinas y alimentos ya estaban exceptuadas. Esta ha sido la primera se?al de flexibilizaci¨®n de la presi¨®n internacional que hay sobre Caracas y una respuesta a las acusaciones sobre la responsabilidad de Washington en la demora de la llegada de las vacunas a Venezuela.
Sin plan oficial de vacunaci¨®n
Las dudas tambi¨¦n est¨¢n puestas sobre la propia vacunaci¨®n. La Mesa constituida en febrero ten¨ªa como objetivo acordar un plan ¨²nico de vacunaci¨®n con criterios t¨¦cnicos, prioridades, mecanismos de transparencia y seguimiento de su aplicaci¨®n. El Gobierno inici¨® la vacunaci¨®n en hospitales, pero luego cambi¨® a otros centros sin haber presentado el plan oficial, lo que deriv¨® en jornadas de largas colas y mucha incertidumbre. ¡°No se ha sido asumido oficialmente un plan, que en otros pa¨ªses puede figurar incluso como una resoluci¨®n del Ministerio o publicarse en la Gaceta Oficial¡±, apunta Carlos Walter, exministro de Salud. ¡°En Venezuela no hay metodolog¨ªas ni criterios selectivos en el programa de vacunaci¨®n. Hay un proceso darwiniano en marcha. La gesti¨®n es la peor de Am¨¦rica Latina¡±, agrega el m¨¦dico epidemi¨®logo Gustavo Villasmil.
El desempe?o de la vacunaci¨®n ha despertado las alarmas en los sectores cient¨ªficos y en la sociedad civil. No se hab¨ªa cubierto al personal sanitario, que cuenta m¨¢s de 600 muertos por covid-19, ni a los mayores de 60 a?os, cuando se inici¨® una vacunaci¨®n aleatoria condicionada al registro en el Sistema Patria ¡ªuna plataforma del Gobierno usada para el control pol¨ªtico¡ª y a tener un tel¨¦fono celular.
La Alianza Redelde Investiga ¡ªuna colaboraci¨®n period¨ªstica de los medios Runrunes, Tal Cual y El Pitazo¡ª desarroll¨® un Vacun¨®metro que sirve como indicador sobre la vacunaci¨®n en el pa¨ªs, a falta de cifras oficiales. Los datos parten de la informaci¨®n escueta y desarticulada que dan entes nacionales, regionales y locales y de la reporter¨ªa local. Desde que llegaron las primeras dosis a Venezuela, en febrero, hasta mediados el 22 de junio solo se hab¨ªan aplicado 813.000, aunque los voceros oficiales han informado de la llegada al pa¨ªs de m¨¢s de 3,2 millones entre las rusas, chinas y las experimentales. Esto representa apenas el 3,7% de la poblaci¨®n, la cifra baja de vacunaci¨®n de la regi¨®n.
La vicepresidenta Delcy Rodr¨ªguez anunci¨® la semana pasada la firma de un contrato con Cuba para la adquisici¨®n de 12 millones de su vacuna Abdala ¡ªcon un 92% de efectividad en dos dosis, seg¨²n sus desarrolladores¡ª y la llegada de los primeros 30.000 viales al pa¨ªs. ¡°Los pa¨ªses ricos han saboteado el mecanismo solidario del Covax para distribuir vacunas en el mundo¡±, increp¨®.
Venezuela entr¨® en abril en la tercera fase de los ensayos cl¨ªnicos de la Abdala. La Academia Nacional de Medicina ha advertido, sin embargo, de que los resultados no han sido publicados a¨²n en revistas cient¨ªficas. Agregan, adem¨¢s, que todav¨ªa no tienen la certificaci¨®n de los ¨®rganos regulatorios cubano y venezolano. ¡°La fuente principal de la informaci¨®n sobre los dos productos cubanos ha sido el peri¨®dico Granma, el ¨®rgano oficial del Partido Comunista Cubano. Del producto Soberana 02 hay una prepublicaci¨®n sobre su efecto en modelos animales, de la Abdala no hay nada publicado¡±, advirtieron desde la Academia. Por ello, exhortan a esperar a que la OMS emita una opini¨®n sobre la autorizaci¨®n de su uso de emergencia antes de comenzar a aplicarla en el pa¨ªs.
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