La justicia amenaza el futuro pol¨ªtico de Trump al imputar a su emporio y su jefe financiero por fraude fiscal
El fiscal de Manhattan acusa a la compa?¨ªa de una trama para defraudar al fisco durante 15 a?os y al alto ejecutivo, de ocultar ingresos por valor de 1,7 millones de d¨®lares
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El expresidente Donald Trump ha salido este jueves indemne de la imputaci¨®n de la Fiscal¨ªa de Manhattan contra su emporio inmobiliario y su responsable financiero por fraude y delito fiscal. Pero la acci¨®n de la justicia puede entorpecer sus planes pol¨ªticos, incluida su hipot¨¦tica candidatura a la Casa Blanca en 2024. El fiscal ha acusado a la compa?¨ªa de mantener durante 15 a?os una trama ¡°aplastante y audaz¡± para defraudar al fisco, y al jefe financiero, de ocultar ingresos por valor de 1,7 millones de d¨®lares, lo que le permiti¨® evadir unos 900.000 d¨®lares en impuestos. Allen Weisselberg, mano derecha del magnate, se entreg¨® en la oficina del fiscal tras concluir una investigaci¨®n criminal sobre presuntos pagos suntuarios no declarados. El republicano no ha sido imputado, ni tampoco sus hijos, a los que situ¨® al frente de la compa?¨ªa cuando lleg¨® a la Casa Blanca, pero su nombre ha quedado empa?ado precisamente cuando volv¨ªa al ruedo pol¨ªtico, en campa?a para las elecciones de medio mandato de 2022.
A Weisselberg se le acusa de recibir beneficios tales como apartamentos, coches de lujo y matr¨ªculas en colegios privados para al menos uno de sus nietos sin declararlos a Hacienda, ahorr¨¢ndose unos 900.000 millones de d¨®lares. La presentaci¨®n de cargos contra la Organizaci¨®n Trump era un secreto a voces en la ciudad despu¨¦s de que a finales de mayo la Fiscal¨ªa convocase a un gran jurado. Weisselberg, de 73 a?os, servidor fiel del magnate durante casi cinco d¨¦cadas, ha comparecido esposado a mediod¨ªa de este jueves junto a sus abogados y los de la empresa para escuchar la quincena de cargos, despu¨¦s de haberse entregado, a las 6.20 de la ma?ana (mediod¨ªa en la Espa?a peninsular), a las autoridades.
El viejo escudero de Trump, quien ha calificado las acusaciones de ¡°caza de brujas¡±, se declar¨® no culpable, mientras fuentes de la organizaci¨®n las calificaban de pol¨ªticas, con el ¨²nico objetivo de perjudicar al expresidente. Weisselberg ha negociado los pr¨¦stamos de Trump, es cofirmante de sus cuentas, ayuda a tramitar sus impuestos y, junto con los hijos de su jefe, ha supervisado el fideicomiso que manten¨ªa todos sus activos mientras el magnate ocup¨® la Casa Blanca. ?nica persona ajena al clan familiar con acceso directo a las finanzas del grupo, su protagonismo le convierte en perfecto chivo expiatorio, en beneficio de su patr¨®n, que ya en febrero tild¨® de ¡°fascista¡± y ¡°pol¨ªticamente motivada¡± la causa del fiscal de Manhattan; ¡°la mayor caza de brujas en la historia de EE UU¡±.
Pero, pese a la declaraci¨®n de inocencia de Weisselberg, el calibre de los cargos podr¨ªa terminar de convencerle para que acepte colaborar con la justicia, algo a lo que se ha negado hasta ahora. Nadie mejor que ¨¦l, el hombre al que Trump aplaud¨ªa p¨²blicamente por hacer ¡°lo que fuese necesario para proteger la cuenta de resultados¡±, para desentra?ar el entramado de negocios inmobiliarios que catapult¨® a la fama a Donald Trump como empresario de ¨¦xito y, ulteriormente, le llev¨® a la Casa Blanca. La imputaci¨®n ser¨¢ una prueba de fuego para la lealtad de Weisselberg, a trav¨¦s de quien los fiscales esperan averiguar si estos pagos en especie constitu¨ªan una pr¨¢ctica habitual en la c¨²pula del grupo.
¡°El fiscal de distrito est¨¢ iniciando un proceso penal sobre beneficios para empleados que ni Hacienda ni ning¨²n otro fiscal de distrito se plantear¨ªan esgrimir¡± penalmente, ha dicho la Organizaci¨®n Trump mediante un comunicado, en el que califica a Weisselberg de ¡°pe¨®n¡± en una causa destinada ¨²nicamente a perjudicar a su jefe. ¡°Esto no es justicia, es pol¨ªtica¡±, remacha la firma.
La imputaci¨®n de Weisselberg, adem¨¢s, no pone punto final a las investigaciones. El fiscal de distrito de Manhattan, Cyrus Vance, que se retira este a?o, se ha empleado a fondo en su ¨²ltimo gran caso, en paralelo a las pesquisas de la fiscal general de Nueva York, Letitia James. Las dos investigaciones en curso sobre presunto fraude fiscal confluyeron en mayo, cuando la oficina de Vance abri¨® una de car¨¢cter criminal para determinar si el exmandatario podr¨ªa haber infravalorado algunas propiedades de su patrimonio para eludir en parte el pago de impuestos. Ambas instancias investigaban desde hace m¨¢s de un a?o los negocios de Trump por irregularidades fiscales y bancarias. Tanto James como Vance son dem¨®cratas, una munici¨®n a?adida para el magnate.
La solvencia de la marca Trump est¨¢ en juego. Incluso aunque aproveche la imputaci¨®n para alimentar el victimismo ante sus seguidores, el republicano podr¨ªa verse lastrado por la distracci¨®n de un juicio si intenta lanzar su campa?a a la presidencia en 2024; pero asimismo econ¨®micamente, como cuando en enero, tras el asalto de sus seguidores al Capitolio, el rechazo pol¨ªtico se convirti¨® tambi¨¦n en repudio empresarial.
Trump no ha expresado su intenci¨®n, pero muchos dan por seguro que concurrir¨¢ de nuevo a la presidencia¡ si la marca no se ensucia demasiado por la acci¨®n de la justicia. Su imagen de empresario independiente, con la fortuna necesaria para no depender del favor de las ¨¦lites, logr¨® convencer en 2016 a un electorado empobrecido por los efectos de la Gran Crisis, y se convirti¨® en su principal activo. Su implicaci¨®n en un caso de fraude fiscal le har¨ªa perder enteros ante esa base de votantes -clase trabajadora no urbana, perif¨¦rica- doblemente golpeada, ahora por los estragos econ¨®micos de la pandemia.
Trump regres¨® el s¨¢bado a la arena pol¨ªtica, en su primer mitin desde el asalto al Capitolio del 6 de enero, para ajustar cuentas con los renegados republicanos que le han dado la espalda. Pese a las dudas sobre el alcance de su liderazgo en el partido, el expresidente sigue haciendo limpieza en la c¨²pula. En mayo fue expulsada Liz Cheney por refutar las denuncias infundadas sobre el fraude electoral de noviembre. Pero como las cabezas de una hidra, los reveses se le multiplican a Trump y la denostada Cheney formar¨¢ parte del comit¨¦ que investigar¨¢ la algarada del Capitolio. Este s¨¢bado, en Ohio, el expresidente se dio un ba?o de multitudes durante el que despotric¨® no tanto contra su sucesor, Joe Biden, sino contra los desafectos que en enero votaron a favor de someterle a un nuevo impeachement por arengar a sus seguidores antes del asalto al Capitolio.
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