Una modelo yemen¨ª encarcelada por desafiar la estrecha moral de los rebeldes Huthi
El caso de Entesar al Hammadi pone de relieve el deterioro de la situaci¨®n de las mujeres tras seis a?os de guerra civil en Yemen
Entesar al Hammadi quiso ser modelo desde que era una ni?a. A menudo se vest¨ªa con la ropa de su madre e imitaba a las mujeres que ve¨ªa en los anuncios de televisi¨®n. El sue?o de la peque?a parec¨ªa imposible en el ultraconservador Yemen donde naci¨® hace 20 a?os. Su empe?o la llev¨® a conseguirlo. Solo que para entonces, su pa¨ªs se hab¨ªa precipitado en una guerra civil. Al Hammadi qued¨® bajo la f¨¦rula de los rebeldes Huthi, para quienes su comportamiento desaf¨ªa la moral que aplican. Juzgada por ¡°indecencia¡±, ha intentado suicidarse.
Seg¨²n el Centro del Golfo para los Derechos Humanos (GCHR, en sus siglas inglesas), Al Hammadi trat¨® de quitarse la vida el lunes 28 de junio, a ra¨ªz de que la direcci¨®n de la c¨¢rcel central de San¨¢, donde est¨¢ detenida, decidiera trasladarla a la secci¨®n reservada a las prostitutas. Los Huthi, que desde finales de 2014 controlan el norte de Yemen incluida la capital, San¨¢, imponen a las mujeres un estricto c¨®digo moral, similar al de su modelo y aliado Ir¨¢n, y que incluye la exigencia de observar el hiyab, es decir, que se cubran el cabello y las formas del cuerpo.
La modelo, de padre yemen¨ª y madre et¨ªope, est¨¢ en prisi¨®n desde el pasado 20 de febrero, cuando seg¨²n su abogado y varias organizaciones de derechos humanos fue detenida de forma arbitraria. Milicianos Huthi pararon en San¨¢ el coche en el que acud¨ªa a una sesi¨®n de fotos con una amiga actriz y dos hombres. Las mujeres acabaron en el centro de investigaciones criminales, incomunicadas durante 10 d¨ªas y sin acceso a un abogado.
La familia de Al Hammadi, preocupada por su ausencia, la busc¨® sin que los responsables Huthi les revelaran su paradero. Solo tras el lanzamiento de una campa?a pidiendo su libertad en las redes sociales, fue presentada ante la Fiscal¨ªa en abril y pudo reunirse con un abogado, Khaled al Kamal. ¡°Le confiscaron el tel¨¦fono y trataron las fotos de modelo que conten¨ªa como un acto de indecencia y, en consecuencia, a ella como una prostituta¡±, ha explicado el letrado a Human Rights Watch (HRW), que ha denunciado su situaci¨®n.
Cuando el primer fiscal que las interrog¨® orden¨® su puesta en libertad, fue apartado del caso y el dosier se encomend¨® a otro funcionario, que las acus¨® de prostituci¨®n y tr¨¢fico de drogas, sin presentar pruebas. ¡°Esto indica que la Fiscal¨ªa ha fabricado las acusaciones contra ellas¡±, asegura el GCHR.
Prueba de virginidad
Adem¨¢s de tacharla de ¡°puta¡± y ¡°esclava¡± (por su origen et¨ªope), sus interrogadores amedrentaron a Al Hammadi con una ¡°prueba de virginidad¡±, aunque seg¨²n Al Kamal desistieron despu¨¦s de que Amnist¨ªa Internacional lo denunciara a principios de mayo. El abogado, que dijo haber recibido amenazas, tambi¨¦n revel¨® que las autoridades le hab¨ªan negado el acceso al pliego de cargos. Poco despu¨¦s, en aparente represalia por hablar del caso, le prohibieron el acceso al tribunal, lo que le impidi¨® acudir a las primeras sesiones del juicio en junio.
Al Hammadi, que ten¨ªa previsto empezar la universidad el curso que viene, es la ¨²nica fuente de ingresos de su familia, ya que su padre es ciego y su hermano tiene una discapacidad f¨ªsica. Aunque ha trabajado cuatro a?os como modelo, la joven se dio a conocer cuando apareci¨® en dos series de televisi¨®n durante el mes de Ramad¨¢n en 2020. Durante una entrevista grabada entonces, dijo que le gustaba m¨¢s el trabajo de modelo que actuar. ¡°Mis padres me dijeron que ser modelo era un sue?o imposible; les respond¨ª que era mi sue?o y quer¨ªa intentarlo¡±, declar¨®.
La oportunidad se present¨® cuando un fot¨®grafo profesional public¨® en las redes sociales unas im¨¢genes de Al Hammadi con trajes tradicionales yemen¨ªes. El ¨¦xito que tuvieron la llev¨® a posar sin cubrirse la cabeza, al contrario de lo que exigen a las mujeres las interpretaciones conservadoras del islam. Las cr¨ªticas no se hicieron esperar. ¡°No me importa, me encanta esta profesi¨®n¡±, asegur¨®. Amnist¨ªa considera que la modelo est¨¢ detenida porque desaf¨ªa las normas culturales de Yemen por aparecer sin velo.
Su detenci¨®n forma parte de una campa?a de los Huthi contra mujeres liberales y otras voces cr¨ªticas en las zonas que controlan. Al menos otras cinco mujeres se encuentran detenidas en la misma c¨¢rcel que Al Hammadi bajo acusaciones de ¡°indecencia¡±, pero rechazan dar a conocer sus casos para no da?ar la reputaci¨®n de sus familias, seg¨²n Al Kamal. Los rebeldes, que han logrado resistir la intervenci¨®n de Arabia Saud¨ª para restaurar al Gobierno internacionalmente reconocido, sienten que est¨¢n ganando la guerra y rechazan los llamamientos al alto el fuego.
Para Michael Page, vicedirector para Oriente Pr¨®ximo de HRW, ¡°el injusto juicio de las autoridades Huthi contra Entesar al Hammadi, sumado a su detenci¨®n arbitraria y los abusos a que ha sido sometida en prisi¨®n, es un claro recordatorio de la injusticia a la que se enfrentan las mujeres a manos de los gobernantes en todo Yemen¡±.
La guerra civil que estall¨® a principios de 2015, a ra¨ªz de que la guerrilla Huthi se hiciera con el poder en San¨¢, ha supuesto un significativo paso atr¨¢s para las yemen¨ªes, cuyos ¨ªndices de acceso a la salud, escolarizaci¨®n y trabajo remunerado ya estaban entre los m¨¢s bajos del mundo. Desde entonces, el empobrecimiento del pa¨ªs -el 80% de sus 28 millones de habitantes depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir- se ha cebado especialmente con mujeres y ni?as. El a?o pasado, el Grupo de Expertos en Yemen de la ONU acus¨® de ¡°actos de violencia de g¨¦nero, incluida la violencia sexual¡± al Gobierno internacionalmente reconocido, a los Huthi y a los independentistas del Consejo de Transici¨®n del Sur.
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