Se retira el presidente de Israel que se disfrazaba para mezclarse con los ciudadanos

Reuven Rivlin, de 81 a?os, ha preferido dormir este mi¨¦rcoles en su piso de Jerusal¨¦n tras haber vivido los ¨²ltimos siete a?os en el palacio presidencial. Pocas horas despu¨¦s de entregar el testigo como jefe del Estado de Israel al laborista Isaac Herzog, de 60 a?os, el conservador Rivlin se apresur¨® a retirarse con sus tres hijos y siete nietos, despu¨¦s de haber perdido a quien fue su esposa durante medio siglo, Nechama, hace dos a?os. En esto se ha diferenciado tambi¨¦n de su correligionario en el partido Likud Benjam¨ªn Netanyahu, quien tras ser desalojado del poder el 13 de junio ha decidido seguir alojado en la residencia del primer ministro durante cerca de un mes. Mientras el exjefe del Gobierno marc¨® una era de extrema polarizaci¨®n en la sociedad en sus 12 a?os de mandatos, el presidente saliente deja al t¨¦rmino de su septenato un legado de intento de reunificaci¨®n entre las tribus contempor¨¢neas de Israel: jud¨ªos y ¨¢rabes, laicos y religiosos, entre otras.

Rivlin ha presenciado cinco elecciones legislativas a lo largo de su ¨²nico mandato, un r¨¦cord excepcional para un jefe del Estado que tuvo que encargar repetidas veces la formaci¨®n de gobierno a Netanyahu y otros l¨ªderes. ¡°En lo que pude, durante este tiempo me dediqu¨¦ sobre todo a reunirme con la mayor¨ªa silenciosa de la sociedad israel¨ª¡±, declar¨® en su discurso de despedida. El Shin Bet, el servicio secreto que ha supervisado su seguridad, ha dado fe de este empe?o en mezclarse con los ciudadanos.

Nada m¨¢s efectuado el traspaso de poderes, la agencia de espionaje interior envi¨® a los medios de comunicaci¨®n una fotograf¨ªa en la que se mostraba a Rivlin disfrazado con barba y peluqu¨ªn, y con un atuendo informal paseando con guardaespaldas en una fecha indeterminada. ¡°Durante varias horas, gozaba del m¨¢s absoluto anonimato, aunque protegido siempre por nuestros agentes¡±, indic¨® en un comunicado el Shin Bet. Su presidencia ha estado marcada por la sobriedad. Por ejemplo, sol¨ªa viajar habitualmente al extranjero en vuelos regulares.

Campechano y proclive a la broma, forofo del f¨²tbol, en su larga carrera pol¨ªtica ¨Cconcejal en Jerusal¨¦n, diputado, ministro y presidente de la Kneset (Parlamento)¨C trat¨® de aglutinar una sociedad fragmentada en castas. Incluso en su propio partido: a pesar del veto de Netanyahu, Rivlin logr¨® ser elegido presidente en 2014 como sucesor de Sim¨®n Peres, entonces ¨²ltimo representante de la generaci¨®n que fund¨® el Estado jud¨ªo en 1948. Es un cargo marcadamente protocolario, pero las funciones arbitrales que ostenta la presidencia le han dado relevancia en medio de bloqueos pol¨ªticos como los que ha sufrido el pa¨ªs desde hace m¨¢s de dos a?os, en los que se han celebrado cuatro elecciones generales.

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Como mandatario, Rivlin tambi¨¦n ha tratado de mostrar al exterior la cara m¨¢s amable de Israel. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a quien conoce desde hace cuatro d¨¦cadas, le recibi¨® la semana pasada en la Casa Blanca en un gesto de reconocimiento que no ha querido tener con Netanyahu. El martes, mientras preparaba la ceremonia de relevo con Herzog, telefone¨® al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. En la conversaci¨®n de despedida, el rais Abu Mazen (apodo ¨¢rabe de Abbas), de 85 a?os, le felicit¨® por su jubilaci¨®n.

Frente a la aparente frialdad entre los sucesivos gobiernos de Netanyahu y espa?oles, Rivlin ha mantenido una estrecha relaci¨®n con el rey Felipe VI. Su viaje oficial a Madrid en el oto?o de 2017, poco despu¨¦s del estallido de la crisis pol¨ªtica en Catalu?a, tuvo especial significaci¨®n. En el discurso que precedi¨® a los brindis en una cena de Estado en el Palacio Real, el entonces presidente de Israel se pronunci¨® por primera vez a favor de la unidad de Espa?a en nombre de su pa¨ªs, tras varias semanas de tibia y ambivalente respuesta del Gabinete de Netanyahu sobre el conflicto del proc¨¨s. La prensa hebrea sugiri¨® que el veterano jefe de Estado hab¨ªa amenazado veladamente con suspender el viaje a Espa?a si el primer ministro no aceptaba que pronunciase esa declaraci¨®n.