El sue?o expansionista de Bukele: el presidente salvadore?o promueve su marca en Centroam¨¦rica

El pasado 17 de mayo, el alcalde de la ciudad guatemalteca de Mixco, Neto Bran, lleg¨® hasta El Salvador para ver al presidente Nayib Bukele. O al menos eso era lo que pretend¨ªa. El objetivo del viaje era entregar al mandatario salvadore?o una solicitud humanitaria de vacunas contra el coronavirus para su municipio. Sin embargo, el edil no fue recibido y tuvo que conformarse con depositar la petici¨®n en la Casa Presidencial y esperar que se lo entregaran al mandatario que, cuatro d¨ªas antes, hab¨ªa anunciado con tres emoticones en Twitter que su Gobierno hab¨ªa donado 34.0000 dosis a la vecina Honduras.

¡°Honduras le agradece a Bukele¡±, se le¨ªa en las pancartas que decenas de hondure?os agitaban cuando los camiones con el logo del Gobierno salvadore?o ingresaron a territorio catracho con las dosis de Astra-Zeneca. ¡°Sin precedentes¡±, catalogaba por su parte la Secretar¨ªa de Comunicaciones de El Salvador. Fue un enorme hit para el mandatario. La donaci¨®n, como acci¨®n, fortalec¨ªa la figura de un presidente distinto ¡°a los de antes¡±, la imagen que intenta vender desde su ingreso en la pol¨ªtica: sol¨ªcito, benefactor y cercano a la gente. Una imagen que no ha llegado solo a su pa¨ªs sino tambi¨¦n a las naciones vecinas: nicarag¨¹enses, hondure?os, guatemaltecos y hasta costarricenses se muestran en las redes sociales embelesados con Bukele desde su llegada al poder en 2019, donde cada poco surgen comentarios que se refieren a ¨¦l como el presidente que todos querr¨ªan.

Bukele ha consolidado en El Salvador una figura fuerte y ha echado mano de su popularidad para ponerse por encima de los otros poderes del Estado. En mayo, despu¨¦s de unas elecciones legislativas en las que arras¨® su partido, la Asamblea de mayor¨ªa oficialista destituy¨® a todos los miembros de la Sala de lo Constitucional y al Fiscal del Estado, en un golpe a la separaci¨®n de poderes, y amenaz¨® con que seguir¨ªa tomando el control de las instituciones. Y mientras en casa lleva a cabo lo que los cr¨ªticos ven como un golpe a la institucionalidad, el mandatario est¨¢ tirando de su popularidad para crear una marca personal en expansi¨®n. Una especie de franquicia con miras a los pa¨ªses vecinos en una regi¨®n lastrada por la violencia, la pobreza, la migraci¨®n forzada y la corrupci¨®n.

Con un lema que bien podr¨ªa ser ¡®Hecho en El Salvador pero necesario en Centroam¨¦rica¡¯, Bukele se ha mercadeado ¡ªen internet, sobre todo en Twitter y ahora TikTok¡ª como la ant¨ªtesis y la soluci¨®n a esos males end¨¦micos. Y esa estrategia tambi¨¦n le est¨¢ funcionando m¨¢s all¨¢ de su territorio, pese a las acciones cuestionables de su mandato como la irrupci¨®n en el Parlamento arropado por militares, el zarpazo a los magistrados, su cruzada contra el periodismo independiente o los ataques a la transparencia para excluir a sus funcionarios de la rendici¨®n de cuentas. ¡°Bukele se ha convertido en un mes¨ªas en Honduras tambi¨¦n¡±, dice Jennifer ?vila, directora del medio de comunicaci¨®n independiente Contracorriente.

¡°Sus posiciones p¨²blicas con respecto al presidente Juan Orlando Hern¨¢ndez han creado simpat¨ªas en una poblaci¨®n que est¨¢ cansada de la crisis. Candidatos a elecci¨®n popular de los partidos de oposici¨®n al Partido Nacional, el de Juan Orlando, usan el nombre de Bukele para ganar adeptos¡±, dice ?vila. El salvadore?o no solo no invit¨® a su hom¨®logo hondure?o a su toma de posesi¨®n, sino que en una ocasi¨®n expres¨® que ¡°Hern¨¢ndez deber¨ªa revisarse a s¨ª mismo el haberse impuesto como dictador¡±.

Donde unos ven crisis, Bukele ve ganancias

La donaci¨®n de vacunas a Honduras fue la conciliaci¨®n del idilio virtual de Bukele con Centroam¨¦rica con la realidad. Hasta entonces, la figura ¡°cool¡± de Bukele era popular en la regi¨®n por su forma de gobernar en El Salvador, pero sobre todo se reflejaba en redes sociales donde hay guatemaltecos y nicarag¨¹enses que se declaran militantes de Nuevas Ideas, su partido. Algunas declaraciones contra reg¨ªmenes autoritarios, como el de Hern¨¢ndez y el de Daniel Ortega, en Nicaragua, terminaron de reforzar su imagen en el exterior. Una popularidad labrada a golpe de trinos en Twitter y plataformas como Youtube. La marca personal de Bukele encontr¨® en la pandemia de la covid-19 una plataforma de despegue para acciones m¨¢s tangibles.

?vila no s¨®lo cita la entrega de vacunas, sino cuando Bukele mand¨® a llevar a un ni?o hondure?o enfermo en ambulancia para atenderlo en un hospital de El Salvador. ¡°Despu¨¦s del pedido de vacunas, tambi¨¦n se han visto peticiones de ayuda para reparar los bordos (muros de contenci¨®n) da?ados por las tormentas tropicales que el Gobierno no repara a m¨¢s de seis meses de la cat¨¢strofe. Esto ha funcionado mucho desde el discurso que Bukele mantiene de que ¡®si nadie roba, el dinero alcanza¡¯, porque en Honduras la consigna principal en redes sociales es lo contrario: ¡®?D¨®nde est¨¢ el dinero?¡¯¡±, le dice la periodista a EL PA?S.

A Bukele le calza muy bien ese viejo dicho popular que sostiene que donde unos ven crisis, otros ven ganancia. Por ejemplo, en julio de 2020, en pleno brote de coronavirus, la embajada salvadore?a en Managua ofreci¨® trabajo en hospitales de ese pa¨ªs a m¨¦dicos nicarag¨¹enses, quienes fueron despedidos por el Gobierno de Ortega por criticar su negligencia frente a la covid-19. La Asociaci¨®n M¨¦dica Nicarag¨¹ense emiti¨® luego un comunicado rebajando los ¨¢nimos de los doctores: la promesa no era exclusiva para doctores de ese pa¨ªs, sino para Latinoam¨¦rica, bajo contratos de servicios profesionales.

Gabriel Labrador, periodista de El Faro, le explica a EL PA?S que, desde que comenz¨® su vida pol¨ªtica en 2011, Bukele inici¨® tambi¨¦n una carrera ¡°por acumular m¨¢s y m¨¢s poder¡±. En esa empresa, Internet ha sido clave, de acuerdo al reportero salvadore?o, porque se trata de un espacio abierto en el que la gente recibe informaci¨®n constantemente. ¡°No hay mejor conducto para ejercer poder y autoridad que la informaci¨®n. Bukele utiliza Internet para promover su imagen, pero sabe que tambi¨¦n todo debe ir aparejado con acciones para que conecten. Es una estrategia de comunicaci¨®n y marketing pol¨ªtico. Y por eso es que, aparejado a una estrategia bastante agresiva en redes sociales, en Twitter, en Facebook, hace acciones pol¨ªticas regionales que le permiten reforzar ese intento de penetrar en las comunidades¡±, sostiene Labrador.

¡°El interlocutor de Estados Unidos¡±

Labrador sostiene que antes de que Bukele arreciase su autoritarismo, desmontando el balance de poder en El Salvador, Estados Unidos lo ve¨ªa como un interlocutor regional. Sin embargo, con la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, las cosas cambiaron, como escenific¨® el viaje de su vicepresidenta al denominado ¡®Tri¨¢ngulo Norte de Centroam¨¦rica¡¯, la principal regi¨®n emisora de migrantes a EE UU. Kamala Harris solo visit¨® Guatemala y excluy¨® a Honduras, cuyo presidente est¨¢ se?alado por narcotr¨¢fico, y El Salvador, a cuyo Gobierno Washington ha criticado por sus giros autoritarios.

¡°Eso signific¨® un golpe duro para esa imagen que Bukele quer¨ªa proyectar regionalmente. Y por eso, por ejemplo, dona vacunas. ?l necesita mantener una imagen en este mundo et¨¦reo, global que es el Internet. Por eso es que tiene una estructura de comunicaci¨®n impresionante con youtubers, redes sociales, p¨¢ginas que constantemente est¨¢n generando informaci¨®n de su Gobierno, de ¨¦l como benefactor¡±, sostiene Labrador. ¡°La idea de ¨¦l como el buen administrador de fondos, buen pol¨ªtico, pero tambi¨¦n es un pol¨ªtico que contesta a las viejas estructuras de siempre: el status quo, al establishment, a los empresarios y a las grandes potencias¡±.

En marzo de 2020, una empresa de relaciones p¨²blicas de Nicaragua trabaj¨® en una campa?a pagada por El Salvador que buscaba resaltar el manejo de la crisis del coronavirus hecho por el Gobierno de Bukele. ¡°Nos han pedido apoyo para grabar a algunas personas con criterio e influencia que nos puedan decir en unos 20 segundos qu¨¦ piensa de las medidas que ha tomado El Salvador versus las que vivimos en Nicaragua. Esos videos luego podr¨ªan ser divulgados all¨¢ (El Salvador)¡±, se lee en un mensaje recibido por un periodista nicarag¨¹ense.

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El salvador y el bitcoin

La idea de la uni¨®n centroamericana

Entre las estrategias de conquista de la marca Bukele sobresale la ut¨®pica uni¨®n centroamericana. En varias ocasiones, el mandatario salvadore?o ha apelado a ¡°Centroam¨¦rica como una sola naci¨®n¡±. En sus discursos suele recordar la fecha de la independencia de Espa?a. Incluso, cuando Bukele era alcalde San Salvador, reform¨® el escudo de esa municipalidad y plasm¨® en ¨¦l la fecha de 1834, cuando los pa¨ªses de la regi¨®n formaron la Rep¨²blica Federal de Centroam¨¦rica y San Salvador fue capital durante un tiempo.

¡°Me imagino que tiene esta idea tipo Sim¨®n Bol¨ªvar, de lograr la uni¨®n de la gente. Por fin entregarle a los centroamericanos una regi¨®n que siempre quisieron. Es un poco la narrativa de que es el hombre destinado a liberar a la gente¡±, asevera Labrador. En El Salvador tambi¨¦n coinciden en que esta ¡°exportaci¨®n¡± de la marca Bukele est¨¢ ligada al ego del mandatario. Salvando todas las distancias, opina el periodista, es parecido a lo que hizo el fallecido Hugo Ch¨¢vez: exportar su liderazgo a otros pa¨ªses ¡°bajo la idea de dominaci¨®n y erigirse como el padre de los salvadore?os y los centroamericanos¡±.

¡°Es parecido a lo que hacen otros autoritarios: esa manera de hacer pol¨ªtica, ejercer poder y mostrarse como la ¨²nica soluci¨®n a los problemas. Por eso en la biograf¨ªa de Twitter de Bukele dec¨ªa ¡®pap¨¢ de Leyla¡¯. No se pon¨ªa ah¨ª estadista o pol¨ªtico, sino que quiere reforzar la idea de que sabe cuidar a alguien m¨¢s. Su esposa est¨¢ jugando un papel clave tambi¨¦n. Cada vez que puede la menciona, porque quiere demostrar que tiene esta habilidad para cuidar a su gente¡±, analiza Labrador. Una visi¨®n que ahora pretende exportar a la vecindad centroamericana.

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