El conflicto de Tigray en Etiop¨ªa se expande a otras regiones
El primer ministro Abiy Ahmed hace un llamamiento a los ciudadanos para que se unan a la batalla abocando al pa¨ªs a una guerra ¨¦tnica con posibles consecuencias en Sud¨¢n y Eritrea
El ingeniero inform¨¢tico, militar y estadista Abiy Ahmed Ali, de 45 a?os, se convirti¨® en primer ministro de Etiop¨ªa en 2018. A?o y medio despu¨¦s fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Y en noviembre de 2020 empez¨® una guerra contra la regi¨®n de Tigray, en el norte del pa¨ªs. Intent¨® cerrarla en falso con un alto el fuego a principios de julio, roto definitivamente con la aparici¨®n de 50 cuerpos en el r¨ªo Setit, que une Tigray con la vecina Sud¨¢n, a principios de la semana pasada.
¡°Durante ocho meses el conflicto parec¨ªa estar contenido en una parte peque?a de Etiop¨ªa, que alberga al 6% de la poblaci¨®n, una zona estrat¨¦gica, pero desde que los tigranos rompieron el cerco y retomaron el control de Mekelle, la capital, se ha extendido a las regiones de Amhara y Afar¡±, explica Murithi Mutiga, director de Proyectos en el Cuerno de ?frica de International Crisis Group. El pesimismo y la preocupaci¨®n por la evoluci¨®n del conflicto la comparten los analistas consultados, y no es dif¨ªcil corroborarlo con los datos que las agencias de la ONU est¨¢n aportando.
El 90% de la poblaci¨®n de Tigray necesita ayuda humanitaria despu¨¦s de que las fuerzas gubernamentales quemasen los cultivos, matasen al ganado y robasen las semillas para la cosecha. Son 900.000 personas, incluidos 100.000 ni?os, los que se enfrentan a la primera hambruna desde los a?os ochenta.
La reacci¨®n del Ej¨¦rcito et¨ªope a la recuperaci¨®n militar de la regi¨®n por parte del Frente de Liberaci¨®n de la Poblaci¨®n de Tigray (TPLF, en sus siglas en ingl¨¦s), ha sido el bloqueo de las comunicaciones, la electricidad y del acceso a suministros, as¨ª como invitar a los soldados de la vecina Eritrea a incrementar sus efectivos en la zona. Adem¨¢s, el Gobierno et¨ªope ha acusado a trabajadores humanitarios de haber armado a los combatientes del TPLF, y tras la muerte de 12 de ellos, organizaciones como M¨¦dicos Sin Fronteras han cesado su trabajo en el terreno.
Con el llamamiento del primer ministro Abiy para que ¡°todos los et¨ªopes capaces¡± se unan a una nueva ofensiva, la v¨ªa de la mediaci¨®n pol¨ªtica que frene una posible guerra abierta parece no existir. Hay m¨¢s de 300.000 desplazados y los refugiados est¨¢n entrando en pa¨ªses vecinos como Sud¨¢n que acaba de retirar a su embajador en Adis Abeba tras ser rechazada su oferta de mediaci¨®n.
¡°Los peores pron¨®sticos de los observadores se est¨¢n cumpliendo. Tanto el Gobierno et¨ªope como el TPLF deben darse cuenta de que este conflicto no se resolver¨¢ nunca mediante medios militares porque es un conflicto pol¨ªtico hist¨®rico¡±, a?ade Mutiga. ¡°Hace a?os que alertamos sobre el deterioro de la situaci¨®n de los derechos humanos bajo el mandato del primer ministro Abiy en muchos lugares del pa¨ªs. La violencia por razones ¨¦tnicas ha estallado en diez regiones, con asesinatos, desplazamientos, destrucci¨®n y pobreza¡±, explica Laeticia Bader, directora del Cuerno de ?frica de Human Rights Watch.
En septiembre de 2020, la regi¨®n m¨¢s meridional de Etiop¨ªa convoc¨® elecciones para el Parlamento de Tigray, desafiando al Gobierno federal que hab¨ªa anunciado que las elecciones se celebrar¨ªan en todo el pa¨ªs al final de la pandemia de Covid-19. Etiop¨ªa est¨¢ compuesta por diez regiones y dos ciudades con gran autonom¨ªa, una divisi¨®n geogr¨¢fica que suele coincidir con los grupos ¨¦tnicos que las ocupan, y en la que es f¨¢cil que se generen tensiones por las reivindicaciones nacionalistas.
¡°Soy pesimista porque cuando movilizas a milicias que se organizan por identidades ¨¦tnicas, luego deber¨¢s recompensarlas. Abiy se est¨¢ auto-debilitando cada d¨ªa y no veo puertas abiertas para la diplomacia¡±, asegura Michelle Galvin, miembro del Council of Foreign Relations y exembajadora de EE.UU. en Botsuana.
El TPLF, declarado ¡°grupo terrorista¡± a principios de 2021 por el Gobierno et¨ªope, reivindica la integridad del territorio pero no ha manifestado que sus peticiones tengan como fin la secesi¨®n.
La mayor inc¨®gnita
Tras obtener una amplia victoria en las recientes elecciones, que fueron boicoteadas por parte de la oposici¨®n y sin opci¨®n a votar en algunas regiones por problemas log¨ªsticos, la mayor inc¨®gnita del conflicto actual es el objetivo de la estrategia que ha convertido a Abiy de ser la referencia de la estabilidad y el di¨¢logo, a un dirigente m¨¢s que impone por la fuerza su mandato. ¡°Me gustar¨ªa entender la estrategia de Abiy porque ¨¦l se considera una figura transformadora en la historia de Etiop¨ªa, con capacidad para dirigir al pa¨ªs a una nueva etapa, lejos del federalismo ¨¦tnico del pasado, pero ?c¨®mo va a lograrlo con la evoluci¨®n del conflicto de Tigray?¡±, a?ade Galvin.
La cuesti¨®n humanitaria podr¨ªa ser lo que haga variar la balanza, resolver la grave situaci¨®n en la que sobrevive la poblaci¨®n, despu¨¦s de que organizaciones como Amnist¨ªa Internacional hayan denunciado que se est¨¢n cometiendo ¡°cr¨ªmenes de guerra¡± con violaciones y abusos sistem¨¢ticos a mujeres y ni?os por parte de fuerzas que pertenecen o aliadas del Gobierno et¨ªope. ¡°La clave est¨¢ en el tiempo, cuanto m¨¢s se tarde peor ser¨¢ para Etiop¨ªa. Es conflicto de sangre y tierra, sobre l¨ªmites, el equilibrio entre el poder central y la periferia. La comunidad internacional y los actores regionales deben intensificar la presi¨®n para que las partes negocien porque ninguno lograr¨¢ una victoria sostenible mediante las armas¡±, concluye Mutiga. ¡°Eritrea debe sacar sus tropas de Etiop¨ªa, como prometi¨® el propio Abiy. Y adem¨¢s, ser¨¢ dif¨ªcil, sino imposible que se resuelva el conflicto con Abiy al mando, aunque Etiop¨ªa es un estado resiliente¡±, concluye Galvin.
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