Panshir, el ¨²ltimo basti¨®n que resiste a los talibanes
El anterior vicepresidente, Amrullah Saleh, llama a la resistencia y pone como ejemplo la provincia del noreste, la ¨²nica del pa¨ªs que no ha ca¨ªdo en manos del grupo integrista
Al dominio talib¨¢n en Afganist¨¢n solo ha resistido una de sus 34 provincias. Se trata de Panshir, un territorio que enarbolan como basti¨®n de la resistencia las escasas voces pol¨ªticas que a¨²n instan a plantar cara al grupo fundamentalista. Uno de esos representantes del anterior poder afgano, el exvicepresidente Amrullah Saleh, llama a los afganos a sumarse a ese movimiento. Las fuentes consultadas muestran su escepticismo respecto a la fuerza que puedan tener estos focos opositores para revertir la situaci¨®n actual.
Saleh, un furibundo antitalib¨¢n que antes de llegar al Gobierno fue jefe de los servicios secretos y culpa al vecino Pakist¨¢n del ¨¦xito de los islamistas, se ha proclamado presidente ante la huida del anterior responsable, Ashraf Ghani, y ha subrayado en un tuit que ¨¦l sigue ¡°dentro del pa¨ªs¡± y, por lo tanto, asegura, est¨¢ ¡°legal y leg¨ªtimamente cualificado para el cargo¡±. Tambi¨¦n dice estar consultando con otros dirigentes afganos para que respalden su reclamaci¨®n, aunque no especifica qui¨¦nes. Poco despu¨¦s, en varios mensajes de audio, cit¨® la resistencia de Panshir como ejemplo para el resto del pa¨ªs.
Clarity: As per d constitution of Afg, in absence, escape, resignation or death of the President the FVP becomes the caretaker President. I am currently inside my country & am the legitimate care taker President. Am reaching out to all leaders to secure their support & consensus.
— Amrullah Saleh (@AmrullahSaleh2) August 17, 2021
No es casual que la resistencia se concentre en esa regi¨®n del noreste afgano que ni los talibanes ni los sovi¨¦ticos lograron controlar en su d¨ªa. Ya fue un basti¨®n antitalib¨¢n durante los a?os noventa del siglo pasado bajo la batuta del carism¨¢tico guerrillero Ahmad Shah Masud, conocido como el Le¨®n del Panshir. Su orograf¨ªa, un valle resguardado por empinadas monta?as entre las que pasa una estrecha carretera junto al r¨ªo Panchami, lo convierte en una fortaleza natural a tan solo 65 kil¨®metros de Kabul. Ayuda tambi¨¦n que su poblaci¨®n, en la actualidad menos de 200.000 habitantes, es casi exclusivamente tayika (como una cuarta parte de los 38 millones de afganos) y con estrechos lazos tribales.
Saleh, originario de esta zona, fue uno de los hombres de confianza de Masud hasta su asesinato por Al Qaeda en v¨ªsperas de los atentados del 11-S. A su lado luch¨® contra esa guerrilla bajo el paraguas de la llamada Alianza del Norte, que agrup¨® a las milicias de varios se?ores de la guerra que se unieron frente al r¨¦gimen talib¨¢n (1996-2001), aunque no lograron acabar con ¨¦l hasta que no intervino EE UU, a cuyas fuerzas prestaron apoyo sobre el terreno. Este hombre, de exquisitos modales, buen ingl¨¦s y cierto aire marcial, aspira a repetir aquella gesta.
Le secunda Ahmad Masud hijo, un joven de 32 a?os formado en la academia militar de Sandhurst (Reino Unido). En un art¨ªculo que ha firmado este jueves en The Washington Post asegura que cuentan con el apoyo de militares, incluidos algunos miembros de las fuerzas especiales, y que tienen ¡°municiones y armas¡± almacenadas desde tiempos de su padre en previsi¨®n de este d¨ªa.
Varios afganos consultados se muestran esc¨¦pticos sobre sus posibilidades. ¡°Es cierto que Panshir es la ¨²nica provincia que los talibanes no han conquistado, pero si cuando ten¨ªan un Ej¨¦rcito no han sido capaces de inspirarlo y pertrecharlo, no veo c¨®mo ahora muchos menos hombres van a ser capaces de revertir la situaci¨®n¡±, conf¨ªa un pol¨ªtico cuya vivienda custodian los milicianos islamistas. La misma fuente menciona que Saleh era ¡°parte de un Gobierno corrupto y discriminatorio¡±, lo que hizo que muchos soldados y funcionarios entregaran sus posiciones sin resistencia.
Las mismas dudas suscita en un exgeneral afgano que ahora vive en Dub¨¢i. Su sonrisa ante la pregunta lo dice todo. ¡°Sin duda, pueden defender el Panshir, pero su aislamiento les obligar¨¢ a encontrar alg¨²n arreglo pol¨ªtico¡±, responde descartando que tengan capacidad de conquistar Kabul. ¡°Los afganos estamos muy cansados de guerras¡±, concluye.
M¨¢s all¨¢ de esa provincia concreta, y a la espera de que los talibanes anuncien su Gobierno, Ashraf Ghani, el mandatario huido, y su vicepresidente Saleh han empezado a disputarse la presidencia de Afganist¨¢n. Al menos en teor¨ªa. Mientras Ghani da a entender que quiere volver y unirse a los extremistas isl¨¢micos, Saleh llama a la resistencia. Si con todos los medios del Estado a su disposici¨®n fueron incapaces de frenar el avance de la guerrilla, resulta improbable que ninguno de ellos logre ahora dar la vuelta a la tortilla. De encontrar suficiente apoyo entre la poblaci¨®n, la resistencia tal vez desate una guerra civil, pero los afganos est¨¢n agotados tras cuatro d¨¦cadas de violencia.
Mientras, en un giro inesperado despu¨¦s de tres d¨ªas en paradero desconocido, el huido Ghani reapareci¨® el mi¨¦rcoles por la noche en Emiratos ?rabes Unidos (EAU). Despu¨¦s de que las autoridades de ese pa¨ªs confirmaran su presencia, el hombre al que muchos afganos acusan de traidor por haberles dejado solos sorprendi¨® con un v¨ªdeo en el que da a entender que quiere volver a Afganist¨¢n. ¡°Estoy en consultas con otros hasta que regrese y pueda continuar mi lucha por la justicia para los afganos¡±, afirma en la grabaci¨®n de poco m¨¢s de nueve minutos difundida en su p¨¢gina de Facebook.
Ghani reitera un mensaje anterior en el que defendi¨® su salida de Kabul ¡°para evitar un ba?o de sangre¡± y asegura que hasta ese momento su intenci¨®n hab¨ªa sido trabajar con los talibanes. De hecho, expresa su respaldo a las negociaciones que sus rivales pol¨ªticos, el expresidente Hamid Karzai y el jefe del Consejo de Reconciliaci¨®n, Abdullah Abdullah, est¨¢n manteniendo con dirigentes del grupo islamista. Da la impresi¨®n de que el hasta ahora presidente quiere sobre todo salvar su honra. ¡°Me fui solo con un shalwar kamis y un chaleco¡±, declara en referencia a la camisa larga y pantalones amplios tradicionales de la regi¨®n. ¡°Quienes dicen que me llev¨¦ dinero me difaman¡±, a?adi¨®, en respuesta a las informaciones de que huy¨® del pa¨ªs con 169 millones de d¨®lares (unos 145 millones de euros) en varias bolsas.
Sin un partido pol¨ªtico ni una milicia detr¨¢s, resulta inimaginable que este tecn¨®crata de 72 a?os que se curti¨® profesionalmente en el Banco Mundial tenga posibilidades de volver al Gobierno. Ni con los talibanes, que siempre le han ninguneado, ni con una eventual resistencia que les plante cara.
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