Francia, la ¡®grandeur¡¯ apu?alada
Con la llamada a consultas de sus embajadores en EE UU y Australia, Emmanuel Macron marca el descontento con la ¡°traici¨®n¡± y la ¡°brutalidad¡± del acuerdo militar del Pac¨ªfico
No es habitual escuchar en boca de diplom¨¢ticos de una democracia occidental las palabras que se han o¨ªdo estos d¨ªas en Par¨ªs en direcci¨®n a pa¨ªses amigos. El Gobierno franc¨¦s ha hablado de ¡°traici¨®n¡± y de ¡°brutalidad¡± en referencia a la actitud de Estados Unidos y Australia. El presidente, Emmanuel Macron, orden¨® el viernes por la noche llamar a consultas a los embajadores franceses en Washington y en la capital australiana, Canberra.
El anuncio, esta semana, de una alianza militar entre Estados Unidos, Australia y Reino Unido para frenar a China en el ?ndico y el Pac¨ªfico, es un golpe en el n¨²cleo de la idea que Francia se hace de s¨ª misma y su papel en el mundo. Francia es, desde la salida del Reino Unido, el ¨²nico pa¨ªs de la Uni¨®n Europea (UE) con la bomba at¨®mica y con una silla permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y es el ¨²nico con una capacidad de despliegue militar que le permite equipararse con las mayores potencias: la misi¨®n en el Sahel es un ejemplo.
Puede hablarse de orgullo nacional o de la famosa grandeur: la autoatribuida grandeza que sirvi¨® al general Charles De Gaulle, al final de la Segunda Guerra Mundial, para colocar a su pa¨ªs ¨Chumillado por la invasi¨®n alemana de 1940 y ocupado durante cuatro a?os¨C entre las potencias vencedoras y elevarlo por encima de su peso real. La grandeur ha sufrido una herida dolorosa con el acuerdo bautizado como Aukus, el acr¨®nimo en ingl¨¦s de los pa¨ªses que lo integran.
El descontento de Francia se explica por la p¨¦rdida, por parte del conglomerado franc¨¦s Naval Group, del contrato de decenas de miles de millones para fabricar submarinos con di¨¦sel para Australia, pa¨ªs que ha decidido sustituirlos por submarinos estadounidenses de propulsi¨®n nuclear. Pero hay otros motivos. Uno es la exclusi¨®n de una alianza en una regi¨®n que este pa¨ªs considera dentro de su ¨¢rea de influencia, con territorios como Nueva Caledonia y la Polinesia francesa y una presencia militar permanente. Otro motivo es el factor sorpresa: Par¨ªs sostiene que el acuerdo Aukus se negoci¨® en secreto y que el presidente Macron no supo nada hasta una hora antes de anunciarse, el 15 de septiembre.
El ministro franc¨¦s de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, se expres¨® el s¨¢bado por la noche en el telediario de la cadena France 2 con extrema dureza, como hab¨ªa hecho dos d¨ªas antes, tras conocer el acuerdo de EE UU, Reino Unido y Australia. ¡°El hecho de que, por primera vez en la historia de las relaciones entre Estados Unidos y Francia llamemos a consultas a nuestro embajador¡±, dijo, ¡°es un acto pol¨ªtico contundente que significa la fuerza de la crisis que hay entre nuestros dos pa¨ªses y tambi¨¦n con Australia¡±. Le Drian acus¨® a EE UU y Australia de ¡°duplicidad, desprecio y mentira¡±.
¡°?Somos aliados!¡±, clam¨® el jefe de la diplomacia francesa. ¡°No se trata con tal brutalidad ni imprevisibilidad a un socio importante como Francia. Verdaderamente hay una crisis¡±. Y fue m¨¢s all¨¢. Dijo que el presidente estadounidense, Joe Biden, se comporta como su antecesor, el explosivo Donald Trump, ¡°pero sin los tuits¡±, aclar¨® en referencia a la adicci¨®n de Trump a los mensajes en la red social Twitter.
Fran?ois Heisbourg, consejero del laboratorio de ideas Fundaci¨®n para la Investigaci¨®n Estrat¨¦gica, subraya la anomal¨ªa que supone ¡°practicar la diplomacia secreta como antes de la guerra de 1914 y en perjuicio de un Estado aliado¡±, como supuestamente han hecho Estados Unidos y Australia.
¡°?Usted se imagina que Francia, Italia y Alemania acordasen una alianza de defensa de la que Espa?a estuviese no solamente excluida, sino que no se la hubiese informado?¡±, dice Heisbourg. Y a?ade: ¡°Lo que duele, en este asunto, no es simplemente la p¨¦rdida de decenas de miles de millones de euros, lo que ciertamente es desagradable, sino que se le diga a Francia: ¡®No les tratamos como aliados¡¯¡±.
Heisbourg es autor de un ensayo titulado Le temps des pr¨¦dateurs (El tiempo de los depredadores), en el que aborda el papel de una Europa declinante ante EE UU, China y Rusia. La crisis de los submarinos lo confirma. ¡°Es el mundo de los depredadores. Estados Unidos, de Barack Obama a Donald Trump y ahora Joe Biden, est¨¢ en esta l¨ªnea, m¨¢s dura y m¨¢s transaccional. No era solo Trump¡±.
Es como si, en poco menos de un mes, Francia y Europa hubiesen despertado de golpe en una realidad en la que las potencias globales act¨²an sin contemplaciones hacia sus aliados, en la que cada pa¨ªs debe arregl¨¢rselas por s¨ª solo y, si uno no devora al rival, es devorado. Primero fue la salida de EE UU de Afganist¨¢n, en agosto, la ca¨ªda del pa¨ªs en manos de los talibanes y la ca¨®tica evacuaci¨®n del aeropuerto de la capital, Kabul. Ahora es el Aukus, que, para Francia, confirma el diagn¨®stico de una Europa que ya no puede contar con EE UU y la soluci¨®n: una defensa aut¨®noma para Europa.
No todos los europeos comparten el diagn¨®stico ni la soluci¨®n. La ¡°pu?alada por la espalda¡± que, en palabras del ministro Le Drian, acaba de recibir Francia, ha suscitado por ahora pocas expresiones de condena o solidaridad en el resto de la UE. Como si se tratase solo de un asunto bilateral entre Par¨ªs y Washington, y entre Par¨ªs y Canberra.
La diplomacia francesa no esconde la impaciencia con los socios europeos y sus reticencias. ¡°Europa est¨¢ saliendo de la inocencia¡±, dijo Le Drian. ¡°Despu¨¦s de Afganist¨¢n, esto. Si Europa, si los europeos no ven que hay que seguir dentro de la historia, y que para seguir en la historia deben unirse y defender juntos sus intereses, su destino ser¨¢ totalmente distinto, y no podemos ir en esta direcci¨®n nefasta¡±.
La retirada temporal de los embajadores es ins¨®lita entre dos pa¨ªses que, con breves par¨¦ntesis durante la Segunda Guerra Mundial, han mantenido una amistad conflictiva pero a prueba de crisis y bombas. Francia ayud¨® a Estados Unidos en la Guerra de la Independencia y ambos pa¨ªses se han sentido unidos, desde siempre, por algo m¨¢s que los intereses comunes. Comparten un origen revolucionario y una vocaci¨®n universal: sus ideales fundacionales ¨Cla democracia, los derechos humanos, la libert¨¦, ¨¦galit¨¦, fraternit¨¦¨C fueron concebidos como ideales para la humanidad.
La llamada a consultas de los embajadores significa que estos han de viajar a Par¨ªs por un periodo indeterminado para informar de la situaci¨®n y recibir instrucciones. ¡°Hay un aspecto simb¨®lico¡±, aclar¨® Le Drian.
El gesto sirve para expresar el descontento sin poner en peligro la relaci¨®n. Macron ha evitado pronunciarse en p¨²blico y, seg¨²n el ministro franc¨¦s, no ha hablado con Biden.
¡°Uno de los problemas con los llamamientos a consultas de los embajadores es que llegar¨¢ un momento en el que habr¨¢ que dejarles volver a sus puestos y, si por entonces nada ha cambiado, no parecer¨¢ que la medida haya sido muy eficaz¡±, observa Heisbourg. ¡°No pienso que el asunto termine aqu¨ª¡±.
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