Pi?era se queda solo en medio de la tormenta de los ¡®Papeles de Pandora¡¯
El mandatario chileno termina su segundo Gobierno con la Fiscal¨ªa encima, la amenaza de la destituci¨®n y sin grandes apoyos a siete semanas de las presidenciales
A menos de cinco meses de que finalice el per¨ªodo presidencial en Chile, el pr¨®ximo 11 de marzo, Sebasti¨¢n Pi?era parece tener a todo el mundo en contra. Nadie se arriesga ya a defenderlo: ni los parlamentarios oficialistas, ni los candidatos de su sector al Congreso, ni el abanderado presidencial de su bloque, Sebasti¨¢n Sichel, ni los m¨¢ximos dirigentes de su coalici¨®n. La publicaci¨®n el pasado domingo de los Papeles de Pandora desat¨® una crisis pol¨ªtica en la fase final del Gobierno, como si fuera una verdad escrita en piedra lo que alguna vez declar¨® su antecesora, la socialista Michelle Bachelet: ¡°Cada d¨ªa puede ser peor¡±. Con una popularidad en torno al 20% y un rechazo de 70%, Pi?era termina su segundo mandato con la Fiscal¨ªa encima y la amenaza de la destituci¨®n por un conflicto que no ha sabido cerrar en su dilatada trayectoria p¨²blica: la difusa l¨ªnea de separaci¨®n entre sus negocios y la pol¨ªtica.
¡°Por primera vez un presidente de la Rep¨²blica ser¨¢ investigado por la Fiscal¨ªa por su funci¨®n p¨²blica¡±, asegur¨® el presidente del Partido Socialista, el senador ?lvaro Elizalde. Desde el retorno a la democracia en 1990, en Chile todos los presidentes han terminado su mandato. Esa tradici¨®n podr¨ªa romperse si el Congreso aprueba una acusaci¨®n constitucional.
¡°M¨¢s all¨¢ de las eventuales responsabilidades del presidente ¨Cque merecen ser investigadas?¨C, una acusaci¨®n constitucional a menos de dos meses de una elecci¨®n presidencial y en medio de la mayor crisis pol¨ªtica del pa¨ªs en d¨¦cadas es una irresponsabilidad¡±, opina el periodista pol¨ªtico Cristian Bofill, director del medio digital Ex Ante. ¡°La ley permite que la acusaci¨®n se presente hasta seis meses despu¨¦s de que Pi?era termine su mandato constitucional, el 11 de marzo. La experiencia latinoamericana muestra que interrumpir el mandato constitucional de un presidente deja traumas y heridas muy profundas, como ha pasado recientemente en Brasil y Per¨², que tardan mucho en cicatrizar¡±, asegura Bofill.
Pi?era combin¨® durante muchos a?os la cuesti¨®n p¨²blica con sus empresas. ¡°Un cazador de oportunidades¡±, lo describe un pol¨ªtico que lo conoce de cerca. A fines de los a?os 70 obtuvo la representaci¨®n para Chile de las tarjetas de cr¨¦dito y, desde entonces, sus consecutivos emprendimientos fueron creciendo en ambici¨®n y ¨¦xito. En esa misma ¨¦poca fue uno de los protagonistas de un caso conocido como Banco de Talca. El doctor en Econom¨ªa de Harvard se desempe?aba como gerente general, la entidad fue indagada por infracciones a la Ley de Bancos y Pi?era tuvo incluso una orden de aprehensi¨®n encima, aunque la Corte Suprema acogi¨® un recurso de amparo. En 1990 fue elegido senador, en un cargo que mantuvo por ocho a?os. Poco antes de dejar el Parlamento explot¨® otro de los esc¨¢ndalos que han marcado su biograf¨ªa, el caso Chispas, en el marco de la venta de acciones de la chilena Enersis a la espa?ola Endesa.
Pi?era es un hombre rico: tiene una fortuna estimada por Forbes en unos 2.900 millones de d¨®lares, la cuarta m¨¢s grande del pa¨ªs. Pero es un millonario de primera generaci¨®n. Nacido en Santiago de Chile en 1949, es el tercero de los seis hijos que tuvieron Magdalena Echenique y Jos¨¦ Pi?era Carvallo, un ingeniero y diplom¨¢tico que educ¨® a sus hijos gracias a su trabajo y que fue fundador de la Democracia Cristiana chilena, el partido que durante d¨¦cadas represent¨® a las clases medias y que en los sesenta llev¨® adelante la Reforma Agraria, durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva. Nunca han estado del todo claras las razones por las que el presidente no milit¨® en el partido de su padre y termin¨® fichando por la derecha. Pero fue uno de los protagonistas de la transici¨®n y lleg¨® a presidir el partido Renovaci¨®n Nacional, donde se encuentran hoy algunos de sus principales cr¨ªticos dentro del oficialismo.
En 2010 Pi?era se convirti¨® en el primer presidente de derecha desde la dictadura. Uno de los grandes flancos de su primer mandato fue que lleg¨® a La Moneda siendo a¨²n due?o de al menos tres empresas grandes, dos de ellas reguladas por el Estado: Blanco y Negro (la sociedad que maneja uno de los clubes de f¨²tbol m¨¢s populares del pa¨ªs, Colo-Colo), el canal de televisi¨®n Chilevisi¨®n y la aerol¨ªnea Lan Chile (actual Latam, del la que era principal accionista). Las acciones de Blanco y Negro las vendi¨® en diciembre de 2010 y lo hizo forzadamente luego de que lo acusaran de haber intervenido en las elecciones internas de la Asociaci¨®n Nacional de F¨²tbol Profesional (ANFP). Tampoco hab¨ªa vendido todas las acciones de Lan Chile cuando lleg¨® a La Moneda, aunque se hab¨ªa comprometido en campa?a, ni tampoco la venta de Chilevisi¨®n, del que se deshizo cuando llevaba cinco meses en el Gobierno. En el marco de una investigaci¨®n sobre financiamiento ilegal de la pol¨ªtica, conocido como caso SQM, se inform¨® de que mientras Pi?era era todav¨ªa due?o del canal de televisi¨®n se le pagaba a un ejecutivo con facturas de la empresa minera investigada.
Los problemas no acabaron con el fin de su primer per¨ªodo presidencial, en marzo de 2014. Siendo expresidente y en medio de la campa?a para su segundo per¨ªodo, el exdiputado comunista Hugo Guti¨¦rrez present¨® una querella contra Pi?era por los negocios del family office Bancard, que adquiri¨® acciones de la pesquera de origen peruano Exalmar mientras se desarrollaba el litigio mar¨ªtimo con Per¨² en La Haya. La Fiscal¨ªa lo investig¨®, como tambi¨¦n la participaci¨®n de la familia en la propiedad del proyecto minero Dominga. La investigaci¨®n se prolong¨® por nueve meses y Pi?era fue sobrese¨ªdo definitivamente, en una decisi¨®n ratificada por la Corte Suprema. Guti¨¦rrez fue condenado a pagar las costas del juicio.
Tras la publicaci¨®n de los Papeles de Pandora hace una semana, que confirm¨® la transacci¨®n de Dominga, la Fiscal¨ªa abri¨® de oficio una investigaci¨®n por eventuales delitos tributarios y de cohecho. Tanto el Ministerio P¨²blico como el presidente coinciden en que el acuerdo de octubre de 2010 que delinea las condiciones de la operaci¨®n est¨¢ sobrese¨ªda hace cuatro a?os y que la Fiscal¨ªa no tuvo en su momento el contrato original escrito en ingl¨¦s y suscrito en Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas, que estaba dentro de la filtraci¨®n mundial de hace una semana. Pero mientras el Ministerio P¨²blico lo considera un ¡°antecedente nuevo¡±, como asegur¨® este viernes la directora Anticorrupci¨®n de la Fiscal¨ªa Nacional, Marta Herrera, el Gobierno defiende que es un elemento asociado al mismo negocio.
Actualmente, en Chile se ha abierto un debate entre los juristas sobre la decisi¨®n de la Fiscal¨ªa, otra de las instituciones cuestionadas hace tiempo en el pa¨ªs sudamericano. ¡°Con esta decisi¨®n nos ha notificado a todos que el valor de las resoluciones judiciales es relativo y que el Ministerio P¨²blico puede ignorarlas. La Fiscal¨ªa parece estar por encima de la ley y la Constituci¨®n y cada uno de nosotros expuestos al uso instrumental de la persecuci¨®n penal¡±, ha asegurado el penalista Gabriel Zaliasnik.
En el plano pol¨ªtico, la distancia del oficialismo con su presidente ha sido evidente. Por un lado, porque Chile est¨¢ en la previa de las elecciones y los candidatos no quieren mochilas pesadas en sus espaldas y, por otro, por las dudas sobre el caso. Sichel, el candidato oficialista a La Moneda, tercero seg¨²n los sondeos, ha sido especialmente duro con Pi?era. ¡°Si es necesario, apoyar¨¦ decididamente la creaci¨®n de una Comisi¨®n Investigadora en el Congreso¡±, asegur¨® en Twitter.
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