El Latinobar¨®metro refleja el descontento social debido a la pandemia
El informe de 2021 muestra que el disgusto con la pol¨ªtica se refuerza entre los latinoamericanos, cansados por la incapacidad de sus gobernantes de poner fin a la desigualdad
Los habitantes de Macondo han despertado. Y no ha sido por la atracci¨®n que pueden generar los artilugios de gitanos, sino por la llegada de un bicho inesperado que les ha mostrado que son tratados como ciudadanos de segunda por sus ¨¦lites. La comparaci¨®n con la c¨¦lebre historia de Garc¨ªa M¨¢rquez la hace el Latinobar¨®metro de 2021, un informe que desde hace 25 a?os mide el pulso pol¨ªtico y social de Am¨¦rica Latina. Este a?o el estudio concluye que la pandemia de convid-19 ha puesto en los tel¨¦fonos m¨®viles de cada persona pobre del continente la imagen de otro mundo donde la gente es tratada con mayor dignidad, con acceso a una mejor sanidad p¨²blica, ayudas sociales, protecci¨®n. ¡°El aumento de la conexi¨®n de Internet produce una revoluci¨®n social al ense?arle al m¨¢s analfabeto de los ciudadanos de la regi¨®n que lo tratan mal, que es discriminado, que tiene derechos y que puede reclamarlos¡±, establece el informe. En definitiva, la covid ha reforzado el disgusto de los latinoamericanos con la pol¨ªtica, ha aumentado el descontento social y ha puesto en jaque a unas ¨¦lites incapaces de acabar con la desigualdad.
Adem¨¢s de una estela de muerte, la pandemia ha sumado 50 millones de pobres a una regi¨®n que ya contaba con los porcentajes de desigualdad m¨¢s altos del planeta. Latinoam¨¦rica acumul¨® al 20% de los contagios de covid en el mundo y el 30% de los fallecidos, lo que ha demostrado, seg¨²n el informe, la debilidad de los Estados latinoamericanos para hacer frente a sucesos que ponen en riesgo a sus poblaciones. Pero tambi¨¦n ha abierto los ojos de sus ciudadanos. ¡°La pandemia termina siendo una lecci¨®n de humanidad y de democracia, del derecho a ser tratado como igual, toda vez que cada persona observa c¨®mo funcionan las sociedades en otras latitudes. Por primera vez masivamente, el ciudadano toma consciencia de su condici¨®n y aprende qu¨¦ hacer con ella¡±, afirma el Latinobar¨®metro. El descontento se confirma con el rechazo generalizado al desempe?o de las ¨¦lites y una ca¨ªda a la mitad en la aprobaci¨®n de los gobernantes en toda la regi¨®n.
¡°El virus se extendi¨® en la regi¨®n cuando la democracia y los gobiernos estaban en su momento de m¨¢s baja intensidad... El desencanto con la pol¨ªtica contin¨²a su profundizaci¨®n, a pesar del aparente ¨¦xito del surgimiento de peque?os segmentos de clases medias producto del crecimiento en la primera d¨¦cada del siglo. Hubo una enorme ingenuidad pol¨ªtica al pensar que el surgimiento de esas clases medias ser¨ªa un simult¨¢neo con el t¨¦rmino de las desigualdades. Por el contrario, aquello produjo un mayor contraste con quienes se quedaron atr¨¢s, que son la mayor¨ªa, e intensificaron las presiones para avanzar. La mayor parte de la regi¨®n se ubica hoy en la clase baja¡±, se lee en el estudio, cuyas conclusiones se basan en los resultados de m¨¢s de 20.000 entrevistas hechas a ciudadanos de 18 pa¨ªses entre octubre y diciembre del a?o pasado.
No todo es saldo en rojo. El Latinobar¨®metro destaca los avances de la regi¨®n en la libertad de sus ciudadanos, el fortalecimiento de la democracia y sus instituciones y las alternancias en el poder en una regi¨®n que durante gran parte del pasado siglo estuvo gobernado por dictaduras y autocracias. Ahora, 16 pa¨ªses latinoamericanos permanecen siendo una democracia, donde los ciudadanos hacen uso activo de la libertad de expresi¨®n y muestran su descontento con los gobernantes, hasta el punto de lograr un cambio de rumbo o su dimisi¨®n. Es lo que ha ocurrido en Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia o Per¨². Hay dos pa¨ªses, sin embargo, que han retrocedido hasta el punto de convertirse en ¡°dictaduras¡±, como las define el estudio. El Latinobar¨®metro pone especial atenci¨®n en Nicaragua, donde, afirma, el presidente Daniel Ortega ha establecido un ¡°sultanato¡± formado por sus familiares, quienes controlan el poder. ¡°Nicaragua pasa de la dictadura de derecha con Somoza a una dictadura de izquierda de quien lo derroca, con un breve per¨ªodo democr¨¢tico entre ambos¡±, analiza el informe.
¡°El ¡®sultanato¡¯ de los Ortega ¡ªcontin¨²a¡ª comenz¨® a construirse en 2017, cuando nombr¨® vicepresidenta a su esposa Rosario Murillo. Ortega gobern¨® de 1979 a 1990 y luego desde 2007 hasta hoy. En su cuarta y ¨²ltima elecci¨®n, en 2017, de dudosa legitimidad, al igual que Morales en Bolivia, no se quer¨ªa ir. La elecci¨®n fue definitivamente la farsa de una dictadura familiar. En total, Ortega lleva m¨¢s de 30 a?os en el poder, y es el gobernante latinoamericano que m¨¢s tiempo ha permanecido como ¡®presidente¡¯. Varias generaciones nicarag¨¹enses no conocen a otro presidente de su pa¨ªs¡±.
Ortega ha desatado desde junio una brutal represi¨®n contra la disidencia, encarcelando a siete aspirantes a la presidencia, periodistas, activistas y empresarios y obligando al exilio de decenas de miles de nicarag¨¹enses. El mandatario aspira a repetir mandato en las elecciones de noviembre, que han sido denunciadas como ileg¨ªtimas por organizaciones de derechos humanos, Estados Unidos y la Uni¨®n Europea. El otro pa¨ªs en crisis perpetua es Venezuela, ¡°con una dictadura populista m¨¢s cl¨¢sica que la nicarag¨¹ense¡±, seg¨²n el informe, que tambi¨¦n muestra su preocupaci¨®n por la crisis de institucionalidad desatada por el presidente Nayib Bukele en El Salvador o Jair Bolsonaro en Brasil. ¡°La pandemia no ha creado ninguna dictadura en la regi¨®n: las que existen hoy estaban presentes antes que llegara el coronavirus. Pero s¨ª ha acelerado y visibilizado situaciones de desigualdad y pobreza antes mucho m¨¢s ocultas. Ha desnudado las debilidades de los Estados, con sistemas sanitarios y de seguridad social enfermos, las debilidades de las elites y de los sistemas de partidos¡±, concluye el Latinobar¨®metro.
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