La Fiscal¨ªa holandesa acusa a dos sospechosos por el asesinato del reportero Peter R. de Vries

El periodista holand¨¦s de investigaci¨®n Peter R. de Vries fue tiroteado en la cabeza en ?msterdam el pasado 6 de julio y falleci¨® nueve d¨ªas despu¨¦s. A los pocos minutos del atentado, la polic¨ªa detuvo a dos personas a bordo de un coche robado. Se trata de Delano G. y Kamil E., que han comparecido este lunes ante los jueces en la fase de diligencias previas al inicio de juicio formal, previsto para 2022. Seg¨²n los fiscales, Delano G., de 22 a?os, fue el autor material de los disparos con una pistola autom¨¢tica. Kamil E., de 35 a?os, condujo el coche robado en el que ambos trataron de huir. El segundo es de nacionalidad polaca y ha contado con un int¨¦rprete en la sala. La acusaci¨®n los considera ¡°sospechosos del asesinato de un reportero muy conocido y querido, que asesoraba al testigo de cargo en el proceso Marengo¡±. Se refieren al mayor caso contra el narcotr¨¢fico abierto en Pa¨ªses Bajos, y la Fiscal¨ªa sostiene que lo ocurrido est¨¢ relacionado con el trabajo de De Vries. No se sabe todav¨ªa qui¨¦n dio la orden de disparar.

Es la primera vez que la familia del fallecido ha visto a los dos supuestos autores del crimen, que seguir¨¢n en prisi¨®n preventiva. Seg¨²n la prensa nacional, Delano G. es sobrino de un asociado de Ridouan Taghi, el principal acusado del caso Marengo. El hermano del testigo de cargo en ese caso y su abogado fueron asesinados entre 2018 y 2019. Durante la sesi¨®n de este lunes, se ha explicado que varias personas vieron a Delano G. en la calle esperando hasta que el periodista pas¨® delante de ¨¦l camino al aparcamiento donde dejaba el coche. Eras las 19.30 de la tarde y De Vries volv¨ªa de los estudios que la cadena comercial de televisi¨®n RTL tiene en el centro de ?msterdam. Delano G. le dispar¨® en la cabeza y en la cadera, y en el lugar de los hechos se encontraron luego cuatro casquillos de bala. Otros testigos han declarado haber visto a ambos sospechosos en el lugar de crimen. La polic¨ªa se?ala que ten¨ªan una pistola, un fusil y munici¨®n en su poder cuando fueron detenidos en la autopista el interior de un autom¨®vil. En sus manos hab¨ªa restos de p¨®lvora, y en el maletero llevaban un bid¨®n de gasolina para quemar luego el veh¨ªculo.

Durante la sesi¨®n, Delano G, de estatura media y con barba, ha declinado tomar la palabra. Por su parte, Kamil E., algo m¨¢s corpulento, con gafas y numerosos tatuajes ha negado su participaci¨®n. ¡°Se?or¨ªa, yo no he matado a nadie, no s¨¦ nada del asesinato y no he visto arma alguna¡±. Sus abogados subrayan que a Kamil E. se le oye decir lo mismo ¡°en las conversaciones interceptadas por la polic¨ªa¡±. Explican que en los registros no se han encontrado pruebas de que estuviera preparando un asalto de esta clase, ¡°y que condujese el coche durante la escapada no le hace c¨®mplice de un asesinato¡±. Asimismo, recuerdan que tampoco han sido hallados ¡°los 50.000 euros que supuestamente recibi¨® por su papel en esta muerte¡±.

Los fiscales, sin embargo, est¨¢n ¡°convencidos al 100%¡± de que el sospechoso dio unas vueltas de reconocimiento por el barrio en cuesti¨®n. Ocurri¨® dos semanas antes del atentado, y ¨¦l aparece en los v¨ªdeos de las c¨¢maras de seguridad instaladas en el aparcamiento donde Peter R. de Vries dejaba su coche. Los tel¨¦fonos m¨®viles de los sospechosos est¨¢n siendo descifrados ahora por la polic¨ªa, y la defensa se ha quejado en la sala de que la Fiscal¨ªa mantenga todos los nombres en el anonimato: desde testigos a agentes y forenses. Para los abogados de los detenidos ello puede derivar en un juicio fantasma. La acusaci¨®n aduce que es por motivos de seguridad y no entorpecer¨¢ el juicio. El caso se ha aplazado hasta el 6 de diciembre.

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