El militar israel¨ª que exig¨ªa sexo a mujeres palestinas a cambio de permisos de trabajo

La acos¨® sexualmente, la viol¨® y la oblig¨® a fregar el suelo antes de acceder a concederle un permiso de trabajo en Israel. El caso del militar que exig¨ªa favores sexuales a mujeres palestinas a cambio de las preciadas autorizaciones laborales y de entrada en territorio israel¨ª ha salido a la luz tras m¨¢s de cuatro a?os de batalla legal librada por Yedioth Ahronoth. El diario de mayor circulaci¨®n en la prensa hebrea logr¨® el mi¨¦rcoles que el Tribunal Militar de Apelaciones levantara parcialmente el secreto impuesto sobre el sumario que desemboc¨®, a comienzos de 2017, en la condena de un comandante a 11 a?os de c¨¢rcel por violaci¨®n y abusos sexuales. Desde entonces, la mordaza de la censura militar que rige sobre los medios de comunicaci¨®n en Israel hab¨ªa impedido conocer detalles que ahora se hacen p¨²blicos. La justicia castrense hab¨ªa esgrimido hasta ahora la necesidad de ¡°preservar la seguridad nacional¡± para imponer la ley del silencio.

Los hechos se produjeron entre 2013 y 2015, cuando el oficial encausado y condenado ejerc¨ªa como responsable de la concesi¨®n de permisos de trabajo y entrada en Israel en la Administraci¨®n Civil del Ministerio de Defensa, el ¨®rgano que gestiona las relaciones con los ciudadanos de los territorios palestinos, ocupados desde 1967. Conseguir una autorizaci¨®n laboral en Israel ¨Cconcedida en la actualidad a unos 130.000 trabajadores de Cisjordania y a otros 10.000 de la franja de Gaza¨C puede cambiar el destino de una familia palestina al multiplicar varias veces sus ingresos. El comandante, cuya identidad no ha sido hecha p¨²blica, era quien dec¨ªa la ¨²ltima palabra. Durante a?os abus¨® de ese poder para obtener favores sexuales.

Fue formalmente acusado de ¡°graves delitos sexuales¡± a comienzos de 2016, pero los medios israel¨ªes no pudieron informar del caso, seg¨²n el relato difundido por el portal informativo digital Times of Israel. Un a?o despu¨¦s, la prensa tambi¨¦n tuvo que silenciar su condena por un tribunal castrense a 11 a?os de prisi¨®n, que acarre¨® adem¨¢s la fulminante expulsi¨®n de la carrera militar.

El comandante fue hallado culpable de haber violado en dos ocasiones a una mujer palestina, despu¨¦s de haberla acosado repetidamente y de proponerle incluso que mantuviera relaciones con otros hombres. La amenaz¨® con retirarle el permiso de trabajo si revelaba que la hab¨ªa forzado sexualmente. Una grabaci¨®n de audio obtenida por la v¨ªctima fue determinante para establecer la condena.

Fue adem¨¢s sentenciado por exigir favores sexuales, al menos en tres ocasiones, a otra mujer palestina a cambio de facilitarle la autorizaci¨®n laboral. El tribunal militar no consider¨® que existiera violaci¨®n, pese al abuso de poder ejercido por el comandante, porque la v¨ªctima no rechaz¨® expl¨ªcitamente las relaciones sexuales.

Otro cargo separado desvelado ahora por la justicia castrense agrav¨® la sentencia final. Fue tambi¨¦n declarado culpable de haber acosado m¨²ltiples veces a un hombre palestino para que accediera a tener sexo con ¨¦l.

El oficial rechaz¨® todas las acusaciones presentadas en su contra y recurri¨® ante el Tribunal Militar de Apelaciones, que ahora ha ratificado la condena, con la ¨²nica salvedad de sustituir la pena de expulsi¨®n del Ej¨¦rcito por la de degradaci¨®n a la condici¨®n de soldado raso. En la pr¨¢ctica, el reo ya hab¨ªa dejado de formar parte de las Fuerzas Armadas. ¡°No cabe ninguna duda de que la opini¨®n p¨²blica tiene derecho a conocer los detalles de este caso a causa de sus graves implicaciones¡±, rezaba la resoluci¨®n del tribunal, presidido por el general Doron Piles, por la que levantaba tambi¨¦n, a petici¨®n de Yedioth Ahronoth, el secreto sobre el sumario.

La verdad sobre el caso del oficial israel¨ª que exig¨ªa favores sexuales a mujeres palestinas a cambio de permisos de trabajo sigue siendo, empero, incompleta. A pesar de tratarse de una de las mayores condenas impuestas a un jefe militar en Israel, el nombre y la imagen del condenado, as¨ª como otras circunstancias del sumario no determinadas, permanecen a¨²n bajo secreto judicial.

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